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Este 27 de agosto marchamos a Plaza de Mayo y a las plazas centrales de buena parte del país (Salta, Tucumán, Rio Negro, Córdoba, Bariloche, San Juan, Mar del Plata, Rosario, La Plata y otras), contra el gatillo fácil, convocados por los familiares de las víctimas de la violencia policial.
Desde el ´retorno´ de la democracia hasta la fecha, el aparato represivo se llevó la vida de 7.587 ciudadanos. Casos como el de Luciano Arruga durante el kirchnerismo, el de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, fueron motivo de grandes movilizaciones populares. El actual gobierno de Fernández- Fernández ya carga en su mochila casos emblemáticos, como el de Luis Espinoza (Tucumán) y Facundo Astudillo Castro (Bahía Blanca), y Brandon Romero (Mar del Plata). El gatillo fácil representa el estado policial, en el marco de un régimen político pseudo constitucional.
En el acto central en Plaza de Mayo fue leído un documento, seguido del testimonio de numerosos casos.
El texto consensuado por los familiares señala: “encontramos, dentro de los diferentes gobiernos, personajes responsables o cómplices de masacres que nos lastiman. Así en el caso de Felipe Sola, canciller del gobierno de Alberto Fernández y responsable político de la masacre de puente Pueyrredón; Espinoza, intendente actual de la Matanza y encubridor de la desaparición de Luciano Arruga; Aníbal Ibarra exjefe de Gobierno de CABA; responsable político de la masacre de Cromañón, y la lista sigue. Por eso: no solamente es la policía sino toda la institución y más allá, el estado en su conjunto. Alguien da las órdenes para las fuerzas represivas”.
Política Obrera (la Tendencia del Partido Obrero), se hizo presente en CABA y en las demás provincias con sus columnas.
