Escribe Charly Petrillo – Jubilados Clasistas
El gobierno se hunde, pero sigue golpeando.
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“Con 280.000 juicios y 80.000 sentencias firmes de jubilados y pensionados de la ANSES, el proyecto de Presupuesto 2022 prevé destinar una menor cantidad de dinero al pago de esos fallos judiciales. En cambio, habrá una partida mayor para la cancelación de las sentencias de los pensionados y retirados de las Fuerzas Armada y de Seguridad” (Clarín, 16/9).
En el proyecto de Presupuesto que presentó Guzmán, se prevé la suma de $ 80.086 millones al pago de las deudas que sean reconocidas judicialmente y además de aquellas que surgen de los acuerdos realizados en el marco de la Ley N° 27.260 de Reparación Histórica.
En el año 2021, en cambio, se destinaban para este efecto $ 91.277 millones. Esto significa un 12,3% nominalmente más bajo, pero tomando la inflación oficial del 2022 calculada en un 33%, la caída real se eleva a un 34%, sumando unos $ 40.000 millones.
En cambio, en el caso de las partidas para sentencias de las Fuerzas Armadas y de Seguridad incluyendo al Servicio Penitenciario Federal estas son aumentadas de $ 39.329 millones en 2021 a $ 60.148 millones en 2022. Nominalmente es un aumento 52,9 % superior a la inflación.
Además el proyecto disminuye en términos reales la partida para las Cajas provinciales de jubilaciones no transferidas, su monto para 2022 sería de $ 58.477 millones siendo en este año de $ 43.965 millones, luego fue ajustado a $ 56.064. Esto significa un mísero aumento del 4,3% frente a una inflación del 33%.
Los pagos de sentencias rondan los últimos años en 40.000/45.000 por año, pero el stock se mantiene, según reza un informe del ministro Cafiero, en casi 270.000. A pesar de que la ANSES paga mensualmente 4.000 sentencias, ingresan nuevos juicios y se acumulan nuevas sentencias.
Según la ley previsional las sentencias firmes deben ser pagadas dentro de los 120 días. Pero esto no se cumple porqué la ANSES paga de acuerdo a lo marcado en el Presupuesto Nacional.
Los jubilados recorriendo los pasillos de tribunales es el cuento de nunca acabar. La demanda de reclamos aumentó frente a las decisiones de la Corte Suprema en relación a los reclamos de menores aumentos (caso Badaro en 2007 y Elliff 2009), al ajuste de los haberes frente a la variación de los cálculos para el haber inicial.
Además desde comienzos del 2018 se agregaron nuevos reclamos. Esto fue por la aplicación retroactiva del cambio de la movilidad previsional de fines del 2017, los aumentos por decreto de 2020 inferiores a los de la fórmula suspendida y reclamos por la anulación de pensiones por discapacidad, por el descuento de Ganancias sobre los montos jubilatorios y por mala liquidación de las sentencias pagadas. Este proyecto que el ministro Guzmán elevó al Congreso es un atropello que pasa por encima de fallos de la Corte Suprema de Justicia.
Los reclamos van en aumento, distintas Salas se pronuncian unas a favor y otras en contra y la Corte Suprema se toma todo su tiempo para decidir. Los jubilados y pensionados nunca sacamos la sortija en esta calesita que gira y gira con la música de fondo del FMI y de los gobiernos de turno, ayer Macri, hoy los Fernández. Ahora “TODOS” “JUNTOS” van preparando el voto en el próximo Congreso que será electo en noviembre de un nuevo ataque a los jubilados y pensionados empezando por la elevación de la edad jubilatoria.
Frente a este ataque está a la orden del día la convocatoria a un congreso de trabajadores ocupados, desocupados y de jubilados y pensionados donde aportaremos nuestras reivindicaciones. Por un haber mínimo igual al costo de la canasta familiar hoy en $ 130.000. Por un plan de salud comenzando por la vacunación de las 2 dosis a todos los adultos mayores. Por la restitución de los aportes patronales No al aumento de la edad jubilatoria. No al pago de esta deuda usuraria. Fuera el FMI.
La venas abiertas no sólo de Argentina, escriben Jorge Altamira y Marcelo Ramal