Pluspetrol: contaminación “offshore”

Escribe Joaquín Antúnez

Tiempo de lectura: 2 minutos

La empresa de petróleo, gas y energía Pluspetrol, que opera en varios países del mundo, se encuentra cruzada por denuncias de los pueblos originarios en la Amazonía peruana. “Pluspetrol, limpia ya” es la consigna con la cual las comunidades organizadas en Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (Puinamudt) han iniciado una campaña reclamando que la multinacional se haga cargo de la remediación de sus exploraciones en el denominado lote 1AB, ubicado en la región de Loreto.

Esta zona que se encuentra en la frontera con Ecuador posee dos de las reservas más importantes del Perú en materia petrolífera, extrayendo casi un cuarto de la producción total anual de crudo.

Pluspetrol comenzó a operar en la zona en 1996. Rápidamente logró monopolizar la exploración y explotación de la zona hacia el año 2000. Los beneficios obtenidos son millonarios por donde se los mire. Sobre todo, debido a la ausencia de controles por parte de los gobiernos peruanos, que aplican multas ínfimas por la falta de mantenimiento.

La falta de mantenimiento es tal que según una investigación del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), “Perú registró 14 derrames de crudo únicamente desde el inicio de la pandemia. De ese total, ocho fueron en el Lote 1AB.” (Sputnik, 07/09)

Justamente ante este organismo las diferentes comunidades originarias afectadas por la contaminación del suelo y el agua presentaron un reclamo para que se investigue a fondo el estado de las explotaciones de Pluspetrol, y aportaron en su escrito “1.209 puntos contaminados por la acción de la empresa y 51 cuerpos de agua ´impactados´ y ubicados en territorios ancestrales” (ídem)

Las zonas afectadas incluyen a importantes corrientes hídricas como el Río Marañon, que cruza miles de kilómetros del continente. Así como impacta resecando ríos, lagos, fuentes de agua subterránea que luego impactan en los bosques y quebradas. Un deterioro fenomenal del ambiente.

Offshore

A partir de una carta presentada en la casa matriz de Pluspetrol, en Ámsterdam, ha quedado evidenciado por parte de las comunidades indígenas que la petrolera opera de manera fraudulenta en el Perú, a partir de empresas filiales que luego giran sus dividendos a paraísos fiscales como las Bahamas.

Bien estudiado, Pluspetrol posee una ramificación de casi 40 empresas filiales, divididas unas de otras y operando en zonas específicas. Según el Centro de Investigación de Corporaciones Multinacionales (SOMO), Pluspetrol en Ámsterdam posee una “empresa buzón”-empresa que no opera en el país, sino que solo lo utiliza como dirección legal.

Según los especialistas del SOMO, esta maniobra ha sido realizada para evadir los impuestos sobre las ganancias que obtienen en el Perú. Algo que el Ministerio de Energías y Minas de Perú denuncia hace años, pero de manera muy pasiva. No ha avanzado un centímetro contra esta empresa, ni en la exigencia del pago de regalías y ganancias y muchos menos en términos ambientales.

Resulta interesante señalar que Pluspetrol, en 2016 y 2018, ha obtenido un premio al desarrollo sostenible en Perú, otorgado por parte de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE). Que es la filial de las empresas petroleras y mineras del país. Mientras las presentaciones sobre impacto ambiental presentadas por Pluspetrol son rechazadas por el propio ministerio.

El caso de Pluspetrol muestra a las anchas el manejo de los capitalistas con la explotación de recursos naturales, la voracidad por las ganancias lleva a la destrucción de sus dos fuentes, la naturaleza y el hombre. En este punto, la barbarie del capital se expresa nuevamente como un riesgo para la continuidad de la vida. La defensa del medio ambiente, del agua y la tierra, está completamente en manos de la clase obrera.

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