Kicillof, al rescate de Milei

Escribe Pablo Ojeda

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Que estas últimas elecciones en la Provincia de Buenos Aires iban a profundizar el impasse político y económico del régimen lo descontaba todo el mundo. Crónica de una derrota anunciada del gobierno de Milei que, desde la marcha antifascista a principios de este año, no logra retomar la iniciativa.

Los elementos centrales que caracterizan a esta última elección son, en primer lugar, que desde la pandemia en todas las elecciones los sectores más golpeados de las masas, de una forma más o menos consciente, buscan horadar al poder político y sus regímenes, ya sea mediante la fuga de votos del peronismo en 2021, la elección de Milei en 2023 o el ausentismo en las elecciones provinciales, incluyendo esta última que, si bien mostró un leve repunte en la participación, no deja de ser la elección menos concurrida desde el fin de la última dictadura militar. El voto a las listas del peronismo se produce por la necesidad de generarle una derrota al gobierno nacional y de ninguna manera es un voto programático, ya que el peronismo no tiene programa. Plantean la escasez de dólares como nudo de la crisis nacional, es decir, son "monetaristas" al igual que el gobierno nacional.

Kicillof se ofreció como rueda de auxilio para Milei al pedirle que lo llame (para saludarlo), ya preparando las condiciones para el recambio del personal de gobierno, pero, por sobre todas las cosas, para garantizar la continuidad de los ataques del gobierno nacional contra las conquistas de los trabajadores, en especial, las que se refieren al derecho laboral. Saben que en un contexto de guerra mundial cualquier desarrollo autónomo implica un choque con el imperialismo, al que rehuyen como la peste. Solo así se entiende el silencio atronador de las distintas corrientes peronistas con respecto a la masacre en Gaza. Sin ir más lejos, fueron los trabajadores fueguinos con su huelga en defensa de los puestos de trabajo en la industria metalúrgica los que pusieron de relieve la defensa nacional frente a la injerencia de la OTAN en el Atlántico sur, o como hacen hoy los tercerizados de la siderurgia que, con su lucha, cuestionan todo el andamiaje precarizador de la clase capitalista empezando por los salarios.

Es mediante la acción independiente de la clase obrera que podemos abrir una salida a la debacle nacional.

Revista EDM