Elecciones de graduados en Sociales: todo lo sólido se desvanece en el aire

Escriben Julián Asiner y Patricia Lambruschini

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El viernes 27/8 finalizaron las elecciones de graduados en Sociales, donde votaron cerca de 4000 personas, entre docentes y egresados empadronados. A pesar de haberse realizado en plena pandemia, la afluencia de votantes fue levemente superior a la de 2019. El resultado en graduados convalidó la misma tendencia que se había advertido en el claustro de profesores: cuatro años después de poner a Carolina Mera como decana en alianza con un sector del kirchnerismo, y de participar directamente en la gestión de la facultad conduciendo secretarías decisivas incluso tras la ruptura de dicha alianza; el bloque radical/peronista que dirige el Rectorado tuvo un fuerte retroceso electoral. Esta caída fue capitalizada por el bloque kirchnerista que postula a Ana Arias (Cullen, Trabajo Social) y a Diego De Charras (Nexo, Comunicación) como próximos decana y vicedecano.

En Consejo Directivo, el kirchnerismo obtuvo el 59% de los votos contra el 29% de los radicales y la UES. Comparada con la votación de 2019, si bien el bloque del rectorado mantuvo su porcentaje, el kirchnerismo subió 12 puntos. Este crecimiento se debe en gran medida a la integración de “Sociales Interclaustros”, el armado de un sector de Patria Grande que sumó a sus candidatos al bloque K, aunque también arrastró a una parte de los votantes de la izquierda, que a pesar de aliarse con Imaginación Sociológica, retrocedió del 12 al 9,5%.

La caída del rectorado es más estrepitosa en las carreras. En Ciencia Política, el bastión histórico de los radicales, el kirchnerismo quedó a sólo tres puntos de ganar la elección. Algo similar ocurrió en Relaciones del Trabajo, otrora bastión de la UES, donde la gestión ligada al rectorado se partió en dos y el sector mayoritario logró imponerse al kirchnerismo por tan sólo dos votos (antes, había perdido por uno en profesores). En Sociología, el sector del rectorado perdió casi 10 puntos con respecto a 2019 y pasó del segundo al tercer lugar. El kirchnerismo, en cambio, retuvo sin problemas esa carrera; ganó con el 65% en Comunicación, a pesar de la fractura de Nexo; y la Cullen se impuso con un 77% en Trabajo Social.

Luego de su victoria en profesores, este resultado en graduados terminó de dar por tierra con la pretendida polarización “rectorado/anti-rectorado” que el kirchnerismo agitó con el objetivo de sumar votos. Con esta polarización, las listas K lograron canalizar el voto de un sector que rechaza genuinamente al rectorado, sus maniobras y sus ataques sistemáticos contra la Facultad. Sin embargo, se trata de una oposición &quopara la tribuna" pero irreal en los hechos, ya que ambos bloques gestionan conjuntamente en la UBA, defienden intereses y negocios similares en la universidad, y pactaron estas elecciones de aparato que dejaron por fuera, nada más y nada menos, que al movimiento estudiantil. El bloque K ya manifestó su voluntad de retomar una “relación racional” con el rectorado, lo que preanuncia una nueva experiencia de sometimiento para Sociales.

El crecimiento electoral que ha tenido el kirchnerismo no debe confundir la interpretación: detrás de la supuesta "fortaleza" que podrían indicar los resultados, lo que prima es una fuerte tendencia a la disgregación. Nuevo Encuentro, la agrupación que supo reunir a centenares de estudiantes en el pasado reciente, implosionó tras la ruptura con Sabbatella. La Mella, o Patria Grande, que ya se había partido al medio, ahora volvió a fracturarse entre el sector de Grabois y el que comanda el Ministerio de Mujeres (Gómez Alcorta-Ogando). En estas condiciones, La Cámpora busca erigirse sobre las agrupaciones históricas de las camarillas de la facultad -Nexo, Cullen, Mate, Colectivo 39, 10 de Sociología, etc.- y arbitrar entre una miríada de grupos enfrentados entre sí.

Se reproduce en Sociales algo similar a lo que ocurre a nivel nacional, donde la campaña electoral no logra disimular la tendencia a la disgregación del campo oficial, que se profundiza con el progreso del derrumbe social y de la crisis económica y sanitaria.

Por el lado de la izquierda, el retroceso en Consejo Directivo también tuvo su correlato en la carrera de Comunicación, donde el FITU tuvo un descenso significativo de casi 10 puntos y perdió el consejero en la Junta de Carrera después de muchos años. En Trabajo Social, la lista Roja logró resistir el avance del kirchnerismo y retener su consejero con el 18%. En Sociología, la alianza del FITU con Imaginación Sociológica le permitió lograr el segundo lugar y sacar un consejero con el 19% de los votos, en detrimento de “Sociales Interclaustros”.

El retroceso electoral de la izquierda en relación al kirchnerismo, no puede desligarse de la orientación política que ha primado en ella. Antes de perder los votos, la izquierda nucleada en el FITU perdió su programa y hasta su fisonomía política. Esto representó la alianza con Imaginación Sociológica, la agrupación que gestionó durante años esa carrera. Esta política también tiene su expresión en AGD-UBA, donde prima una adaptación a la conducción kirchnerista de Conadu Histórica, en medio de un retroceso en regla de los salarios y las condiciones laborales de los docentes universitarios. La lista FITU-Imaginación hizo su campaña de espaldas a la crisis humanitaria que atraviesan las masas producto de la pandemia y su gestión capitalista. Si el retroceso del rectorado en Sociales fue en beneficio del gobierno nacional y no de la izquierda, esto es en parte responsabilidad y resultado de este derrotero político.

En este escenario, la lista "Sociología por el socialismo" que presentamos en esa carrera obtuvo el 3% (30 votos). Se trata de una votación modesta, pero relevante por lo que expresa. Fue la única lista que denunció el vaciamiento político de las elecciones y que planteó una crítica socialista del régimen capitalista que está hundiendo al país en una catástrofe social, lo que se agravará todavía más con el pacto con el FMI previsto para después de las legislativas. No sólo planteamos un programa, sino que avanzamos en un reagrupamiento que se ha trazado una agenda para intervenir activamente en pos de recuperar la historia de lucha de Sociales. Dimos un mensaje claro a la facultad en el sentido promover la deliberación política frente a la crisis del régimen vigente y la organización y movilización de docentes y estudiantes en unidad con el conjunto a la clase obrera.

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