Tomas y asambleas luego del fallo de la Corte Suprema

Escribe Nicolás Morel

Un clima de deliberación atraviesa universidades y escuelas.

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El fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena e inhabilitación electoral de Cristina Fernández generó un clima de deliberación en un sector de la juventud estudiantil. Entre el martes y miércoles pasado se sucedieron asambleas en facultades de la UBA, la Universidad Nacional de las Artes (UNA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y decenas de colegios de CABA y Buenos Aires.

Filosofía y Letras, Sociales y FADU de la UBA fueron tomadas. En el predio de Ciudad Universitaria un piquete cortó el acceso al predio durante el día miércoles. En La Plata fue ocupado el edificio del rectorado. En la UNA se tomó el departamento de Artes Visuales. El Colegio Nacional Buenos Aires, el Pellegrini, el Cortázar, la Nini Marshall y otros secundarios se encuentran ocupados: algunos extenderán la medida hasta el día lunes. Hubo cortes de calle en las inmediaciones de Psicología de la UBA y Audiovisuales de la UNA.

En el caso de Filosofía y Letras, una numerosa asamblea autoconvocada votó, horas después de que se hiciera público el fallo de la Corte Suprema, la ocupación de la Facultad. También resolvió la participación, al día siguiente, de la marcha de los jubilados en el Congreso. Las consignas votadas para la toma fueron “en defensa de los derechos democráticos. Contra el ajuste integral de Milei en educación, salud, ciencia y todos los sectores. Exigimos a la CGT un paro general para frenar estos ataques”.

En el caso de Sociales, FADU y Visuales, la toma sucedió sin que mediara una asamblea estudiantil, siendo, en cada caso, resuelta por las conducciones de los centros de estudiantes, afines al kirchnerismo, y revistieron un carácter ´simbólico´.

Allí donde hubo asambleas, en cambio, se puso de relieve la magnitud del ataque que sufre la educación en su conjunto. En la Universidad se sucedieron menciones al cierre de materias y a la situación salarial docente. En los colegios secundarios la discusión sobre el fallo de la Corte Suprema se unió al debate en torno a la reforma educativa que el gobierno de Jorge Macri quiere imponer en las escuelas secundarias de CABA, que supone la eliminación de materias en todos los años y el despido masivo de docentes. El reclamo contra la proscripción y el rechazo a la reforma antieducativa de Macri son las dos consignas comunes a la mayoría de las tomas de colegios.

Varias tomas de colegios secundarios denuncian haber recibido, durante el día y la noche de ayer, aprietes de parte de la Policía, la cual se dedicó a recabar información personal de los estudiantes que se dirigían a las ocupaciones.

La Mella y el Movimiento Evita han insistido en presentar la lucha como parte de un movimiento “en defensa de la democracia”. En las intervenciones de activistas en las asambleas se repitió, varias veces, que el fallo proscriptivo es la iniciativa de un gobierno comprometido con el ataque a las libertades democráticas y al activismo, que no escatima en represión, provocaciones y amenazas -incluso de muerte- contra la intervención del movimiento estudiantil.

En el caso de la universidad, las asambleas convocadas fueron, en muchos casos, las primeras del año. En todos los casos, las asambleas que se convocaron dependieron de la iniciativa del activismo, no de las conducciones de los centros de estudiantes.

El Consejo Superior de la UBA evitó expedirse al respecto del fallo proscriptivo, y votó por mayoría (22 de 28 votos) en contra de una propuesta de resolución que exigía la restitución de los derechos políticos de Cristina Fernández. Se trata del mismo Consejo Superior que, semanas atrás, posó junto a la DAIA en un acto a favor del Estado sionista de Israel en el predio de Ciudad Universitaria, y que se ha dedicado a perseguir al activismo estudiantil y docente que alza la voz contra el genocidio perpetrado en Gaza y Cisjordania. Su rechazo a expedirse contra el fallo de la Corte Suprema es parte de una orientación reaccionaria más general.

La lucha contra la proscripción de Cristina Fernández debe ser tomada sin mediar ningún apoyo político al peronismo y sus representantes educativos, los cuales están comprometidos con la mercantilización de la educación, la destrucción del salario docente y, principalmente, con evitar que se abra en universidades y colegios una rebelión educativa como la del año pasado. Su preocupación está puesta no en el desarrollo de una intervención de la juventud en la línea de derrotar este ataque, sino en presentarse como una opción de recambio.

Tenemos por delante desarrollar una lucha de conjunto contra el programa liberticida y antiobrero de Milei y los gobernadores. Contra el ataque a las libertades democráticas, por presupuesto para la educación, y por el salario docente. Abajo el arancelamiento, el recorte y mercantilización de contenidos. Por una educación cientifica, laica y planes de estudio elaborados por docentes, estudiantes y la clase obrera.

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