El PTS responde al "Grupo de Altamira"

Escribe Marcelo Ramal

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El PTS ha debido salir, por segunda vez, en defensa del quórum que los diputados del FIT-U le dieron a una ley del FMI. Se trata de la que reduce cosméticamente las jubilaciones de jueces y diplomáticos, alegando que ataca a la ‘casta judicial’, en medio de reclamos para que se anulen condenas ya sentenciadas contra De Vido o Boudou. Es una ley que sí afecta a los trabajadores judiciales. La ley forma parte de la exigencia del FMI para que se deroguen todos los regímenes especiales, que mantienen el 82% móvil para los trabajadores, en un sistema que no distinga los recursos que recibe por aportes de aquellos que son impuestos – o que termina con el sistema de previsión social por completo y con los aportes patronales mismos. En la defensa de esta posición fondomonetarista, el PTS no sólo ha dejado de lado los principios sino también las formas. La “tendencia del partido Obrero” ha pasado a ser “el grupo de Altamira y Ramal”, copiando el estilo deslenguado de los usurpadores del PO. Mala noticia para los militantes del PTS, porque significa la derogación del derecho de tendencia en partidos que reivindican el internacionalismo.

El PTS insiste en su temor a que el boicot a esta ley hubiera emparentado a la izquierda con la derecha y la “casta judicial”. Parece que no se han enterado de que “la derecha”, por boca del radicalismo, ya decidió el voto “en general” por la ley del gobierno en el Senado, lo que deja emparentado al PTS con esa derecha, y le da toda la razón a nuestro ‘grupo’. El “enfrentamiento con la derecha”, en nombre del cual el PTS y el PO oficial eligieron colocarse en el campo del gobierno (y el FMI), ha durado un suspiro.

Pistonesi, autor del artículo de marras, afirma que “no toda (supuesta) oposición al FMI es progresiva. Rechazamos hacerlo desde una fracción social burguesa reaccionaria”. Pistonesi esgrime una ‘tesis’ que lo perseguirá sin piedad. Maravilloso, el pago de la deuda externa que quiere imponer el FMI pasa a segundo plano cuando aparece una fracción reaccionaria de la burguesía que votó la ‘sostenibilidad’ de la deuda, pero se opone a una (supuesta) rebaja de las jubilaciones de jueces. Pistonesi admite que puede ponerse del lado del FMI, mientras sus candidatos explican que “la crisis la paguen los capitalistas”, eso sí, sin “ideología”, como difundió Izquierda Diario. Lo único que debía hacer la izquierda, sin embargo, era oponerse al FMI desde ningún otro campo que el propio, no dando el quórum que el gobierno que cede al FMI no consigue reunir. Tampoco abstenerse en la votación, mientras sus diputados discursean sobre lo negativo del proyecto oficial. La tribuna parlamentaria se convierte en un púlpito cuando es usada para el oportunismo.

No es lo mismo que los gobiernos “sean debilitados por la movilización obrera y popular que por sectores opositores reaccionarios”, pontifica Pistonesi. Obvio, pero no es motivo para apoyar al gobierno que pacta con el FMI. Elemental para cualquier socialista desde la redacción del Manifiesto. ¿Será que Pistonesi está anunciando que apoyará al gobierno contra el “bloque social burgués reaccionario” representado por la patronal agraria, frente a las retenciones aplicadas por los Fernández para pagar a los bonistas?

Quórum y línea de principios

Como no puede justificar este quórum desde los principios revolucionarios, Pistonesi se dedica a malversar y chicanear. Cuando dejamos de lado las chicanas, queda la cuestión de fondo: para el PTS, “dar o no dar quórum para los diputados obreros y socialistas es una cuestión táctica, un arma parlamentaria más”. Pero una cuestión táctica se justifica por una estrategia, que es, en línea de principio, no ir al rescate político del estado burgués. En una “línea de principios”, no habilitamos el quórum a las leyes de la burguesía, ni hablar del FMI. Si los bloques capitalistas quieren aprobar sus iniciativas de agresión a los trabajadores, no será por nuestra intervención. Pistonesi, siguiendo a un circunstancial tuitero del aparato del PO, confunde deliberadamente esta posición de principios con el abstencionismo parlamentario. Debería tratar de no ofender la inteligencia de sus lectores: es muy claro que, en la ley jubilatoria, EL QUÓRUM FUE HABILITADO POR EL FIT (y Scioli). Es muy claro que, en el presupuesto del Chaco, EL QUÓRUM FUE HABILITADO POR EL PO. “Dar” quórum es otorgar la presencia decisiva para el tratamiento de una ley, no sentarse en un recinto y luego combatirla. (De todos modos, insistimos, los diputados del FIT U, ¡ni siquiera la votaron en contra!)

Si de abstencionismo parlamentario se trata, le recordamos al PTS que cuando el FIT conseguía sus primeras bancas (Neuquén) tuvimos que salir a combatir el extremismo antiparlamentario de sus diputados, que, por ejemplo, despreciaban la adopción de iniciativas legislativas que canalizaran reclamos obreros y contribuyeran a su organización. “En Neuquén se han presentado varios proyectos de declaración (…). Pero no existe una agenda de iniciativas legislativas -proyectos de ley-, relacionados con reivindicaciones sociales y políticas de los explotados. Pareciera que cumplir una función legislativa sería incompatible con el programa revolucionario, lo cual entraña una lista interminable de equívocos”. [Prensa Obrera, 7.6.2012, “La iniciativa parlamentaria de la izquierda revolucionaria”, Marcelo Ramal, hoy, en la página del PO, bajo la pudorosa autoría de “Redacción” (sic).

Los que hoy habilitan el quórum a los proyectos de la burguesía, no querían tomar la lapicera, hace siete años, para impulsar iniciativas ligadas a la clase obrera y a los explotados. Un infantilismo senil, porque el PTS ha pasado del jardín de infantes a la senectud sin escalas. Antes, boicoteaba el aspecto progresivo de una acción parlamentaria de izquierda; ahora, apuntala al parlamento en su función reaccionaria, habilitando las leyes de la burguesía. En el medio, deberá explicar por qué otro ´querubín´- Izquierda Socialista- se ha escapado de la guardería, y critica al quórum del Congreso. (Ver aquí )

La polémica que hoy recorre a todos los partidos del FIT-U demuestra que la cuestión del quórum es una ´línea de principios´. El acceso de la izquierda al parlamento vuelve más riguroso -no menos- la delimitación con el Estado, el régimen y sus partidos. Es necesario que toda la militancia de la izquierda debata esta cuestión crucial.

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