La FUBA piquetera, ¿una anomalía?

Escribe Leonardo Perna

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Pasadas las elecciones en la Universidad de Buenos Aires es importante no solo hacer un balance, como el ya brindado oportunamente por los compañeros de la UJS en la Tendencia del Partido Obrero, sino también profundizar en algunos aspectos del debate. Es lo que corresponde cada vez que se transita una experiencia en un sindicato o en este caso en una federación estudiantil.

La conducción de la FUBA, luego de 18 años, se perdió sin una campaña especial hacia el estudiantado de cara a defenderla. La izquierda en sus diferentes variantes es responsable de todo este desconcierto político que es producto de la adaptación electoralista que la recorre de conjunto. La falta de un balance de la UJS oficialista no es casual, es parte de una maniobra para licuar el valor de la histórica FUBA piquetera y sus luchas. Y para preparar una deriva política aún mayor en el método y orientación de la organización.

Hay que notarlo, esta falta de balance se coloca subrepticiamente sobre un elemento de atraso político, el concepto de que nuestra conducción de la FUBA fue una anomalía política y sindical que en algún momento iba a terminar. Este es el apoyo de las frases complacientes como “lo llamativo no es que perdiéramos, sino que duráramos tanto tiempo” que ofrece la camarilla de liquidadores que tomó el mando de la UJS. Este estilo mediocre de análisis va acompañado por descripciones sobre el accionar de otras fuerzas en donde se borra el propio, en una forma de omisión y auto encubrimiento.

La negativa a un ejercicio de balance genuino y a un debate en forma, es condición necesaria para persistir en las expulsiones dentro de la propia organización, lejos de reflexionar ahora avanzan con una nueva tanda de expulsiones en la UBA. Los artículos irresponsables que fueron editando tienen un único fin de envalentonarse para la tarea. Son particularmente urticantes los llamados a no fundar nuevas organizaciones por diferencias que se podrían discutir. Al contrario, ese mismo argumento se debe usar para reconocer a la Tendencia, la cual existe como último recurso para evitar una ruptura, como lo marca el estatuto del Partido Obrero.

Lucha inclaudicable

Todo esto no solo hay que rechazarlo, sino que debemos poner sobre la mesa la importancia de la FUBA de la izquierda. La FUBA piquetera no solo formó a decenas y decenas de cuadros militantes y marcó una época de unidad obrero-estudiantil, sino que le disputó palmo a palmo la orientación de la universidad a las camarillas universitarias y a gobiernos de todo tipo en una lucha inclaudicable.

Lejos esto de ser una circunstancia o un hecho casual sin explicación, la FUBA piquetera conducida por la izquierda fue la expresión más alta de la juventud del Argentinazo, que la UJS como juventud socialista dirigió por medio de una intensa lucha política. Permanentemente elevando los programas reivindicativos de cada facultad a luchas políticas e ideológicas contra las autoridades y el Estado; articulando dinámicamente el frente único para llevar adelante esas luchas y estableciendo polémicas de cara al conjunto de los estudiantes con línea de masas.

Es imposible recoger en un solo artículo los cientos de luchas que encabezó la FUBA. El estudiantado se unió al movimiento piquetero contra el gobierno de Duhalde, logró torcerle el brazo al gobierno de Kirchner en el 2005 cuando reabrió la Plaza de Mayo junto al Garrahan en una gran movilización popular, logró imponer nacionalmente la agenda por la democratización de las universidades donde se llegó a hablar de una segunda reforma universitaria y contra la quita de contenidos de las carreras con la CONEAU del Banco Mundial, entre decenas y decenas de luchas.

Un balance de estos 18 años debe estar a la altura de una FUBA que llegó a paralizar la ciudad por la democratización. Donde denunció a las camarillas desde las barricadas que bloqueaban el Congreso en donde se intentaba realizar la Asamblea Universitaria con represión en las calles aledañas.

