A los trabajadores de Mondelez

Altamira en Mondelez, 11/8/21.

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Compañeros, hoy estamos frente a una fábrica muy importante con una extraordinaria tradición de lucha en la zona norte del gran Buenos Aires.

En este momento Mondelez está viviendo un conflicto que nos dice muchísimo acerca de estas elecciones. Ese conflicto consiste en la disposición de la empresa de despedir entre 200 o 300 compañeros que se encuentran bajo contrato, que no forman parte del personal estable de la empresa. Es un número enorme de compañeros. Demuestra que la empresa quiere actuar con absoluta libertad a la hora de contratar y a la hora de despedir trabajadores, lo que se llama en la jerga laboral, una intensa rotación de personal. Esto significa acentuar la vulnerabilidad del puesto de trabajo. Esto que hace Mondelez lo hace toda la patronal argentina, en la grande y pequeña industria. Despidos a capricho de la patronal.

Es lo que se está discutiendo en el próximo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Este régimen que aplica Mondelez con un sector de trabajadores de la planta va a ser establecido en forma legal para el conjunto del movimiento obrero. El FMI quiere establecer una reforma laboral que permita el despido sin indemnización, que liquide las conquistas y derechos laborales que ha conquistado el movimiento obrero argentino durante 150 años. Es lo que ha vendio ocurriendo crecientemente, que a través de los gobiernos de Menem, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Macri y ahora de Alberto Fernández.

La liquidación del derecho laboral como se aplica en Mondelez es una exigencia de los acreedores internacionales y nacionales. Las patronales argentinas, incluido esta, han acumulado una gran parte de la deuda externa e interna del Estado. De otro lado, la deuda externa del capital privado argentino es de 100 mil millones de dólares Para pagar esta deuda y girar utilidades a sus casas matrices, necesitan embolsar enormes ganancias a costa del salario y de la estabilidad laboral. Está en juego el derecho laboral. La defensa de los compañeros que están bajo contrato en Mondelez deben gozar de una estabilidad completa en su lugar de trabajo. Exactamente lo contrario de lo que va a firmar después de las elecciones el gobierno de Alberto y Cristina Fernández con el FMI.

Lo más grave de todo, si puede hablar así, es que esta destrucción del derecho laboral como pretende la patronal de Mondelez va a ser votada por el Congreso argentino que salga de las elecciones próximas. El FMI y el gobierno de Alberto Fernández han llegado a un acuerdo de que lo que se firme sea votado luego por el Congreso Nacional. Los diputados del oficialismo van a votar el acuerdo del oficialismo y el Fondo, y los macristas van a votar a favor del FMI porque son agentes directos del FMI.

Votar por los partidos patronales en estas elecciones es votar por la destrucción del derecho laboral argentino, es votar por la destrucción de los derechos de los jubilados. Hoy el salario mínimo es de 28 mil pesos, hoy la jubilación mínima es de 25mil pesos. Quieren darle carácter legal a este brutal abuso: 28 mil y 25 mil pesos en un país donde la canasta familiar es de 130 mil pesos. ¿Vamos a seguir permitiendo la destrucción de las conquistas sociales?

Llamamos entonces al conjunto de los trabajadores a votar otra alternativa. Nuestro compromiso es utilizar la tribuna del Congreso para impulsar la movilización popular para rechazar el acuerdo con el FMI. No vamos a ser parlamentarios que ocupan un banquito y que se mueven en las oficinas reservadas para los diputados. Como diputados, vamos a estar en las calles, en las puertas de las fábricas, organizando piquetes, para que se defienda el derecho laboral del contrato indeterminado, permanente, no a plazo fijo, no la contratación por agencia, no el trabajo en negro.

Las patronales, con la liquidación del derecho jubilatorio, quieren dejar de pagar los aportes jubilatorios, como ya lo vienen haciendo. Quieren que la jubilación, que es un salario diferido, se transforme en un subsidio a la vejez, que no afecte los negocios de estas patronales. Hoy, un hombre que representa a estas empresas, Funes de Rioja, ha planteado que el trabajador que no se vacune le van a quitar el salario. Es decir que lo van a despedir. Ahora bien, ¿cuánta gente está vacunada? ¿Cuántas vacunas hay? Con una dosis hay un 50% de vacunados, con dos, un 20 por ciento.

¿Le van a bajar el salario al 80% de la clase obrera argentina que no se han podido vacunar porque no hay vacunas? Funes de Rioja es el representante de la patronal de la alimentación en cuya cámara milita la empresa que está a espaldas de nosotros, y que pretende despedir en octubre a 300 trabajadores.

Venimos acá no solamente para llamar la atención de los trabajadores sobre las elecciones. Venimos acá para decir que nuestra militancia parlamentaria va a estar en las puertas de las fábricas, en las puertas de las casas de estudios, con el movimiento de los jubilados. No somos parlamentaristas, vamos al parlamento como antiparlamentaristas. Como gente que denuncia las mentiras del parlamento, que se apresta a firmar con el FMI para destruir los derechos laborales que la clase obrera argentina fue conquistando a lo largo de 150 años.

Compañeros y Compañeras, el momento que vivimos es dramático: 60% de pobreza, millones de compañeros sin vivienda, sin atención pública, con el boicot de las obras sociales. En este marco brutal aparece un burócrata sindical como Palazzo, y dice que él propone la reducción de la jornada laboral, para que los trabajadores tengan más tiempo libre. Pero el Frente de Todos en el cual está Palazzo no propone la reducción de la jornada laboral. La burocracia de la CGT en la cual está Palazzo, Tampoco propone un plan de lucha para imponer la reducción de la jornada laboral. Son unos impostores estos burócratas sindicales. Quieren llevar el voto obrero al frente patronal. Es una estafa política y estamos aquí para denunciarlos.

Compañeros y Compañeras, celebro que los compañeros de Política Obrera de zona norte estén haciendo hoy con mi presencia este acto en la puerta de Mondelez, porque es así como nos entendemos una campaña electoral. No queremos figuritas en la televisión no queremos imágenes publicitarias. Hay que pelear a calzón quitado y reorganizar a la clase trabajadora y obtener victorias, incluso victorias decisivas.

Buenas tardes, seguimos nuestra campaña política.

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