Escribe Flor Palombo
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Los contagiados en el nivel primario de la escuela ORT (sede Belgrano) han ascendido a 61. Al menos tres de ellos fueron confirmados como portadores de la variante Delta. Esta dramática y, a la vez, previsible situación ante el escenario aperturista ordenado por los gobiernos, contrasta con la decisión de Larreta-Acuña de flexibilizar aún más los “protocolos” en las escuelas.
La problemática de la ORT se enmarca en un cuadro más general de la Ciudad: en el mes de agosto, más de 15.000 estudiantes debieron ser aislados, lo que implicó un aumento del 97% de aislamiento preventivo en las escuelas ante casos sospechosos y confirmados de Covid 19 (Página 12, 15/09).
Desde el gobierno porteño, en cambio, aseguran que la mayoría de esos aislamientos luego se tradujeron en testeos que dieron resultados negativos, por lo que dicen estar analizando dos variantes para aplicar al ya derrumbado “protocolo”: que al aislamiento se proceda únicamente cuando el estudiante presente dos síntomas compatibles con el Covid 19 o bien que se aísle únicamente a dicho estudiante hasta realizar un hisopado y descartar la duda. Esto pone en peligro, absolutamente, al conjunto de la comunidad educativa y la población en general. Un estudiante con síntomas compatibles al Covid debería realizarse un hisopado a los tres días de comenzados los síntomas, para descartar un falso negativo. Mientras tanto, los estudiantes y docentes que hubieran sido contacto estrecho de ese estudiante, seguirían en las aulas sin ningún tipo de aislamiento y exponiéndose a una situación como la que ahora atraviesa el colegio ORT, o aún peor.
Si bien desde la UTE reclaman al gobierno materiales de seguridad, medidores de dióxido de carbono y vacunación para menores, sabemos que esos son reclamos para la tribuna: el mismo Trotta fue quien, a nivel nacional, avaló la reducción de la distancia social en todas las aulas del país y aseguró que habría elementos de seguridad que se contraponen con la situación de precariedad que se transita cotidianamente en la gran mayoría de las escuelas del país. Ademys, por su parte, se ha manifestado en contra de la eliminación de las medidas de “cuidado” y rechaza la flexibilización de los protocolos, en la línea de la “presencialidad segura”. Mientras tanto, médicos alertan sobre la disparada de casos que puede provocar a población pediátrica que se encuentra expuesta en las escuelas a la convivencia con el virus.
Seguimos sosteniendo que ningún protocolo es viable en un contexto de pandemia. La eliminación de cualquier tipo de medida de distanciamiento social confirma la línea presencialista que han defendido los gobiernos, porteño y nacional, en la línea de los reclamos de las grandes patronales y el FMI para llevar adelante una “nueva normalidad”, con graves consecuencias.
La confirmación de nuevos casos de la variable Delta en la Ciudad de la mano de los contagios en la escuela ORT (cuando en CABA había cinco casos confirmados al momento) es el botón de muestra de esta bomba de tiempo que es la presencialidad escolar en pandemia.