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Las elecciones en México fueron unas de las más violentas de su historia. Hubo un centenar de políticos asesinados y 800 denuncias por “apremios y amenazas”. El Instituto Nacional Electoral (INE) reportó la cancelación de 41 centros de votación, de los cuales 20 directamente no fueron abiertos, debido a diversos episodios de violencia. En este cuadro, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) perdió su “supermayoría”, pero mantiene la mayoría simple en el Congreso. Morena, su partido, pasaría de 256 diputados a 190 y a 203 con aliados.
AMLO mantuvo la reforma laboral precarizadora. En México el trabajo informal supera a la mitad de la población. El gobierno dejó pasar los despidos en General Motors, en Notimex, y en muchas dependencias estatales. También continuó la represión y criminalización de la lucha de los normalistas.
Su partido, Morena, fue a las elecciones en un frente con los Verdes y el PT (Partido del Trabajo), Hacemos Historia, que obtuvo el 44% de los votos totales, mientras que el Frente opositor (PAN, PRI, PRD) obtuvo el 42%. Está por verse si estos frentes seguirán siendo o no alianzas estables.
El Morena obtuvo 11 de 15 gobernaciones en juego (una en manos de los verdes), y controla ahora 19 de 32, arrasando en los estados del pacífico. Los grandes perdedores en términos de gobernaciones son el PRI, PAN y PRD, que cedieron gubernaturas a la fuerza creada en 2014 por AMLO. El frente opositor salvó la ropa en Ciudad de México.
Pero en diputados hay más fragmentación. El Partido Verde cuadruplica sus representantes (de 11 pasa a 44), pero es una formación que históricamente cambió de bando, aliados al PAN, luego con el PRI durante 15 años; y con Morena ahora". En Ciudad de México, el conteo rápido dibuja el derrumbe de Morena en seis alcaldías (distritos administrativos en los que está dividida la capital) clave para el partido: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Tlalpan, Magdalena Contreras y Azcapotzalco. Morena pierde cerca de un millón de votos en la capital respecto a los comicios de 2018. Mantiene siete alcaldías, pero la oposición en la ciudad, compuesta por el PAN, PRI y PRD, se queda con nueve. Sin embargo, a coalición PRI-PAN-PRD, vencedora de la noche en la capital, pierde casi 900.000 votos respecto a los que consiguió en 2018, entonces por separado.
Según la consultora Etellekt, los candidatos asesinados fueron 91 en total. Entre ellos se encontraban 36 aspirantes y candidatos, 14 mujeres, y el 75% eran opositores a los gobiernos estatales (infobae, 7/6. En México –como en otros países de América Latina– existe un entrelazamiento histórico entre el poder político patronal, los empresarios y los carteles de drogas. En distintas regiones de México la utilización de estas bandas paraestatales está detrás de la defensa del sistema de “maquilas” y muchos de esos asesinatos son a líderes sociales y sindicales que se organizan. Simplemente recordemos los 43 asesinados de Ayotzinapa, un crimen de estado que continúa paralizado.
Algunos periodistas e investigadores señalan que el financiamiento ilegal de las campañas tiene una relación causal con los altos niveles de violencia. Según el informe “Dinero bajo la mesa”, creado por la consultora Integralia y la organización Mexicanos contra la Corrupción, por cada peso que una persona candidata a gubernatura reportó gastar en el proceso electoral de 2018, utilizó otros 14 pesos con poca o nula transparencia. (ídem)
Para muchos, “los votantes en la Ciudad de México parecían estar castigando a Morena por el impresionante número de muertos por covid-19 en la capital, el epicentro del brote, y un accidente en el metro en el que murieron 27 personas el mes pasado. La mayoría de las alcaldías de la ciudad, que habían estado dominados por Morena, se inclinaban hacia las coaliciones de oposición, según los resultados electorales parciales” (ídem). A su modo, México tuvo también el cimbronazo electoral que caracterizó a otros comicios continentales.