Texas, el aborto y la lucha de la clase obrera

Escribe Emiliano Monge

Tiempo de lectura: 3 minutos

Texas acaba de pasar una ley antiaborto que se llevó los titulares de los diarios del jueves. La ley fue firmada en mayo por el gobernador republicano Greg Abbott, y prohíbe el aborto una vez que se detecta el latido del corazón del embrión, por ello se llama la “ley del latido”. Para que se entienda, esta ley es una maniobra de los republicanos para bloquear el derecho al aborto, ya que luego de las seis semanas de embarazo prohíbe los abortos, cuando la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. En los hechos, es una prohibición del aborto, ya que se estima que entre 85 y 90% de las mujeres que abortan en Texas superan las seis semanas de gestación al momento de interrumpir el embarazo. La última noticia fue que la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de esta ley. Tres de los jueces elegidos por el expresidente, el golpista Donald Trump, definieron este fallo reaccionario.

Lo sucedido en Texas forma parte de una tendencia, impulsada por los republicanos. También otros estados aprobaron prohibiciones casi totales del aborto, y la situación amenaza con extenderse aún más.

¿Un movimiento feminista o revolucionario?

La revista Left Voice -La Izquierda Diario (PTS)- llamó a construir un “movimiento de masas” como se hizo en Argentina. "Esto es lo que se necesitó para legalizar el aborto en Argentina: un movimiento de masas. Esto es lo que necesitamos en Estados Unidos para contraatacar" (Télam, 2/9). Left Voice dijo: “Si bien el año pasado Argentina legalizó el aborto, Estados Unidos está tomando medidas para prohibirlo. Necesitamos un movimiento de masas para defender el derecho al aborto” (1/9). Pero sin definir qué carácter tendría. Víctor Hugo Morales en su columna de C5N tomó el tuit de LID para reivindicar al Gobierno de Alberto Fernández, que “escuchó” al movimiento. Laclau no podría estar más feliz con Left Voice.

El carácter del “movimiento de masas” fue explicado por LID y Left Voice. En la nota hay un link que lleva a otra tras la legalización del aborto el año pasado, donde explican concretamente en consiste el “movimiento”: “En una victoria monumental del movimiento feminista (sic), Argentina ha votado para que el aborto sea legal y gratuito durante las primeras 14 semanas de embarazo”. La “victoria” fue del feminismo, del “movimiento feminista”, no de la clase obrera.

En una nota del año pasado de La Izquierda Diario se reflejaba esta misma postura: “Ahora, después de décadas de lucha, ya no habrá casos como el de Belén, quien fue encarcelada por homicidio tras sufrir un aborto espontáneo. Ya no habrá cientos de personas sin nombre que mueran cada año como resultado de abortos inseguros y clandestinos” (ídem). Sin embargo, lo que sucede en Texas es la demostración palmaria que bajo el régimen político y social capitalista, estas conquistas pueden revertirse. Lo que se necesita para que no haya más Belén ni violencia contra la mujer por parte del Estado, es un gobierno de los trabajadores y trabajadoras.

La Izquierda Diario refleja en la nota el twit de Luciana Peker que dice “¿Se dan cuenta lo que significa el ejemplo del feminismo en Argentina para el mundo?”. Justamente lo que demuestra la reversión del derecho al aborto en Texas son los límites del feminismo en el mundo. En Argentina, buena parte del “feminismo” fue cooptado por el estado nacional, y sus lideresas terminaron calentando la silla de diferentes despachos en ministerios y delegaciones. Myriam Bregman es reflejada en LID en un café con “feministas”, quienes reclaman votar al FITU porque tiene listas que son “100% verdes”.

El PTS plantea que “Miriam tiene que estar” porque “Es parte de una lista 100 % verde: la agenda feminista no se terminó con la legalización del aborto, ella formó parte de todas las luchas del movimiento de mujeres en las calles y seguirá en el Congreso” (https://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=voice&id_article=206764).

Del goce del FMI a la violencia estatal contra la mujer

Mientras, la campaña del Frente de Todos reivindica el “goce”, cuando durante la pandemia y pocos meses tras aprobar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, reprimía y desalojaba ferozmente a 1.500 familias en Guernica, la mayoría con mujeres como cabeza de hogar. La misma juventud precarizada y que no tiene acceso a una vivienda, para ´goce´ de los especuladores y el FMI.

El mismo gobierno que se “olvidó” de las mujeres durante la pandemia. Mientras que la violencia de género aumentó durante la pandemia, el gobierno no movió un dedo para enfrentar esta situación. La ESI prácticamente desapareció durante la pandemia, con un presupuesto irrisorio. Y que eliminó las ayudas sociales a fines del año pasado. Es el mismo gobierno que derogó el DNU que prohibía desalojos en marzo, habilitando los desalojos de familias con chicos. Es el mismo gobierno que se apresta a desalojar a las familias de la 21-24.

Las lecciones para Argentina es que la lucha de las mujeres trabajadoras codo a codo con los hombres trabajadores es la lucha por un gobierno obrero.

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