Escribe Fabián Cañete
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Hace dos semanas, en estas páginas, dimos cuenta de la realización de una asamblea de unos 50 vecinos en la puerta del Hospital Ezeiza. A las quejas de los pacientes por deficiencias en la atención (turnos largos, largas esperas en la guardia, falta de medicamentos, falta y/o rotura de equipamiento, especialidades no cubiertas, etc.) se sumaron los problemas internos de quienes trabajan en el hospital (pocos recursos humanos, salarios que han perdido valor respecto a la inflación, falta de nombramientos, atraso en los pagos a “becados”, malos tratos de parte de la Dirección que han llevado a renuncias de profesionales, etc.). Se había resuelto darle una continuidad con relevamiento a los pacientes, petitorio, difusión y nuevas asambleas.
La respuesta fue inmediata de parte de la Dirección del Hospital presidida por la Dra. María Junes, puesta en ese lugar por la Fundación Eurnekian en acuerdo con el Ejecutivo municipal (no participaron de la elección de la misma los médicos del Hospital): se sancionó a dos médicos -al Dr. Murias no se le dejó cubrir la guardia de pediatría del día asignado, y al Dr. Pirolo se le allanó, con la policía y sin previo aviso, la oficina de la jefatura de Neurocirugía, para retirar un aparato de la especialidad que estaba bajo su resguardo. Inmediatamente se llamó a una conferencia de prensa, a la cual se acercaron decenas de vecinos; la Dirección del Hospital nos recibió con un nutrido grupo de policías, incluso de fuerzas especiales.
Otro hecho relevante ha sido la realización de jornadas científicas, con la presencia de la presidenta del Concejo Deliberante Dulce Granados, el secretario de Salud municipal, un médico enviado por el Ministro de Salud provincial Nicolás Kreplak, la presidenta de la cooperadora del Hospital y de la Fundación Eurnekian, Patricia Eurnekian. Puede decirse que los concurrentes se congregaron en apoyo a la gestión de la Dra. Junes. La difusión no mencionó que se haya tratado el tema del tomógrafo y el resonador rotos, por los cuales los pacientes son derivados a instituciones privadas donde deben abonar $300.000 una tomografía.
Así y todo, el viernes 28 se realizó la tercera asamblea de vecinos, siempre con un contingente policial en el ingreso. Esta vez sin la presencia de médicos (por las represalias mencionadas), pero sí de algunos medios de prensa. Después de un intercambio de posturas se resolvió completar el petitorio y trabajarlo en los barrios y en la puerta del hospital, continuar el relevamiento sobre la atención del hospital, charlas en los barrios para que se difunda lo que está pasando, apoyar la lucha del Garrahan y en lo posible sumarse a sus acciones, brindar todo el apoyo a los médicos y personal del Hospital Eurnekian, y, por último, se llama a una nueva asamblea para el viernes 12 de diciembre.
