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“Izquierda Socialista” ha sacado una declaración que denuncia al PTS por haber llamado en forma “unilateral” y “pública” a la “unidad de la izquierda clasista socialista”. En un artículo nuestro anterior ya habíamos advertido que la “convocatoria” del PTS no contaba con el aval de los otros partidos del FIT U. El señalamiento de IS coloca al PTS ante la disyuntiva de ratificar su llamado “a la unidad” o admitir que esa ‘convocatoria’ sólo tuvo el propósito de operar como “un globo de ensayo”.
Con relación a nuestra Tendencia, IS dice que “rompió con éste (el PO) y con el FIT U”. Cualquier observador medianamente imparcial reconocerá, sin embargo, que la dirección de IS falta a la verdad. Nuestra Tendencia fue expulsada del PO, en violación de los estatutos del PO y, aún peor, en forma sumaria y sin derecho a defensa. Es necesario ser muy ‘tendencioso’ para calificar el reclamo de derecho de Tendencia como una ruptura, cuando es precisamente lo contrario. El FIT-U, y por lo tanto Izquierda Socialista, aceptó esa expulsión por carácter transitivo - si los echaron del PO no pueden seguir en el frente. Esto echa una luz interesante sobre el FIT-U, aunque no sea una novedad, a saber, es un frente de aparatos ‘solidarios’. Con la convocatoria a la unidad general de la izquierda, el PTS habría violado ese pacto, en especial en lo que hace a nuestra Tendencia. Los partidos del FIT U han aceptado sin chistar los vetos del aparato del PO a la Tendencia en todas las actividades o convocatorias del FIT U, o incluso más allá del FIT-U. Es lo que hace el Polo Obrero oficial. La ‘solidaridad’ de IS con el aparato del PO es conmovedora.
A renglón seguido, IS hace suya la política de censura y expulsiones del aparato del PO. Dice que, “desde su nacimiento” la Tendencia “ha criticado virulentamente (sic) al FIT U”. Como la virulencia de una crítica es un asunto subjetivo, el cuestionamiento de la crítica, por parte de IS, invalida su denuncia acerca de las “rupturas” que nos endilga, porque es claro que los ‘críticos’ son ‘rupturistas’ por definición.
Es interesante observar que la “Tendencia” es crítica del FIT desde su propia formación. No hay nada más natural que advertir a tiempo los límites de un frente en el que uno mismo participa. Dijimos que era “oportunista” en marzo de 2011, cuando el PO de ese momento llevaba la candidatura a la Presidencia y los primeros lugares a diputados. La caracterización se refería a la amalgama con corrientes que todo el PO caracterizaba como democratizanes. La que tenía en extremo esas características era IS, con una década de colaboración con el partido comunista, y un programa de “democracia y justicia social” (nadie aludió entonces ni después al apoyo a las patronales agrarias en 2008). En 2019, desarrollamos una crítica completa al programa del FIT-U, que caracterizamos como una variante del populismo. Era un enorme retroceso respecto al Manifiesto de 2013, de neto corte socialista. Naturalmente, desde nuestra “salida” del PO Oficial, el aparato partidario ha reemplazado esas críticas por pullas y zancadillas, de la misma categoría que exhiben las otras corrientes del FIT U. Nosotros seguimos en lo mismo: rechazamos el electoralismo, la adaptación al Estado por la vía del parlamento, el conservadurismo en relación a las organizaciones obreras.
El PTS, en cambio, ha caracterizado FIT y lo sigue caracterizando como FIT-U, como “un campo de disputa”, lo cual no es precisamente una reivindicación del derecho de crítica sino una declaración formal de liquidacionismo. Ahora mismo, el planteo de unas Paso generales, que Ramal desarrolló en la entrevista con Gustavo Sylvestre, son un ancla de salvataje al FIT-U, pero con un método clarificador. Como se ve, nos adelantamos críticamente a quienes nos atacarán por esta propuesta. Hay disidencia, más que ‘virulenta’, liquidacionista en la filas del FIT-U, debido a la siempre pelea por candidaturas, por un lado, y a las riñas faccionales en los sindicatos y demás campos de lucha, por el otro. Es una tropa abrumadoramente sin principios.
