Pergamino: un intendente solidario con las patronales y enemigo de los trabajadores

Escriben Lucas Giannetti y Luciano Martínez

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El Bingo Imperial Pergamino, propiedad del operador del macrismo Daniel Angelici, es una punta de lanza para llevar adelante la apertura total de las actividades en la ciudad. Pergamino continúa en fase 2 y esto es responsabilidad absoluta del gobierno municipal, que desde un comienzo ha desarrollado una política anti-cuarentena y negacionista de la pandemia.

La patronal del Bingo ha lanzado a los trabajadores a una movilización, pidiendo por la reapertura de las puertas de la casa de juegos. Al igual que toda la burguesía, durante la pandemia el Bingo Imperial ha sido rescatado por el gobierno nacional con las suculentas sumas de dinero que representan los REPRO (Programa de Reconversión Productiva) para abonar salarios. Así y todo, el Bingo les liquida a sus 300 trabajadores sólo el 75 % del salario.

El sindicato, correa de transmisión de los intereses de la empresa del juego, en vez de pedir por el pago completo de los salarios, se puso a la cabeza de la protesta pro-patronal. Los trabajadores, ni lerdos ni perezosos, han señalado de manera oportuna que el sindicato de juegos de azar ha sido siempre un aliado de la empresa.

El carácter patronal de la protesta quedó en evidencia con la recepción en las puertas del palacio municipal por parte del intendente Javier Martínez (JxC) y su secretario de gobierno Rico Zini, quienes mantienen una disputa político-mediática con el gobierno de la provincia desde el inicio de la pandemia.

A Martínez no le interesan los trabajadores del Bingo ni ningún otro trabajador. Su gobierno ha estado al servicio de las grandes fortunas de nuestra ciudad y la pandemia ha expuesto esto al máximo. Si abrió las puertas del municipio fue en defensa de los intereses patronales, ya que, por ejemplo, en tres años de movilizaciones y piquetes frente a su despacho, se ha negado rotundamente a recibir a los militantes de nuestro Polo Obrero Tendencia. El mismo Martínez que obligó a 50 trabajadores municipales de riesgo a volver a sus puestos, ahora abre las puertas del municipio a los dueños del Bingo.

Es necesario organizar un plenario de trabajadores ocupados y desocupados que discuta una política de independencia de clase, la defensa de los puestos de trabajo, un salario igual al costo de la canasta familiar y la protección de la salud y la vida de los trabajadores.

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