Tucumán: pandemia, crisis y luchas

Escribe Daniel Blanco

Tiempo de lectura: 3 minutos

Tucumán se ha transformado en una zona liberada para el avance de la pandemia. El número de contagios registrados ya superan los 50.000, pero el director del SIPROSA (Sistema Provincial de Salud) eleva la cifra a más de 200.000 y uno de los infectólogos del Conicet afirma que esa cantidad sería superior a los 300.000. Este desfasaje resulta de la proyección de la enorme cantidad de casos asintomático que se registran en las acciones de testeo. A pesar de ello el gobierno procede a liberar todas las actividades y circulación de la gente. Esta normalidad contrasta con la situación en el sistema de salud, con las UTI (Terapias) completamente colapsadas y con más de 4.000 trabajadores de la salud que han sufrido contagio y más de 50 han fallecidos.

La ministra de salud como las autoridades del SIPROSA han recomendado retroceder en fase, limitar los horarios de circulación de la gente y la concentración en bares y otras actividades, pero Manzur, ha hecho oído sordo a estos planteos y se ha ajustado a los reclamos de las cámaras empresariales.

Avance de la crisis general

A pesar de este avance de la pandemia, casi a diarios la plaza Independencia es escenario de manifestaciones reclamando frente al agravamiento de la miseria y los atropellos del gobierno y las patronales.

Trabajadores de ATE disidentes, por un lado, y los del Sitas (que agrupan a trabajadores de la salud), trabajadores del citrus autoconvocados, Los docentes autoconvocados, trabajadores del comercio, Los choferes, La docencia universitaria agrupada en ADIUNT, la docencia privada agrupada en Sadop, los feriantes del su provincial, etc. todos estos sectores se han movilizados, han realizado caravanas, en algunos casos piquetes, concentraciones, reclamando paritarias, el pago de sueldos adeudados, el rechazo a actividades presenciales en el caso de la docencia, el pago de subsidios para todos los temporarios del limón

En diversas zonas de la provincia se están produciendo ocupaciones de terrenos.

Ibagail, Paola

Este reguero de luchas y reclamos se vio potenciado por la reacción popular frente al femicidio de la niña Ibagail, y más recientemente el de Paola Tacacho, por parte de un exalumno. Si en el caso Ibagail la reacción popular fue de repudio al accionar policial y de simpatía al linchamiento del presunto femicida, en el caso Paola, asesinada luego sufrir acoso durante 6 años y de haber efectuado 17 denuncias (penales, civiles y en organismos de protección contra la violencia a las mujeres) y de haberse comprobado que todas esas denuncias fueron cajoneadas, la reacción popular se ha canalizado en repudio a la justicia reclamando la destitución del juez Pisa, quien tuvo a su cargo la última denuncia sobreyendo al acosador. Pisa está pretendiendo salir por la tangente, pues presentó la renuncia condicionada a pueda acceder a la jubilación del 82% (hoy de 300 mil pesos).

En el reclamo del juicio político, se pone entre la espada y la pared a Manzur, pues debería rechazar la renuncia de Pisa y a la legislatura que debería proceder a activar los mecanismos para el juicio. Si se hace lugar al reclamo de juicio político se puede precipitar una crisis mayúscula pues Pisa, una especie de Oyarbide provincial, abriría paso para que se demandara a los otros jueces y fiscales que actuaron en las otras denuncias. Si se lo protege, todo el poder político quedaría desenmascarado como una asociación mafiosa contrario a la vida y los derechos mas elementales de justicia de las personas.

Pisa además, es quien acaba de fallar en la denuncia que el Juez Pedicone realizó contra el vocal de la Corte, Daniel Leiva, por un conjunto de ilícito reclamando su destitución. Pisa adoptó resoluciones completamente arbitrarias para favorecer al vocal de la Corte, un hombre afín a poder político provincial.

Perspectiva

En este cuadro, donde se generalizan las autoconvocatorias como medio de superar el chalecos de fuerza de las burocracias en los sindicatos y donde crece la tendencia a la organización por abajo y a coordinar, expresión de ello es la permanencia de la Coordinadora de Lucha que se forjo en el mes de marzo, y que a pesar de los obstáculos para promover grandes acciones que impone la pandemia, sigue siendo el único punto de referencia de unidad de los diversos sectores que están en lucha.

Es preciso avanzar en esa dirección. Lo que está planteado es impulsar por medio de asambleas, plenarios, la deliberación de los trabajadores y el pueblo, orientarse a unir los reclamos por la vida y la salud, con los reclamos por el trabajo, el salario, el suelo y la vivienda y todos los reclamos democráticos y aquellos que emergen de la crisis en desarrollo, extender la conformación de coordinadora zonales y preparar por esa vía la convocatoria a un congreso de base de todas las organizaciones y fuerza dispuesta a la lucha unitaria y por una salida obrera a obrera a la crisis del régimen capitalista.

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