COP30: el “lobby del fósil” copa la cumbre

Escribe Lucas Giannetti

Una tendencia que se agudiza año tras año.

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La coalición de organizaciones ambientalistas Kick Big Polluters Out (KBPO o 'Echen a los Grandes Contaminadores) ha denunciado que uno de cada 25 asistentes a la Cumbre del Clima, es un lobista de los combustibles fósiles, lo que arroja a más de 1600 operadores que son parte de las negociaciones climáticas. (https://kickbigpollutersout.org/Release-Kick-Out-The-Suits-COP30-PT). En el caso de Filipinas, por cada delegado oficial hay 50 lobistas y Jamaica cuenta con unos 40 por cada representante. La delegación francesa se hizo presente con 22 representantes de los intereses del “loby fósil”, entre ellos 5 pertenecen a Total Energies. Desde Noruega llegaron los directivos de Equinor, que opera en la cuenca oeste de las Islas Malvinas. De Japón, entre los lobistas que aporta a la cumbre se encuentran directivos de la automotriz Mitsubishi Heavy Industries y de Osaka Gas. Según KBPO, la cantidad de lobistas de las corporaciones petroleras es menor que la de años anteriores. Se entiende a partir de la menor cantidad de participantes, pero en proporción, la COP30 se convirtió en la mayor concentración de estos grupos de interés desde que la organización ambientalista comenzó a realizar un seguimiento de los asistentes a las cumbres climáticas.

Por su parte, el anfitrión Lula da Silva dio vía libre a la participación de la Zona Azul (área restringida de la COP30 donde se llevan a cabo las negociaciones diplomáticas entre los países participantes) de la cumbre a los hermanos Batistas, dueños de JBS, el mayor productor de carne vacuna del mundo, implicados en la causa de Lava Jato y a representantes de la industria petrolera como Petrobras y ExxonMobil, y empresas mineras como Vale, Samarco, Sigma y la Asociación Brasileña de Minería también figuran en la lista. (Earth.org 13/11) Mientras los lobistas abundan en la COPO30, desde las comunidades quilombonas (afrodescendientes en Brasil que descienden de esclavos fugitivos y luchan por sus derechos territoriales y culturales) han denunciado que solo le dieron cinco credenciales para participar del cónclave.

JBS, además de las inversiones en la producción de carne, es uno de los mayores conglomerados agroindustriales de Brasil; lleva adelante deforestaciones de carácter ilegal en pos de extender la frontera agroganadera, por lo cual ha recibido multas irrisorias de 660.000 reales (125.000 dólares) cuando reportó una ganancia de 2,4 mil millones de reales en el último trimestre del 2024. (Forbes 24/3/2025) La producción de carne es una de las actividades más contaminantes con sus consecuencias directas en el calentamiento global y “si las 45 mayores empresas productoras de carne y productos lácteos fueran un país -incluida JBS- serían el noveno mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, según una investigación publicada en vísperas de la COP30.” (Earth 13/11) Los hermanos Batistas han diversificado sus inversiones por medio del grupo J&F, productor de celulosa en Eldorado, la minera LHG Mining y entre los activos de los “emprendedores” hermanos Batistas se encuentra la Central Eléctrica Candiota III, situada en Río Grande do Sul, en la que se genera energía por medio de carbón. Según el Instituto de Energía y Medio Ambiente, Candiota III registró la tasa de emisión más alta por gigavatio/hora de electricidad generada: 1.205 toneladas de dióxido de carbono equivalente por gigavatio/hora y recibió un subsidio estatal para la compra de carbón. Los amigos del “capitalista verde” Lula pisan fuerte en la COP30.

Protestas y represión

Las que también se hicieron presentes son las protestas. El jueves pasado unas 200 activistas, en su mayoría indígenas, irrumpieron en la cumbre y la ONU, organizadora del cónclave pidió al gobierno de Brasil que refuerzara la seguridad para las siguientes jornadas. Valter Correira, quien ostenta la secretaria extraordinaria de la COP30 y es parte del gabinete de Lula, juntó el jueves por la noche a las delegaciones, ante las que reconoció que “hubo un problema” de seguridad y les garantizó que se realizará un despliegue mayor de personal militar en los lugares que se lleva adelante la conferencia. Este viernes también se registraron protestas que llevaron como nombre Stop Japan’s Dirty Energy Plans en contra de la delegación de Japón con la demanda de que el país del sol naciente deje de financiar proyectos de carbón y gas natural en el sudeste asiático. Según Hiroki Osada, uno de los organizadores de la protesta y miembro de Amigos de la Tierra de Japón, es que este último “en realidad está retrasando la eliminación de los combustibles fósiles en toda Asia”, por el financiamiento de proyectos de gas licuado en Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas (Infobae 14/11). Un estudio de este año llevado adelante por el Centro de la Energía, Ecología y Desarrollo señala que el Banco Japonés para la Cooperación Internacional, de capitales del gobierno, capitalizó por la suma de 6.400 millones de dólares proyectos para la producción de carbón y 874 millones de dólares en conceptos de préstamos para proyectos de gas desde 2016 hasta el 2024.

En jornadas anteriores se llevó adelante una protesta bajo el slogan “Expulsen a los trajes”, en clara alusión a los “lobistas fósiles”, que en cada una de las cumbres son actores fundamentales en el empantanamiento para llevar adelante una transición energética.

Para este sábado, a la mitad de la COP30, se esperan protestas significativas en las calles de Belém.

