Bahía Blanca: ola de atentados y amenazas de muerte

Escribe Emiliano Fabris

Movilización el martes 7 en defensa de las libertades democráticas.

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El pasado 25 de mayo por la noche explotó un explosivo sobre el local de La Campora en Bahía Blanca que, si bien no generó heridos, tuvo importantes daños materiales. De acuerdo a las pericias, fue un artefacto elaborado con premeditación para generar “lesiones y daños a terceros”. El atentando fue acompañado de folletos con amenazas y planteos fascistas.

En una entrevista televisa en A24 de ese mes, Jorge Asís, ex funcionario de Menem, vinculó directamente este atentado con los servicios de inteligencia y, en particular, a la proliferación de grupos de la AFI paralelos, “emancipados” dijo, a partir de lo que fue el proyecto AMBA del macrismo que terminaron espiando a la propia tropa macrista. Asís califico este atentando como “inquietante”, recordando el rol de Bahía Blanca como centro de operaciones golpistas.

Seis meses después y sin que se hayan determinado alguno de los responsables de este atentado, el 15 de noviembre detonó una bomba molotov en el frente de la vivienda de la dirigente mapuche Olga Curipan y, 10 días después, se arrojaron folletos el centro cultural Ruka Kimun con amenazas de muerte a Olga que rezaban, entre otros, “¡Muerte a los mapuches!” y firmados por el "Comando de Restauración Nacional Zona Sur Mohamed Alí Seineldin".

El 30 de noviembre apareció un nuevo artefacto sospechoso en un local del Frente de Todos, esta vez con una foto del periodista local German Sasso junto a Diego Santilli y Victoria Tolosa Paz en la presentación de su libro dedicado a exonerar a la policía bonaerense de la desaparición y muerte de Facundo Castro.

A todo esto, se debe agregar que en los últimos días ha habido más de 70 amenazas de bomba en el Municipio, Bancos y Supermercados; de nuevo sin que se haya conocido a alguno de sus responsables. El clima bahiense se encuentra por demás enrarecido.

Sobre los atentados en locales del Frente de Todos, el ministro nacional de Justicia, Martín Soria, dijo que “Es un capítulo más de la violencia política e ideológica que se advierte en la ciudad", y se despachó señalando que “son los jueces y los fiscales los que deben dar respuestas”. Los dirigentes del FdT de Bahía Blanca denunciaron a la justicia federal de Bahía Blanca por no avanzar en las investigaciones (clarín.com, 01/12). Uno de los fiscales intervinientes por los atentados, Santiago Martínez, fue inhibido en la investigación por la muerte de Facundo Castro.

El intendente Gay (Juntos por el Cambio) coincidió con Soria, y dijo que “el repudio debe ser unánime y la justicia debe actuar con rapidez para esclarecer lo sucedido”. Esto mismo fue dicho en ocasión del atentado que tuvo lugar en el mes de mayo y ha sucedido lo contrario: ningún esclarecimiento y ahora tenemos una escalada de nuevos hechos intimidatorios. La justicia viene demorando casi 40 años en juzgar un puñado de militares genocidas e integrantes de la triple A, mientras entrenan a la policía del gatillo fácil, las coimas y los apremios ilegales. La avanzada descomposición del Estado presenta a funcionarios, justicia y servicios de inteligencia como los responsables de amparar y de organizar esta denominada “violencia política”.

Ante el atentado a Olga Curipan y el centro cultural mapuche, se convocó a una reunión abierta en ATE Bahía Blanca donde participaron referentes de varios sindicatos, la izquierda y el kirchnerismo que resolvió una movilización común para el próximo martes 7 bajo las siguientes consignas: en defensa de la democracia en Bahía Blanca / no a los discursos de odio / pleno respeto de las libertades democráticas / no a la impunidad / investigación y esclarecimiento de los hechos y castigo a los culpables /defensa de las diversidades / nos reunimos para enfrentar a quienes nos quieren con miedo.

No se denuncia al Estado por garantizar el encubrimiento de estos atentados y en toda la política del propio Estado de espionaje, criminalización, persecución y asesinato sobre las luchas populares. Enfrentar a quienes “nos quieren con miedo” plantea una denuncia al Estado y sus responsabilidades políticas en atentar sistemáticamente contra las libertades democráticas. Esto planteamos desde Política Obrera en la reunión y vinculado a la lucha planteada a los trabajadores ante el acuerdo antiobrero con el FMI y toda la política de ajuste. Promover un plan de lucha propio de los trabajadores en defensa de sus reivindicaciones y una deliberación política independiente es, al mismo tiempo, la vía para enfrentar todos los ataques a las libertades democráticas.

Llamamos a movilizar masivamente el martes 7 a las 18:30 hs en Plaza Rivadavia en repudio a todos los atentados y amenazas perpetrados sin esclarecimiento y por la defensa irrestricta de las libertades democráticas.

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