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La explosión provocada en el seno del Frente de Todos se proyecta en el conjunto del régimen político. En ese atolladero, es interesante analizar las razones de la conducta de varios gobernadores, principalmente del peronismo.
Por acaso, nueve han sido los gobernadores de cuño oficialista que manifestaron su apoyo a Alberto Fernández, entre ellos, Bordet (Entre ríos), Manzur (Tucumán) y Rodríguez Saa (San Luis). Llamativa es la abstención, en cambio, de Schiaretti y Perotti, dos peronistas “pivotes”. En sigilo trazan una “tercera posición” en el acelerado desbande político.
El cordobés ha optado por seguir su agenda. Es un tema que “no le compete”. “Es un tema absolutamente interno” (Letra P, 16/09) indicó, mientras confirmaba su postura con la Mesa de Enlace contra del cepo a la exportación de carnes (La Nación, 16/09). Ese sector -que ha descartado una medida de fuerza por el momento-, pide además la revisión de la ley de biocombustibles, que afectan a las exportadoras de maíz en beneficio de las petroleras y azucareras, y la rebaja en las retenciones a las exportaciones. Este sector espera una relación “más amigable con el mercado” (Diario Alfil, 16/09), por parte del gobierno luego de la derrota de los candidatos “intervencionistas”.
En el caso de Perotti, confía en que su victoria en la interna sobre el díscolo Agustín Rossi opere como un disciplinamiento del aparato del PJ santafesino. El desplante de Rossi obedeció al auspicio de las grandes cerealeras y pooles de siembra. El que gana, comanda, y el que pierde ¿acompañará? Perotti señala que los cambios de gabinete serán luego de noviembre; allí se encuentra Roberto Sukerman, ministro de Gobierno, hombre de Rossi. Desde el círculo rojo exportador, manifiestan que no los convence la “victoria amarilla” en Santa Fe, y que podría ser remontada (Letra P 16/09), Este círculo está preocupado por las quebrantadas Vicentín y Molinos Cañuelas, la Hidrovía, el p*Presupuesto 2022 y el acuerdo con el FMI.
Perotti quedó, el domingo pasado, 10% debajo del macrismo. La situación provincial es un desmadre. La semana previa a los comicios se produjo un baño de sangre narco, como mensaje al gobierno. El Frente Progresista reclamó un “pacto provincial” de defensa de las instituciones y la gobernabilidad.
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