Ingenio San Isidro: los obreros despedidos arrancan una negociación

Escribe Gabriela Jorge

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El lunes pasado, 150 obreros despedidos del Ingenio San Isidro convocaron a una jornada de movilización e iniciaron un corte en los principales caminos de la planta, para evitar que salgan y entren los camiones para la molienda.

El reclamo consiste en la reincorporación y el pago de las indemnizaciones que les corresponde por derecho a los obreros que fueron despedidos en 2018, tras una crisis inventada por la patronal, que buscó desarmar a la organización obrera.

Que en este primer round de lucha, con un corte de 48hs, la patronal abra una negociación pone en cuestión estos 3 años de una ofensiva e incluso de terror contra los trabajadores. La destrucción de puestos de trabajo en el Departamento de Güemes contó con la completa complicidad del Estado provincial y nacional. En la última semana, por cuenta y orden de la patronal, Sáenz militarizó el ingenio tras el rechazo de un grupo de obreros a que sus indemnizaciones sean pagadas “en especias”, con tierras que no alcanzan a cubrir ni un tercio de lo que les deben.

Con el cierre del ingenio y el despido de sus 730 trabajadores, entre ellos la actual comisión directiva y el cuerpo de delegados, la patronal del grupo Ruíz instauró un régimen de violación flagrante del Convenio Colectivo de Trabajo, así como de leyes laborales, prohibió la organización sindical con amenazas de nuevos despidos y persecuciones.

El terror de los Ruiz se puede dar vuelta

En una entrevista, el martes 6, al principal diario de la provincia, Diego Ruiz, uno de los dueños del Ingenio, declaró que el responsable de los despidos sería el secretario general del sindicato SOEASI. Un acto que arroja una mayor claridad: la patronal con los despidos buscó barrer a la organización sindical que, entre otras cosas, logró imponer el reconocimiento de 29 delegados, el salario final más alto en la rama y el pase a planta de obreros de la cosecha para recontratar solo un tercio de los trabajadores sin contrato, sin las herramientas de trabajo y totalmente precarizados.

Las declaraciones de Ruiz son un llamado desesperado para seguir violando el conjunto de leyes y derechos laborales que fueron conquistados por años de lucha por el conjunto de los obreros azucareros. Esta fue la línea que las patronales azucareras de Salta y Jujuy impusieron desde 2018: a los 730 despidieron del San Isidro, se sumaron 181 del Tabacal, 630 en La Esperanza, y más de 150 en Ledesma - un desastre social en los pueblos azucareros. La complicidad del gobierno de Urtubey, el Jujeño Morales y del entonces presidente de la Nación, Macri han sido completas. Entonces, ¿Quién son los responsables del retroceso social de Campo Santo y de los pueblos azucareros de Salta y de Jujuy?

Las negociaciones con la patronal finalizarán el próximo miércoles 14, la defensa y la solidaridad activa de esta lucha es fundamental para dar un golpe a la patronal y los atropellos garantizados desde el propio Estado. Abajo la militarización del Ingenio San Isidro y la persecución laboral contra el sindicato y el conjunto de los obreros, por la reincorporación de los obreros despedidos.

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