Tiempo de lectura: 1 minuto
El asesinato del general iraní Qasem Soleimani, ordenado por Trump, fue respondido al día siguiente con movilizaciones en más de 80 ciudades de Estados Unidos.
Con una asistencia por el momento modesta, las consignas mostraron un rechazo a la escalada de provocaciones en Medio Oriente y a los planes de intervención imperialista, reavivando las llamas de las multitudinarias protestas anti-guerra del 2003.
Entre las principales movilizaciones, se registraron actos y manifestaciones en Nueva York, una frente al Times Square y otra frente a la casa del senador demócrata Chuck Shumer, denunciado como cómplice de las acciones belicistas de Trump; en Chicago, frente a la Torre Trump; en Washington frente a la Casa Blanca; en Los Ángeles, San Francisco, las cuales congregaron al menos a mil personas cada una. Otras movilizaciones se registraron en Boston, Portland, Philadelphia, Pittsburgh, Cincinnati, San Diego y Atlanta.
En todas las concentraciones se levantó la consigna “Fuera Estados Unidos de Medio Oriente”. Se movilizaron estudiantes universitarios, activistas contra la guerra, organizaciones de izquierda, organizaciones antifascistas y la corriente de izquierda del Partido Demócrata, los Socialistas Democráticos de América (DSA).
Este proceso que recién comienza demanda a la izquierda norteamericana salir del letargo político en el cual se encuentra hace décadas.
Es necesaria una agitación revolucionaria que marque la línea de continuidad entre la guerra y la crisis capitalista mundial como parte de un mismo proceso y desarrolle la necesidad de una salida independiente de las masas ante la barbarie imperialista.