Escribe Sergio Yeti
Milei y Alak: refacciones al servicio de la privatización y las cámaras empresariales de transporte.
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La interrupción del servicio La Plata-Constitución que, hasta el 31 de agosto, en principio, no llegará a la cabecera platense afecta a más de 45 mil usuarios que la utilizan para ir trabajar o estudiar por día. Esta obra se enlista en las múltiples pequeñas reparaciones y cortes de servicio entre Villa Elisa y Tolosa que por más de dos años interrumpían el servicio durante fines de semanas y feriados. Este cuentagotas de reparaciones se da en el marco del desguace y privatización del sistema ferroviario nacional, la reducción del personal por retiros voluntarios, la renuncia de cuadros técnico profesionales por los bajos salarios y la retención del presupuesto en favor de reducir el déficit fiscal. El gobierno liberticida ha reducido 2 300 puestos laborales y tiene en carpeta 1 900 más, los cuales han generado un ahorro de $ 60 000 millones, los cuales no han ido a parar a un mejoramiento del servicio, sino lo contrario: han ralentizado todo el sistema de reparaciones, con dotaciones mínimas de trabajadores en las obras, que se vuelven eternas.
A fines de junio el gobierno a fines de junio cambió los presidentes de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) y Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), por dos personeros del ala de Santiago Caputo, Gerardo Boschin en SOFSA y Leonardo Comperatore en ADIF. Ambos se encontraban en la gerencia de ARSAT buscando a toda costa viabilizar su privatización.
Mientras tanto, el Municipio de Alak habilitó a la empresa Unión Platense S.R.L., del empresario Osmar Carbelli, a ofrecer el servicio entre Tolosa y La Plata (18 cuadras- 2,4 km) pagando el boleto de $554 sólo por el colectivo. Si consideramos que varias decenas de miles viajan a diario por tren como único medio desde ciudades como Quilmes, Berazategui y Avellaneda, el negocio de Osmar está garantizado, al menos hasta el 31 de agosto. Las empresas de colectivos en la provincia de Buenos Aires vienen siendo beneficiadas con esquemas de aumentos mensuales en el boleto; para el mes de agosto se permitió un aumento del 3,6 % un guiño del gobierno de Kicillof a los magnates del transporte. Otro guiño recibieron estos empresarios en la ciudad capital, donde Alak decretó la prórroga de las concesiones a las tres empresas que nuclean el conjunto de los colectivos platenses, prórroga que viene desde 2012, sobreviviendo a gobiernos Nac&Pop, macristas y ahora de las Fuerzas Patrias, aun cuando los servicios presentan incesantes quejas por la falta de servicios nocturno y de recorridos en barrios enteros.
La interrupción del servicio del tren se da en el marco de la privatización y desguace de las empresas estatales y las modificaciones de los horarios y recorridos que pagamos los usuarios con un aumento del costo para transportarnos, en dinero y tiempo de vida. Es necesario volcar el conjunto de la riqueza nacional en un plan de obras que potencien el sistema de trasporte con un vigoroso equipo de trabajo que reduzca el tiempo de las operaciones sobre el terreno y aumente la demanda de empleo. A la vez, hay que abrir los libros contables de las empresas de transporte que se han nutrido durante décadas de subsidios estatales y tarifazos para ver en qué han gastado ese dinero.