Las afirmaciones del aparato acerca de que una discusión pública, en el marco de las Paso, ofrecería un espectáculo de agresiones recíprocas, es un reconocimiento de que el FIT-U se encuentra en estado de extinción, incluso como sello electoral – en todos los otros sentidos, no existe. El colmo del aparataje es que opone a las Paso un Congreso, donde esa virulencia se manifestará a los golpes, si ese Congreso no es ‘arreglado’ con anterioridad. El aparato propone un Congreso pero rechaza “el debate” – lo cual es el colmo del desvarío. Nuestro planteo de Paso no puede ser calificado de ‘triunfalista’, por razones obvias; es, por el contrario, una iniciativa para que el electorado concentre su atención en una sola lista de izquierda frente a la crisis social y política enorme, sin ninguna confusión acerca de las diferencias políticas – que no deben ni pueden ocultarse sino hacerse públicas. La viabilidad de este método es condicional – depende de que se usen las Paso para que los trabajadores se informen de las posiciones de cada partido, o que, por el contrario, sirvan a seguir haciendo liquidacionismo verbal, como ocurriera en una reciente pseudo conferencia americana, confinada a las organizaciones del FIT-U. La responsabilidad por no alcanzar esa lista única recae en quienes rechazan las Paso.
Volviendo a la virulencia
(sic), ella caracteriza las relaciones de aparato en el FIT-U. El carácter rupturista de esas zancadillas se advierte, por ejemplo y nada menos que en el SUTNA. Tuvo varios episodios “virulentos” en los SUTEBAs combativos, hasta que el acuerdo con la presencialidad escolar segura o cuidada
cerró la brecha.
Izquierda Socialista presenta como inexplicable
la crítica “virulenta” de nuestra Tendencia al FIT U, cuando la propia IS ha debido demarcarse de votaciones parlamentarias del PTS y el PO, lo que puso al desnudo la colaboración de estos con fuerzas extrañas a los trabajadores. Por caso, cuando su diputada se abstuvo de la ley de emergencia alimentaria
de Macri-Alberto Fernández votada por Del Caño-Del Plá, o cuando los legisladores del PTS-PO votaron la ley sionista que consagraba el pacto Trump-Netanhayu contra la libertad de crítica al sionismo. Recordemos que el voto al sionismo se produjo en el marco de denuncias previas de diferentes personalidades que ni siquiera forman parte de la izquierda, y después de que la diputada de AyL hiciera saber los fundamentos de su voto en contra. Los legisladores del FIT U se tomaron después una semana para reconocer el ‘error’, que atribuyeron a sus asesores. Cuando intentaron ese remedo, llevaron su apoyo al embajador de la Autoridad Palestina, es decir, que no representa más a las masas palestinas sino a los funcionarios que trabajan para Biden y los servicios israelíes. IS, al igual que los otros socios del aparato del PO en el FIT U, no dijo una palabra sobre los quórums de la banca del PO chaqueño al Presupuesto y a la venta de tierras públicas por parte de Capitanich.
IS reprocha al PTS el carácter “público” que dio a su propuesta de Paso. En otras palabras: los trapos sucios se lavan en casa. La mesa del FIT U debe arreglar sus “asuntos” a espaldas de los trabajadores, cuyo voto reclama.
IS ni siquiera se ha detenido a pensar que el planteo de las PASO, con sus límites, responde al impasse que atraviesa el FIT U. IS propone meter la basura abajo de la alfombra y aplicar “más de lo mismo”. Ninguno de los partidos del FIT U aborda este impasse en términos políticos. De un lado, una “Paso” entre ‘candidaturas´, sin ofrecer explicaciones políticas. Del otro, un Congreso para mejorar las posiciones negociadoras de quienes lo proponen. Por último IS – más de lo mismo, nada de críticas y menos públicas.
En resumen, IS falta a la verdad.