Para el Partido Obrero oficial Chubut sería “más segura sin Massoni”

Escribe Iván Marín

El Frente de Izquierda se mimetiza con el progresismo.

Tiempo de lectura: 4 minutos

En el debate electoral con candidatos a senadores organizado por la Universidad Nacional de la Patagonia, Gloria Sáez, del Partido Obrero oficial en el Frente de Izquierda, durante el eje titulado “Justicia y Seguridad”, manifestó que “esta provincia va a ser más segura cuando Massoni se vaya”. Además, afirmó que pretenden “más mujeres en la Justicia pero las queremos elegir nosotras mediante el voto popular y también con mandato revocable, cuestión de asegurarnos que defiendan nuestros intereses y no los de las castas políticas y las patronales”.

Las declaraciones se chocan de frente con la tradición del clasismo y fueron festejadas por algunos sectores del progresismo local, desde medios de comunicación hasta militantes kirchneristas o filo K, como la concejal del Partido Municipal por Trelew Mariela Flores Torres, quien la semana anterior se había reunido en la sede de su partido en plena campaña electoral con candidatos del Frente de Todes para brindarles su apoyo público.

En su intervención Sáez rechazó correctamente la criminalización de la protesta social y exigió la absolución de Daniel Ruiz y César Arakaki y justicia por “Tino” John, ejecutado por la Policía del Chubut el 27 de mayo último (https://politicaobrera.com/politicas/5304-de-tino-john-a-chano-charpentier-la-salud-publica-como-gatillo-facil). Sin embargo, al momento de referirse al rol del ministro de Seguridad y candidato a senador por el oficialismo provincial de Chubut Somos Todos, Federico Massoni, la representante del Frente de Izquierda se despachó con frases marketineras como la ya señalada. Y respaldó su expresión “tribunera” con un argumento de neto corte institucionalista: “Por la cantidad de pedidos de juicios políticos que pesan en su contra cajoneados en la Legislatura con la complicidad de todos los bloques patronales que se encuentran acá, por su constante avance sobre las libertades democráticas, por reprimir las luchas, por haber liberado la zona el 4 de septiembre de 2019 en las rutas 3 y 26 a pedido de las petroleras para que una patota sindical ataque a docentes que estaban luchando por su salario, y fundamentalmente por lo que representa políticamente, una variante fascista que oficia de gendarme de los verdaderos gobernantes de la provincia, que son los grandes capitalistas, Massoni se tiene que ir”.

El Frente de Izquierda no pretende echar a Massoni con la movilización popular y prefiere apuntar a los bloques legislativos por su permanencia en el cargo. Esta estrategia parlamentarista esconde el rol cómplice de las burocracias sindicales y el PJ-kirchnerismo en las rebeliones populares que se desarrollaron en la provincia en los últimos 4 años. La colaboración de estos sectores fue imprescindible para sostener en el poder al gobernador Mariano Arcioni y, con él, al ministro de Seguridad. El PO oficial se lamenta de que la Legislatura no haya resuelto lo que no propició en la lucha de clases. Este trotskismo de buenos modales también oculta que la “variante fascista” a la que hace mención, viene de ser la gran derrotada en las PASO al obtener tan solo 36 mil votos de un padrón total superior a los 448 mil electores, pese a que siendo oficialismo en la provincia cuenta con una ingente cantidad de recursos del Estado para la campaña electoral. Massoni es un personaje fascistoide y mediático pero sin tropa propia que en más de 3 años como funcionario provincial no logró construir una corriente política que le responda orgánicamente.

La campaña de polarización contra Massoni la inició el PJ-kirchnerismo y el FITU se sumó pero también en clave electorera para apuntar al voto del progresismo provincial. El carácter oportunista de esta orientación puede observase en el apoyo que recibió Sáez de algunos K o filo K. Por ejemplo, la concejal del Partido Municipal por Trelew (XTW), Mariela Flores Torres, -quien la semana pasada se había reunido en su local partidario con candidatos del Frente de Todes-, compartió en redes sociales la intervención contra Massoni. El principal referente del XTW, Eduardo Hualpa, es Coordinador de la Patagonia del Centro de Acceso a la Justicia, es decir, oficia de funcionario nacional. Mientras el kirchnerismo y el FITU se disputan votos, Juntos por el Cambio se impuso con comodidad en las PASO y fue el que mejor aprovechó la histórica crisis social, económica y política que vive Chubut.

En el mismo sentido debe leerse la pretensión de incorporar más mujeres a las Justicia con el voto popular de… más mujeres. La ruptura con la tradición clasista no podría ser mayor. Las mujeres se encargarían de la elección de las mujeres y también de los varones en el Poder Judicial, proscribiendo a estos últimos de la elección de las primeras. Este feminismo pequeñoburgués tampoco procura abolir una institución reaccionaria como es el Superior Tribunal de Justicia de Chubut -el símil de la Corte Suprema a nivel provincial- sino que se limita a denunciar a sus miembros de forma individual. Es la integración hasta el caracú al régimen político.

Detrás de la adhesión desembozada de la lista “100% verde” al feminismo pequeñoburgués y al “lenguaje inclusivo” lo que encontramos es el abandono cada vez más indisimulado a toda perspectiva socialista. Este tipo de intervenciones hace cuesta arriba un llamado a votarlos en noviembre.

La crisis fenomenal que atraviesa la provincia hace más de 4 años se caracteriza en la actualidad por la desorientación en que se encuentran los trabajadores y el pueblo, en especial los estatales -con sueldos congelados hace 2 años-. Una fuerza política que se pretenda revolucionaria debe aportar claridad y una perspectiva para superar estos límites, no sumar más confusión al asunto con planteos como los señalados más arriba. No es verdad que la provincia se encontraría “más segura sin Massoni”, y menos aún si se lo despide mediante la rosca de los partidos patronales, porque sencillamente la burguesía encontrará otro personaje para reemplazarlo. La campaña electoral debe utilizarse para señalar que las elecciones burguesas no resolverán los grandes problemas que aquejan al pueblo trabajadores y, con ello, aprovecharse para colaborar en darle una perspectiva en la organización de las bases obreras contra las políticas de ajuste, a la deliberación de un programa para enfrentarlo, que implicará necesariamente la acción directa en las calles. Nada de eso está presente en la campaña electoral del Frente de Izquierda.

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