Telefónicos: sobre el debate de las vacunas

Escribe Agrupación Clasista Naranja Telecomunicaciones (mayoría)

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Reproducimos la respuesta de la agrupación Naranja de Telecomunicaciones (Mayoría), dirigida por militantes de la Tendencia del Partido Obrero, al planteo hecho por la agrupación del Partido Obrero (o) al frente único de oposición (Lista Granate), referido a apoyar la campaña por la declaración de “utilidad pública” del laboratorio mAbxcience, propiedad de Hugo Sigman, donde se produce el componente activo de la vacuna AstraZeneca.

Compañeros

Queremos poner el eje en el planteo de que los trabajadores de telecomunicaciones empezando por los que entran a domicilio, y quienes trabajan en las comerciales sean vacunados dentro de las prioridades, e inclusive sus familias, porque un trabajador vacunado puede igualmente contagiar a su grupo familiar.

Pero no podemos obviar la posición sobre la presencialidad, que el Estado en todos sus niveles empuja a pedido de las patronales, que no quieren pagar más las licencias, y donde no toma ninguna medida que restrinja los contagios frente al aumento brutal de los casos, y la confesión de que pronto quedaría sobrepasado el sistema de salud.

Se propone una campaña sobre la “utilidad pública” del laboratorio, y contra las patentes médicas con las cuales podríamos acordar, y por otro, se defiende la “presencialidad”, a remolque de los planteos empresariales y presiones mediáticas, presencialidad que ningún protocolo puede garantizar “segura”, como se demuestra en el mundo entero.

Mientras se desenvuelve la campaña por la “utilidad pública, que debería cumplimentarse mediante un proyecto parlamentario o un decreto del propio ejecutivo si se desmadrara la situación, los docentes y las actividades no esenciales deben seguir presencialmente. Nos pronunciamos por una campaña para terminar ya con la presencialidad de las clases y toda actividad económica no esencial. No acordamos con una campaña en los términos que se nos plantea mientras se encubre en lo concreto una política de colaboración con el Estado en la gestión de la presencialidad en la pandemia con el taparrabo de la discusión de protocolos irrealizables, que son coladores o que el propio Estado violenta, y de cómo se debe viajar. O sea, “nuestras vidas por sobre sus ganancias”.

La “utilidad pública” es una institución del Estado y conlleva la idea de un Proyecto para modificarlo, pero lo que está planteado es quebrar la política criminal del Estado mediante la intervención de los trabajadores, que pondría la nacionalización de los laboratorios en la agenda de la clase obrera y sus medios para conseguirla.

Tampoco acordamos con el ángulo de las vacunas argentinas para los argentinos, porque como se señaló ¿que quedaría para los rusos y chinos, a quienes sus Estados no vacunan para vender vacunas como parte de la lucha imperialista por influenciar y conseguir acuerdos y contratos estatales en todo el mundo? Este planteo rompe con el internacionalismo de la clase obrera. El planteo debiera definirse contra el capital y el imperialismo, planteando la colaboración internacional entre los países, y no, con un planteo simil chovinista que pone distancia entre los pueblos trabajadores.

Impulsemos reclamar la vacunación el en gremio a los trabajadores y sus familias.

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