Método de aparato

Bajo el capitalismo toda conquista gremial se encuentra bajo fuego y puede ser arrastrada por las contradicciones del sistema. La lucha para no derivar en un aparato que se apropie de esas organizaciones es diaria. En cada medida que suplante la responsabilidad estatal debemos señalar el problema y la transitoriedad de la misma. Nunca se debe colocar la gestión por encima de la estrategia de fondo. Y siempre se debe estar atento a que no se caiga en los métodos propios de las burocracias que los estudiantes por su práctica perciben de manera rápida y particular.

Un método de aparato puede ayudar a encubrir a una dirección que quiere evadir estos problemas arduos y complejos por un momento, pero siempre termina agudizándolos de manera peligrosa. Y tienen consecuencias graves que se trasladan a las campañas políticas. Por ejemplo, tomemos en este sentido la liquidación del CeCIM. Como militante me llamó mucho la atención cuando llegó el informe de qué modo se iban a realizar las elecciones de este año. Con veda dentro de la Facultad, con boleta pegada, sin boleta de nuestra lista en varias carreras y con el CBC votando en la sede central. Una manipulación total de la elección para favorecer a Nuevo Espacio. Un verdadero golpe de las autoridades contra el centro de estudiantes. Nunca se denunció esto en la forma que merecía y solo llegó el informe del hecho consumado días antes de la elección.

El desarme de la propia agitación durante la elección de Medicina fue consumar la liquidación. El segundo día de elección en lugar de levantar la campaña lo que correspondía frente al escenario adverso era redoblar nuestro planteo y denuncia. Plantando bandera y ayudando a procesar desde ese mismo día una recuperación futura. Ese es el método de una juventud de vanguardia. Como siempre el problema no es que se pierda un centro o una lucha. El problema es que nunca el estudiantado y nuestra periferia pudieron sacar una conclusión adecuada de lo que estaba pasando, en este caso en una facultad. Las derrotas bien procesadas son luchas y triunfos futuros.

Seguramente estos hechos serían impensados para el activismo fubista de otros momentos ¿en qué marco pasaron? Este año la conducción de la FUBA quedó paralizada en la adaptación al “hay 2019”, en lugar de profundizar la rebelión universitaria del año pasado tanto el kirchnerismo como la izquierda cavó trincheras electorales y puso el problema de la crisis económica y sus consecuencias en la universidad como secundario. La dinámica de los arreglos de cúpulas subsumió a la dirección de la federación y bloqueó cualquier intento de revertir la situación.

Obviamente el frente único debe servir para desarrollar las luchas. Pero requiere ser cuidadoso y responsable, estar muy atento a las polémicas con corrientes nacionalistas y desarrollar una lucha ideológica en regla en cada punto del programa. Esta nunca puede ser reemplazada por un posicionamiento electoral. Los socialistas luchamos conscientemente para que el frente único se dirija hacia el gobierno de los trabajadores y que ante las presiones del nacionalismo este no degenere en un frente popular. Un escenario de neutralización mutua tampoco es excusa para no enfrentar el nacionalismo de contenido burgués, sino que al contrario es el momento para redoblar esfuerzos.

Contexto y salida

El macrismo quedo a cargo de la FUBA en este contexto concreto, no pudo brindarle un golpe de fondo a la universidad sus docentes y estudiantes, lejos de un viraje derechista estamos frente a un escenario de crisis profunda. Donde el gobierno se retira en una quiebra económica y una crisis de régimen que asumirá la conducción del peronismo. Cualquier manotazo sobre el presupuesto educativo puede ser explosivo para las autoridades.

El primer punto de debate de cara a activismo es el balance, colocando toda esta cuestión, sobre las direcciones desplazadas tanto del kirchnerismo como de la izquierda. La reconstrucción de la UJS se dará en base a esta crítica y a la continuación de la rebelión en sus bases. Una crítica honesta y frontal a la debacle de la UJS oficial es elemental para superar sus errores y reagrupar fuerzas.

Una recuperación frente a los morados va a requerir un rol de vanguardia sin titubeos frente a las modas y presiones de las corrientes populistas, ahora ´albertistas´, que tome las luchas reivindicativas y las eleve a luchas políticas. La FUBA volverá a ser piquetera si la izquierda explota la crisis nacional y su correlato en la universidad a fondo, tarea a la que la UJS en la Tendencia del Partido Obrero ya puso manos a la obra. Adelante, compañeros.

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