Escribe Chino Santiago
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El pasado viernes 14 de mayo, gracias a la presencia de organizaciones políticas y barriales en apoyo a la lucha de los trabajadores de salud de la clínica Sagrado Corazón de Hurlingham, se pudo evitar un desalojo de manera provisoria. Los trabajadores de la clínica vienen reclamando que se acepte constitución como cooperativa, ya que desde el año pasado la patronal ha dejado de pagar salarios, rescindió contrato con Pami y viene intentando llegar al cierre definitivo de la clínica.
Este establecimiento de salud cuenta con 120 camas para internación, 10 camas UTI, y un aparato productor de oxígeno para tubos en terapia intensiva. En el contexto actual de pandemia sería un dislate no contar con estos medios para el usufructo de la población. En este sentido, el municipio de la gestión de Juan Zabaleta, ligada al gobierno nacional, no ha hecho más que brindar asesorías legales, pero sin arrimar ninguna solución. El camino a seguir lo vienen marcando los trabajadores de la clínica, que se turnan entre compañeros para evitar el vaciamiento de equipos del establecimiento, mientras que esperan respuesta positiva para funcionar legalmente como cooperativa. En un marco de crisis sanitaria, mientras el gobierno deja al libre albedrio el negociado de la salud por parte de las empresas prestadoras de servicios, más que nunca debemos apoyar esta lucha signada por la toma de los trabajadores de la clínica para que se abra lo más pronto posible.
Hacemos responsable al gobierno nacional, provincial y municipal por no hacerse cargo de la apertura de la clínica en un contexto de colapso sanitario.
Apertura ya. Defendamos los puestos de trabajo.
Que el estado se haga cargo del pago de salarios y del mantenimiento operativo de la clínica. Abajo el desalojo.
¡Viva la toma de los trabajadores de la clínica” Sagrado Corazón de Jesús”!