Intervención de Jorge Altamira en el acto en el Obelisco.
Tiempo de lectura: 10 minutos
El sábado 6, Política Obrera realizó en el Obelisco un acto “por un voto obrero contra los partidos de las patronales”.
Hablaron Ramón Acuña (delegado taller Rancagua, línea B), Silvia Allocati (integrante de AGIHM, Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano), Flavio Pereyra (lista Naranja de Foetra- Mayoría) y Laura Apostolaqui (Delegada del Polo Obrero Tendencia de la Villa 31), y se recibieron adhesiones de otros luchadores y corrientes políticas. A continuación reproducimos el discurso de cierre a cargo de Jorge Altamira.
Compañeras y compañeros,
Tenía pensado decirles unas palabras de introducción, pero luego de escuchar el texto de los compañeros de Cuba en solidaridad con este acto y expresando con toda claridad sus posiciones políticas, que no son las del socialismo del siglo XXI, sino el bolchevismo del siglo XXI, les mando a los comunistas de Cuba el completo saludo, la solidaridad y el apoyo político para que hagan realidad en Cuba el gobierno de los trabajadores y ayuden a desarrollar por esa vía la revolución socialista en toda América Latina (aplausos).
Quiero comenzar este acto expresando un saludo muy especial a todas las compañeras y compañeros de Política Obrera y a todas las compañeras y compañeros del Polo Obrero Tendencia porque durante meses han sabido, han podido y han organizado una campaña política electoral con los mínimos recursos, Lo han hecho con una clara comprensión del momento político y hoy cerrando esta campaña de una manera combativa. No replegándonos ante una elección sino encarándola de frente, fijando con claridad nuestras posiciones y abriendo una perspectiva.
Argentina atraviesa una de las crisis históricas más grandes por el nivel extraordinario de la pobreza, de la desocupación y de la precariedad en la que se encuentran millones de compañeras y compañeros. Porque Argentina se encuentra en bancarrota económica y financiera, como consecuencia de gobiernos capitalistas y como consecuencia del sometimiento al capital financiero internacional. Pero Argentina atraviesa, probablemente, la crisis histórica más importante porque ocurre bajo un gobierno peronista. No bajo Alfonsín ni De La Rúa, sino que ocurre bajo el gobierno que tiene montado en este país el mayor aparato político: en las provincias, en los sindicatos, en las intendencias, municipios y organizaciones sociales. Y este enorme aparato se quiebra a los ojos de todo el país como consecuencia de la responsabilidad que le cabe en esta crisis histórica, no solo en su gestión de gobierno sino por haber apoyado desde el Congreso y desde la burocracia sindical los cuatro años de gobierno de Macri. (aplausos)
Nosotros, Política Obrera, abordamos la situación del país desde esta perspectiva, desde la perspectiva de una crisis histórica. Pero Argentina, en un sentido más amplio, es el fiel de la balanza de una situación internacional. Porque como consecuencia de la pandemia, como consecuencia de una crisis humanitaria que los gobiernos capitalistas de todo el mundo han convertido a esta pandemia, toda América Latina se encuentra en llamas. Todos los pueblos de América Latina se encuentran movilizados. Todos. Todos los gobiernos capitalistas de América Latina se encuentran en bancarrota. Todos ellos son responsables de decenas y centenas de miles de muertos como consecuencia de la pandemia. De compañeros que en Quito, en La Paz, en varias ciudades, morían en las calles por la falta de atención, por la falta de prevención, por la incapacidad como gobiernos capitalistas que son, de atacar al capital para defender la vida de un pueblo. América Latina sale de esta pandemia más afectada que nadie, más afectada que otros continentes. Y no solo que sale más afectada porque la pandemia no ha terminado y la crisis de salud no ha terminado Por ejemplo, el gobierno de Alberto Fernández ha prácticamente abandonado tareas como el seguimiento a personas vinculadas al contagio y han caído estrepitosamente los test preventivos y se han tomado medidas completamente inconsistentes con relación a esta pandemia.
