Que aparezca Facundo y se vaya Berni

Escribe Lucas D.

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Medio millar de personas marchó en la ciudad de Pedro Luro, el sábado pasado, exigiendo la aparición con vida de Facundo Castro, el joven de 22 años desaparecido hace 73 días. Facundo se dirigía a Bahía Blanca, a 170 kilómetros de su pueblo, a visitar a su novia, cuando fue detenido por la policía bonaerense en una localidad cercana (Mayor Buratovich) “por haber violado la cuarentena sin el permiso de circulación necesario”.

Según el abogado de la familia, Luciano Peretto, existen pruebas en el expediente para formalizar la detención de, al menos, cuatro policías de la bonaerense. En Mayor Buratovich, el 30 de abril, a las 10 de la mañana, la policía comunicó a la mamá de Facundo que lo habían detenido y luego liberado. Lo que se sabe, por la declaración de los testigos, es que cinco horas después de la primera detención “legal” hubo una segunda detención, a las 15:30hs, en Mayor Buratovich, donde Facundo es interceptado y levantado por una camioneta. Según palabras del abogado de la familia, la foto que retrata la detención fue vendida por la policía al portal “La brújula” y al diario bahiense La Nueva Provincia. Cuando la mamá de Facundo decidió hacer la denuncia en Mayor Buratovich, fue interceptada por cinco patrulleros que le cortaron la entrada al pueblo. Una policía intentó convencerla de que habían visto a Facundo por última vez dirigiéndose a teniente Origone.

La participación de Berni

Berni dijo que la policía fue a declarar a la fiscalía, hecho que nunca existió. La policía Bonaerense encaró los rastrillajes en teniente Origone en lugar de Mayor Buratovich, desviando la investigación desde el primer momento. Luego de más de 70 días desde la desaparición, Berni no informó aún a la justicia federal cuál es el móvil de la policía que participó de la segunda detención de Facundo, en el que tres testigos declararon haber visto subir a Facundo.

Todas las “irregularidades” anteriores llevaron a la mamá de Facundo y a la CIDH a exigir el apartamiento de la bonaerense de la investigación, lo que se hizo efectivo el 10 de julio.

Sin embargo, la Bonaerense no se fue. En el medio de la movilización, el abogado Peretto recibió un mensaje sobre el supuesto hallazgo de restos calcinados en un basural cercano. Cuando los familiares y el abogado llegaron, encontraron que allí ya estaba apostado un patrullero de la Policía Bonaerense y una camioneta tipo Renault Kangoo. El abogado Peretto les dijo que debían retirarse de allí ya que la Bonaerense había sido apartada de la investigación. Como respuesta, Peretto se vio rodeado por cinco policías, quienes le profirieron la siguiente amenaza ‘Vos quédate tranquilo, que yo me estoy guardando todos los links de los medios en los que estás hablando y cuando todo pase yo sé bien lo que tengo que hacer…”. Esto fue denunciado en el juzgado de Bahía Blanca.

Sergio Berni, quién ha desarrollado grandes disputas políticas alrededor de como los intendentes administran la cuarentena en forma sui generis y quien se presenta ante los medios de comunicación como la opción de gobierno por derecha al oficialismo parece estar detrás del encubrimiento de la bonaerense alrededor de la desaparición de Facundo, da cuenta de esto cada día que pasa en la investigación de los hechos. La permanencia de Berni como Ministro de Seguridad va a ser la garantía para que la investigación no avance. La tarea de la expulsión de Berni de la órbita de la seguridad de la provincia va a ser producto de la movilización popular en el momento que los trabajadores saquemos todas las conclusiones políticas de este caso.

El gobierno de Berni y Kicillof no da ninguna respuesta sobre el caso de la desaparición de Facundo Astudillo Castro. La actuación de Berni, el jefe de las fuerzas represivas en la provincia de Buenos Aires, y del Gobernador no da lugar a dudas de que este caso golpea de lleno a la policía bonaerense y a un régimen político precario. Los dichos de ambos respecto de que no van a permitir ningún encubrimiento en la causa, es el resultado de su intento por frenar una potencial crisis política cuando ya hay exhortaciones de la ONU y la OEA para saber sobre "las acciones que el Estado estaría llevando a cabo para dar con el paradero o localización del joven y el avance en las investigaciones que se llevarían a cabo por los hechos alegados".

Los choques dentro de la coalición gobernante, en este caso, de sus fuerzas represivas, se da en medio de una transición histórica y de las rebeliones a lo largo del mundo. El enroque de las fuerzas represivas para llevar adelante la investigación de la desaparición de Facundo no nos tiene que hacer perder de vista que son estas fuerzas las que forman parte de un mismo régimen político que ha garantizado la impunidad de los crímenes contra la juventud de nuestra clase.

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