Francia: dos millones de trabajadores rechazan la reforma

Escribe Emiliano (Belgrano)

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Los periódicos franceses titulan que la lucha de clases ha vuelto. En realidad, nunca se fue.

La respuesta de los trabajadores franceses a la reforma previsional de Macron fue contundente: 350 mil personas en París, y 1,8 millones en toda Francia, según anuncia la CGT.

Es la primera vez, en esta tercera movilización nacional, que todos los sindicatos marchan juntos. Los sindicatos amarillistas están presionando para sentarse a discutir, mientras el PM Eduard Phillipe dijo desde la Asamblea Nacional que “este es nuestro proyecto” y que “todos están de acuerdo” en que hay que modificar los “regímenes especiales” y conseguir el “equilibrio presupuestario”.

Tiene de su lado a la CFDT, que está a favor de la reforma universal y del sistema que reemplaza el monto de los aportes por puntos. La CFDT, CFTC y UNSA también apoyan el sistema de puntos, que tendría necesariamente una “edad pivot” de retiro, al forzar una prolongación del período de trabajo para obtener una jubilación. Tras la reunión, los amarillistas dijeron, sin embargo, que están muy lejos de llegar a un acuerdo. Hasta que se abandone la reforma, no habrá “tregua”, advierten la CGT, FO, FSU y Solidaires. Sin embargo, Y. Veyrier de FO dijo que está dispuesto a negociar todo el tiempo que sea necesario” (LCI), mientras que desde la CGT plantea necesario “mejorar el sistema”.

Un sistema que precariza

Como indica Le Monde, “el sistema de puntos penalizaría fuertemente las carreras con ‘brechas’, especialmente los períodos de desempleo” (16/12). Asimismo, se pierde el salario de referencia, y la baja de los puntos hace bajar la remuneración final. No hay garantía de que la misma contribución en euros otorgue los mismos derechos a las generaciones sucesivas. El golpe de la reforma previsional no es sólo a los regímenes de “privilegio”, sino a todos los trabajadores, y prevé una reducción de aportes patronales.

El valor del punto será establecido por los interlocutores sociales, en el marco de la “gobernabilidad del sistema universal”. Los contornos de la interlocución aún no se han definido, pero estaría compuesto “por igual por representantes de empleadores y empleados en los sectores público y privado, así como representantes de los trabajadores independientes” (ídem). El valor del bono dependerá del “equilibrio presupuestario” en un período de 5 años, similar a lo que dice el proyecto de los Fernández. Se trata de una transición hacia la capitalización, que beneficia a las aseguradoras para las que trabajaba el demitido creador del sistema, Delevoye., un empleado de esas compañías

La reforma establece que los salarios más altos dejan de contribuir más allá de tres topes máximos de seguridad social, o aproximadamente 10 mil euros brutos por mes. Un alto ejecutivo que gana 15 mil euros por mes contribuiría sobre los primeros 10 mil euros, pero no con los 5 mil restantes (Libération, 18/12).

Las contribuciones patronales van a pagarse más allá de 10 mil euros brutos de salario mensual. Pierre Roger, secretario general CFE-CGC, advirtió que “esto beneficiará a más compañías de CAC 40 [Bolsa], que tienen el mayor número de salarios altos.

CGT-RTE cortó la electricidad en Gironde, Lyon, Orleans y Nantes. En RTL, el secretario general de CGT Energy, Sébastien Menesplier, advirtió que otras acciones del mismo tipo tendrían lugar hasta el final del año (BFMTV).

Los médicos siguen de huelga contra la reforma. “Con la epidemia de bronquiolitis, por primera vez en treinta años, 22 bebés fueron trasladados a cuidados intensivos pediátricos a más de 200 kilómetros de París, por falta de espacio en los servicios equivalentes de la capital” (ídem).

Crisis de Gobierno

El lunes, renunció a su cargo como “alto-comisionado” Jean-Paul Delevoye, el encargado de llevar adelante las negociaciones con los sindicatos. Estaba acusado de formar parte del directorio de una empresa de seguros y de otras organizaciones privadas mientras cumplía una función pública. Era el interlocutor preferido de los amarillistas. Lo reemplaza otro “macronista experimentado”.

El reclamo oficial de una “tregua” navidad es una maniobra. La mayoría de los franceses apoya la huelga. El 67% de los trabajadores y empleados también está en contra de la reforma prevista, después de un aumento de once puntos con relación a la semana pasada (BMFTV, 18/12). En términos del conjunto de la población, los que apoyan la reforma cayeron 7 puntos, y los que están a favor subieron 8 puntos. “El gobierno ha visto reducir su base. Cada vez más compatriotas lo responsabilizan por la crisis” (ídem).

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