Tiempo de lectura: 2 minutos
El día de ayer la asamblea de los vecinos y vecinas autoconvocados de la toma en villa 21-24 votó levantar la toma frente al inminente desalojo violento y continuar movilizados por todas sus reivindicaciones.
Los delegados de la toma fueron convocados ayer a una reunión por el Juez Daniel Rafecas, a la que también asistieron funcionarios de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana y el Ministerio de Desarrollo del Gobierno de la Ciudad; y de los Ministerios de Seguridad, de Desarrollo Social y de Justicia del Gobierno de la Nación.
Los delegados denuncian que la reunión giró en torno a la amenaza de desalojo violenta y no en torno a la solución habitacional. Adrián Rivera Solsari, secretario de Rafecas, presente también en la reunión, advirtió a los delegados que el desalojo sería llevado adelante el martes a las 00 horas con la ayuda de la Policía Federal y de la Ciudad. Luego de una larga y dura negociación, acordaron otorgar conjuntamente subsidios habitacionales y de emergencia para hasta 135 familias; aumentar el monto del subsidio habitacional hasta 15 mil pesos para aquellas familias que ya lo tuvieran; y organizar una mesa de trabajo entre los representantes de la toma, el IVC, el Ministerio de Hábitat de la Ciudad y el Ministerio de Vivienda de la Nación para el próximo martes 14 de septiembre a las 10 horas en la Cámara Federal.
La propuesta fue votada en asamblea, y ayer antes de las 23 horas, todas las familias del predio ya habían levantado la toma. Sin duda, la resolución más importante votada por la asamblea fue mantenerse en estado de alerta, organizados y movilizados. Por esto, convocan a los vecinos y vecinas y organizaciones del barrio a movilizar junto a las familias el martes 14 para acompañar a los delegados que entrarán a la mesa de trabajo.
En las difíciles condiciones que se planteó la toma durante estos 13 días, no sólo quedó expresada la crisis habitacional en la Ciudad, sino también las reservas de lucha del barrio y las familias trabajadoras más pobres. Las familias en lucha debieron enfrentar el permanente asedio de la policía que les impedía el ingreso de agua, alimentos y medicamentos; los amedrentamientos de las patotas y punteros a sueldo del Estado; y la decisión corporativa del Gobierno de la Nación, del Gobierno de la Ciudad, las organizaciones del Frente de Todos y la Iglesia de aislar la lucha del resto del barrio y los medios de comunicación.
Las familias rompieron día a día todos los cercos impuestos, y frente al ultimátum de Rafecas y la Justicia que prometía arrasar violentamente con todo, votaron dar un paso atrás que sin embargo, no significa renunciar a sus reivindicaciones. El reclamo de vivienda digna ahora se mantiene por la vía de la movilización, y lo fundamental es obtener de la mesa de trabajo una respuesta positiva y concreta para las 160 familias.
Los vecinos y vecinas, activistas y organizaciones políticas reagrupadas en torno a la toma, tenemos el deber de seguir acompañando a las familias, porque ellas han marcado un camino de organización y lucha para todo el barrio contra la miseria que impone el Estado.
Desde el Polo Obrero Tendencia, ese es nuestro compromiso: alentar y organizar el desenvolvimiento de una vanguardia de trabajadores al interior del barrio, que supere los espacios cooptados por el Estado y luche para que alguna vez entre las calles Luna e Iguazú, exista una barrio obrero que valga la pena ser habitado.
A la ignominia del capitalismo, el socialismo. En los barrios, para eso luchamos.