El año que va a terminar ahora, el 2021, fue uno de los años de mayor ajuste en medio de una pandemia. De ajuste en las jubilaciones, de ajuste del gasto social, de ajuste en los salarios. Ni por un momento en medio de una crisis humanitaria el gobierno de los Fernández olvidó que está al servicio del capital y de las ganancias capitalistas. Y la consecuencia es esta, casi seiscientos mil trabajadores, trabajadoras, personas, que han muerto como consecuencia de una pandemia. Son los que abrieron las escuelas, con el pretexto de que no se puede privar a los niños de la educación. ¡Pero bajo la presión del clero que dirige las escuelas, bajo la presión de la patronal de la educación privada, bajo la presión de las escuelas como negocios! Porque si las escuelas no contagian y el transporte no contagia y el trabajo en fabrica no contagia ¿dónde se contagian las personas que se contagian? ¿Y de donde mueren las personas que, por distintas circunstancias, el contagio los lleva a la muerte? El gobierno que abre la grieta con el macrismo es el gobierno que siguió en la pandemia la política de Larreta, la política del capital financiero, la política de Bolsonaro y la política de Donald Trump. La política del capitalismo.
Pero he dicho que en esta crisis Argentina es el fiel de la balanza. Porque toda América Latina está mirando como concluye la enorme crisis que se está desenvolviendo en el país. Toda América Latina está pendiente de cuál va a ser la reacción, la movilización de la clase obrera argentina después de las elecciones ante el desenlace inevitable de una crisis inflacionaria, de una crisis de empleo, de una crisis de producción y de una crisis de comercio. Todo el mundo está a la espera de eso. Y Argentina es el fiel de la balanza porque cuando Argentina incline la balanza en una u otra dirección eso se va a reflejar en toda América Latina. ¿Quién es el que más sabe que Argentina es el fiel de la balanza? ¡El imperialismo norteamericano! Es consciente que el gobierno de Chile no aguanta, que bajo la presión de las masas se ha visto obligado a vaciar las cajas de los sistemas privados de jubilaciones para atender a la población, que ha sido incapaz de atender la pandemia. Ahora está declarando la guerra civil a los mapuches y trabajadores de la Araucanía para quedarse con sus tierras. Denuncia a los mapuches por traficar con madera para esconder que los grandes monopolios de la madera se quieren quedar con la foresta del sur de Chile. Se quieren quedar con la propiedad territorial del mismo modo que los Benetton y los Lewis se quieren quedar con la Patagonia, se quieren quedar con los minerales de Chubut, con los minerales de Santa Cruz, con la propiedad inmobiliaria con vistas al turismo de la última frontera que tiene Argentina que es la Patagonia.
¿Y qué pasa con Bolsonaro? Bolsonaro acaba de ser acusado por su propio Congreso por genocida, y sin embargo no hay en Brasil una dictadura. Ha sido acusado por el Congreso de ofrecer medicación falsa para las personas contagiadas con el objetivo, lo dice una comisión, de que esas personas crean que han superado el contagio y poder evitar la internación. ¡Lo acusan de haber saboteado la provisión de oxígeno en Manaos! Y el pueblo brasileño ve un escenario fantasmagórico de cómo desde su propio gobierno se organiza la matanza de un pueblo. Y los colombianos, los bolivianos y los ecuatorianos.