La menguada delegación argentina y el “ciclo natural”

Desde que la pandilla liberticida accedió al poder, Milei en diferentes alocuciones y entrevistas ha dejado en claro su postura sobre el cambio climático, tildándolo como un “ciclo natural.” Los negacionistas climáticos van en sentido opuesto a los estudios científicos que dan cuenta de un aumento sin parangón en la temperatura global desde la década de 1970, como sostienen las investigaciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) y del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC); este último “confirma que la influencia humana ha calentado el planeta a un ritmo sin precedentes en los últimos 2.000 años.” (Chequeado 27/2/2025) También la NASA y la Organización Meteorológica Mundial respaldan esta posición. El 2024 fue oficialmente el año más cálido desde 1850, con una temperatura media mundial de 1,6°C por encima del nivel preindustrial, superando el límite de 1,5°C del Acuerdo de París, del cual Milei quiere salirse para tener las manos libres en las actividades extractivistas.

En una reciente entrevista con el medio francés Public Sénat, Milei declaró en la línea del “ciclo natural” y expresó que “cuando usted mira la historia del planeta Tierra, tuvo 5 picos de alta temperatura y este caso no es distinto a los anteriores. La temperatura promedio en el pico es más baja que en los otros casos”.

Con este andamiaje político ideológico, el gobierno liberticida se hizo presente en la COP30.

A pesar del negacionismo sobre el cambio climático, del que abrevan Trump y la internacional reaccionaria, el gobierno liberticida de Javier Milei se hizo presente con una menguada delegación en Belém, en donde ronda la especulación de que la Argentina, siguiendo los pasos de EE. UU, se retire del Acuerdo de París. Las especulaciones tienen su asidero en el alineamiento de Milei con Trump y en que, en la edición anterior de la COP29 celebrada en Bakú, Azerbaiyan, la delegación argentina se retiró de la misma, decisión tomada por el canciller Gerardo Werthein, quien afirmó que lo hacia para “revaluar la situación”. La delegación argentina está integrada por Eliana Saissac directora de Asuntos Ambientales de Cancillería desde el 2024, que en las mesas de negociación pugnó para que en un documento quede explícito que el gobierno argentino concibe el término género definido como “dos sexos, femenino y masculino”, ningún aporte al debate sobre el cambio climático. Saissac no es nueva en el paño. En el 2009, durante el primer mandato de Cristina Kirchner, fue miembro de la delegación como secretaria de la Embajada de Cancillería en la ciudad de Copenhague, conferencia que fue caracterizada como un fracaso ya que no se arribó a ningún tipo de acuerdo sobre la cuestión climática (Chequeado 12/11). A partir del lunes Saissac estará acompañada por Fernando Brom, subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien se ha desempeñado de empresas multinacionales como Quickfood, Kraft, Unilever y Carrefour. A la delegación también se sumará Nazareno Castillo Marin, director nacional de Desarrollo Sostenible y Gestión Climática de la Subsecretaría y fue participe de otras cumbres climáticas. Brom señaló que para que la Argentina cumpla con los parámetros de la ONU en materia ambiental debe recurrir al financiamiento interno por medio de préstamos blandos otorgados por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) y bancos de fomento internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (Ídem).

Otro argentino que participa de la COP, no de manera oficial, es el empresario José Luis Manzano, accionista del Grupo América; pero sus intereses tienen un largo brazo llegando a inversiones de energía, minería, favorecida por su perfilamiento con el gobierno de Milei. Manzano saltó de la política a la actividad privada. Tuvo un paso por el gobierno de Menem como jefe de Interior, desde donde fue tejiendo relaciones que lo posicionaron como empresario de distribución de energía (Edenor, Edemsa); también es accionista de la petrolera Phoenix Global Resources y empresas mineras y agrícolas, llegando a operar yacimientos de litio, potasio y gas en distintos puntos del país (La Nación 12/11). Manzano es un claro exponente de “lobista fósil” que participa de la cumbre y, en este sentido, participó de una mesa redonda integrada por la Iglesia Católica, que tuvo como nombre “Diálogo Socio-Ambiental por la Paz: Adaptación y Transición Justa”. Manzano se posicionó como emisario del ya fallecido Papa Francisco, aduciendo que tuvo la oportunidad de “estar con él” en sus últimos días y aseveró que Francisco le “dio órdenes” de ser una especie de vocero empresarial con respecto a la crisis climática. En su alocución, un compungido Manzano aseveró que Francisco le pidió que “todos tenemos que hacer algo. Los empresarios tienen una responsabilidad inmensa. Tienen que hablar con las comunidades, escucharlas y hacerles caso. Hablen con sus trabajadores (sic). Y ocúpense porque esto se va a calentar no un grado, sino dos o tres. Y va a ser tarde para arrepentirse” y añadió “por eso estoy aquí. Primero, porque me dijo cuéntenlo. Así que lo cuento. Segundo, porque me impactó.” La intervención de Manzano rondó en torno a la necesidad de aunar los intereses del capital y las necesidades planteadas por la crisis medioambiental, siendo el del financiamiento un punto clave. En este sentido el empresario señaló que la transición energética “no podemos hacerla sin minería, sin los bancos. No se pueden hacer mil megas de energía solar sin financiamiento, sin el capital y sin los gobiernos”. Los dichos de Manzano van a contramano del gobierno liberticida que, a partir de su negacionismo ambiental, no quiere poner un peso para llevar adelante una transición energética, poniendo de manifiesto las contradicciones insalvables en la cuestión del financiamiento en medio de la disputa comercial y las guerras en curso, que hacen que se vuelquen inmensas cantidades de capital al desarrollo armamentista, como queda de manifiesto en el rearme de los países europeos y en el conglomerado armamentístico de Estados Unidos, al servicio de la cruzada reaccionaria de Trump, que van desde Medio Oriente hasta el mar Caribe, y que tiene su epicentro en la guerra rusoucraniana.

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COP30: un nuevo eslabón del empantanamiento de la crisis climática Por Lucas Giannetti, 10/11/2025.

Revista EDM