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Los docentes paraguayos continúan con las medidas de lucha que comenzaron el pasado 1 de octubre, con la declaración de la huelga indefinida y movilizaciones a lo largo y ancho del país. Luego de cinco días de cese de actividades, corte de rutas y movilizaciones, el gobierno buscó contener la lucha otorgando una mejora de la oferta inicial, que pasó del 8% al 11%. Los docentes reclaman un aumento del 16% y que el Estado invierta en educación el equivalente al 7% del PBI.
Las movilizaciones inundaron el centro de Asunción. Según Silvio Piris, presidente de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), hubo marchas en 30 ciudades del país. En algunos puntos, como en el departamento de Chaco, Alto Paraná, Cuaacupé y Guairá se registraron bloqueos de ruta. Piris anunció también que él y otros tres docentes iniciaron una huelga de hambre, en la puerta del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), hasta tener respuestas.
La lucha docente ha recogido la adhesión de algunos gremios de estudiantes, como la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) y la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), y de la Red por el Derecho a la Educación, quienes se han sumado a las movilizaciones en todo el país. En las últimas horas, el Sindicato Nacional de Directores anunció que se suma en su totalidad al reclamo de los educadores.
En respuesta a la vigorosa lucha de la docencia, el gobierno del conservador Partido Colorado, encabezado por Mario Abdo Benítez, por su parte, comenzó a descontar el salario a los docentes que se plegaron a las medidas.