El imperialismo yanqui es consciente de que en América latina existe una crisis histórica país por país y también comprende que Argentina es el fiel de la balanza Desfilan por Buenos Aires diplomáticos, militares, embajadores tanto de Estados Unidos como del Fondo Monetario para inclinar la balanza en un sentido reaccionario. ¿Con quién? Con Manzur, el jefe de gabinete, con Massa, con la burocracia sindical, todos agentes políticos del gran capital, de las grandes patronales y del imperialismo norteamericano. Hay una interconexión objetiva de la crisis mundial en América latina y hay una interconexión potencial muy clara de las rebeliones populares que hay en América latina. Política Obrera se planta frente a esta situación desarrollando una perspectiva revolucionaria para América Latina y para que la balanza que está oscilando en Argentina caiga para el lado de la clase obrera y el pueblo y se inicie un proceso revolucionario en el conjunto de América Latina. (aplausos)
Se vota el domingo 14 de noviembre y Larreta y María Eugenia Vidal están preocupados por conseguir uno o dos diputados más que les permitan ser la primera minoría en el congreso. Toloza y Santoro a ver si los siete puntos, cuatro, cinco que quedaron atrasados en las PASO se acortan a cuatro o a tres. El Frente de Izquierda si mete un diputado más. Se mueven en una perspectiva política, por lo menos la que declaran, completamente desfasada de la realidad. Porque Argentina ha entrado a una crisis encima de la crisis que vive, que supera las características tradicionales. El país entero está recorrido por manifestaciones, en la Patagonia pero también en Jujuy donde hay cinco sindicatos en este momento en huelga contra el gobierno de Gerardo Morales. El transporte, los mineros, todo el país está movilizado en forma aparentemente inconexa. Los choferes que cortaron la panamericana hace poco en contra de la burocracia sindical, OCA, los autoconvocados. Nosotros vamos también a estas elecciones, nosotros entramos en la batalla política ante las elecciones pero para señalar otra perspectiva. Esta es la diferencia radical, la diferencia insuperable de Política Obrera con toda la izquierda que busca la integración al Estado por vía parlamentaria, y la denuncia como conspirando contra la posibilidad de una movilización histórica, una acción histórica de la clase obrera argentina que abra las perspectivas revolucionarias para el conjunto de América Latina.
Esta es nuestra posición política. En el saludo, en el abrazo, que dirijo a los comunistas de Cuba, por el mensaje que nos han enviado, distingo la posibilidad de que la crisis que vive Cuba no tenga el desenlace de la Unión Soviética, no tenga el desenlace que ha tenido en China. No tenga un desenlace reaccionario y de derecha y de restauración capitalista sino que distingo la posibilidad de que la organización de una oposición comunista en Cuba contra el gobierno cubano le dé a los trabajadores la perspectiva emancipadora frente al fracaso de esta gestión. Esto es muy importante en el contexto latinoamericano, porque los cubanos entienden que están pasando por una infinita miseria social pero ven a toda América Latina en una miseria social igual o peor que la de ellos, por lo tanto los yanquis no tienen para ofrecerle a Cuba, nada diferente de lo que le ofrecen a Brasil, a Ecuador o a Bolivia, a Colombia o Haití. No quieren retroceder. Esta es la importancia de lo que está ocurriendo.
Nosotros llamamos a votar a Política Obrera, en primer lugar, incluso si no nos presentamos porque no hemos atravesado las PASO en este distrito. Porque donde nos presentamos, no nos presentamos con una perspectiva provincial o de distrito. En Salta, Santiago del Estero, en el cordón industrial de Santa Fe nos presentamos con una perspectiva nacional y una perspectiva latinoamericana, es un voto nacional en esos distritos. Pero al mismo tiempo llamamos en los distritos donde no nos presentamos a votar a corrientes políticas que no están a la altura de la situación y que pueden llegar a estar en una posición contraria a esta perspectiva. Porque el problema fundamental que tenemos es que la clase obrera no ha desarrollado suficientemente una autonomía política frente al capital, está ausente como fuerza política, relativamente, en medio de esta crisis. El planteo del Congreso Obrero es la conquista de esa autonomía política, que los obreros elaboremos en un congreso de luchadores, de delegados, de sindicatos o autoconvocados, sindicatos combativos, miles de comisiones internas antiburocráticas. En las últimas elecciones en las empresas la burocracia ha perdido en el 80 por ciento de las fábricas. Se han elegido delegados que no comulgan, que no siguen y que repudian a la burocracia sindical. La burocracia sindical argentina es un tigre de papel. Tiene un aparato pero dentro de ese aparato no hay más nada ¡no hay más nada dentro de ese aparato!
