Rebelión estudiantil en la Universidad Católica de Salta marca el camino

Escribe Nahuel Riquelme

Rebelión estudiantil en la Universidad Católica de Salta marca el camino

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A comienzos de semana, los estudiantes de la Universidad Católica de Salta pusieron a crujir al clero salteño denunciando el descomunal aumento de la matrícula y de las cuotas. En principio, implicaría empezar el ciclo lectivo 2020 con un mínimo $30.000.

Estamos ante la punta de un iceberg que deja expuesto que las condiciones materiales que ofrece la Universidad privada no se condicen con el monto de las cuotas. Falta de recursos para las prácticas, máquinas obsoletas de la sala de informática, falta de espacios áulicos, clases, en ocasiones, al aire libre, goteras, cobro adicional para el uso de la pileta o el gimnasio, entre otros. La elevada recaudación no ve reflejada en ningún lado. Al planteo de dar marcha atrás con los aumentos, el arzobispo de Salta y Canciller de la Católica, Mario Antonio Cargnello, llamó a “encontrar la luz y solución de los problemas”.

Para encontrar esa “luz”, los estudiantes empezaron a organizarse, manteniendo cortes sistemáticos en el acceso norte, movilizándose a la asunción del gobernador Sáenz, y ahora organizando un acampe.

El ataque a la educación superior es la expresión de que se profundizan las contradicciones insalvables del conjunto del régimen político, incluso con el cambio de gobierno. El Estado y las autoridades educativas buscan arbitrar contra los estudiantes. Hace unos días, en el IES de Tartagal, la Rectora del Terciario Graciela Acosta ha negado la inscripción, con apoyo de la infantería, a decenas de estudiantes de otras localidades que por la falta de ofertas educativas en sus lugares de residencias acuden ahí.

Cada vez son más los condicionamientos para poder empezar y seguir cursando una carrera, los cupos limitados de los terciarios públicos, el congelamiento y recortes de las becas PROGRESAR, la suba del costo de vida, que repercute en los precios de los materiales de estudios.

La falta de ofertas y garantías en el sector público obliga a que miles de estudiantes tengan que acudir al sector privado, que monopoliza las carreras de gran interés. El reclamo en contra del aumento de la UCASal expresa sustancialmente la lucha por el derecho a seguir estudiando.

El año 2018 estuvo marcado por la rebelión educativa en defensa del derecho a estudiar. Con esta perspectiva llamamos a todos los estudiantes terciarios y universitarios de la pública y privada a converger y golpear con un solo puño. Para el triunfo de la lucha de la UCASal y de todas las reivindicaciones estudiantiles debatamos en una ASAMBLEA GENERAL de todos los estudiantes como continuar la lucha.

· Ningún aumento de las matrículas ni cuotas.

· Por más becas completas y medias becas otorgadas por la curia a todo aquel que no cubra el salario igual a la canasta familiar.

· Por la apertura de las carreras de Abogacía, Psicología, Trabajo Social, Veterinaria y Arquitectura en la UNSa.

· Separación de la Iglesia del Estado significa, ante todo, la laicidad de la enseñanza y la transferencia al Estado de los recursos y propiedades del clero.

· Apertura de los libros contables.

· Estatización de la UCAS al bajo control docente –estudiantil.

· Solidaridad con los compañeros de Tartagal. Que ninguno quede fuera.

· Asamblea general de todos los estudiantes.

· ¡Por el triunfo de la lucha estudiantil!

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