Esta es la orientación política que hemos defendido en el seno del Partido Obrero y que llevó a las expulsiones en el Partido Obrero. Fueron expulsiones contra la perspectiva del Congreso obrero, contra la autonomía de la clase obrera y contra la perspectiva de la revolución latinoamericana. Envueltas en caprichos, en maniobras, lo que había en el fondo, en su contenido, es que somos una continuidad de una construcción histórica que lejos de estar acabada ahora va a florecer como nunca ¡ahora va a florecer como nunca porque está inserta en acontecimientos que rebalsan las perspectivas individuales! Entonces ¿qué decimos nosotros? Tomamos un planteo de Marx. Un planteo modesto, muy sencillo, muy simplón pero más valioso que ningún otro planteo: “no tenemos intereses particulares, defendemos los intereses generales de la clase obrera”. Nosotros, que estamos en esta posición decimos ahora que se va a votar: compañeros que no quieren y que han comprendido que no se puede votar a los partidos patronales, no está mal que voten a la izquierda en la capital y en la provincia, está muy bien, nosotros también vamos a hacer eso porque es un paso de ruptura con la patronal. Con el tiempo se verá que habrá que dar otros pasos más pero un paso en esta dirección, aunque sea por partidos con los cuales no compartimos sus posiciones políticas, nosotros que defendemos sus intereses y la perspectiva de la clase obrera les decimos, sí, tenemos que votar de esta manera porque para bien o para mal, en forma deformada, si mañana hay millones de votos en esta dirección quiere decir que la autonomía política de la clase obrera se está desarrollando. Y nosotros nos vamos a encargar de que supere su envoltura reformista y parlamentarista y adquiera una envoltura revolucionaria.
Pero para eso primero rompamos con los partidos patronales y en la perspectiva de un Congreso Obrero, en la perspectiva de la autonomía política de la clase obrera ¡tenemos que votar contra las PA-TRO-NA-LES! No hay ninguna polémica interna y no hay ninguna pugna que nos evite distinguir quién está de un lado y quien está del otro en una confrontación de obreros contra capitalistas y el estado, Esa es la premisa de la actitud de cualquier trabajador consecuente con su clase. Esto es lo que estamos abriendo, por eso votamos de esta manera. Algunos querrían que votáramos de otro modo. ¡Pero no hay otro modo de votar! Un voto en blanco no expresa nada, invitar al trabajador a que vote en blanco es decir que marche hacia la nada. No tiene contenido de ningún carácter. En la izquierda argentina, aunque estemos expulsados, sigue presente el Partido Obrero histórico con su influencia, sus ideas y sus polémicas (aplausos) No solo no estamos afuera de la izquierda. ¡Somos el fantasma de la izquierda, somos el dedo acusador, somos la consciencia!, ¡ojo!, porque la integración al Estado, el parlamentarismo, el acomodamiento a la opinión pública, el frente único con el gobierno en favor de la presencialidad, los va a llevar, no a la derrota, los va a llevar a algo peor que la derrota, los va a llevar a la ignominia.
Estamos presentes en todos lados como corriente política, de lo que se trata es de desenvolver esta perspectiva. Entonces, retomo la idea original o el planteo original, saludo a Política Obrera y al Polo Obrero Tendencia por cerrar la campaña con una movilización, con un acto y en forma combativa porque hoy más que nunca lo que tiene que imperar es la disposición combativa. Argentina es el fiel de la balanza y nosotros la vamos a torcer hacia la izquierda, clasista, revolucionaria socialista e IN-TER-NA-CIO-NAL. ¡Por la unidad socialista de América Latina! Venceremos, compañeros.