"Prácticas profesionalizantes", la reforma laboral en la educación

Escribe Tribuna Docente Tendencia CABA

Tiempo de lectura: 4 minutos

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que, a partir del ciclo lectivo 2022, todos los estudiantes del último año de secundaria de la Ciudad de Buenos Aires deberán realizar prácticas laborales obligatorias en empresas y organizaciones.

La iniciativa, que alcanza a 29.400 chicos de 442 colegios públicos y privados, “va a ser parte de la cursada necesaria para aprobar” y “tendrá una duración de 120 horas cátedras que se distribuirán a lo largo del año”, explicó Larreta.

Una semana antes de presentar el proyecto, durante la 27ª Conferencia Industrial de la UIA, Larreta invitó a los empresarios e industriales a "que sean parte y ayuden a generar una experiencia laboral de verdad".

En la conferencia organizada por la UIA bajo la consigna "Exportar Valor Argentino: claves para un Mercosur productivo", Rodríguez Larreta destacó la necesidad de "una transformación educativa que esté apuntada al mundo del trabajo". Aludió al sistema alemán, que ha sido fuertemente cuestionado por clasificar y segregar a los niños a la edad de 11 años entre una educación universitaria o una técnica según fuera su desempeño académico. Si no se puede convertir a un robot en humano, queda la alternativa de programar al humano en robot, para una mejor eficacia empresarial.

La comunidad educativa, docentes, estudiantes y familias no fuimos 'invitados' a la discusión. Nos enteramos a través de una conferencia de prensa para los medios cuando el proyecto ya estaba presentado.

El proyecto de "Prácticas profesionalizantes" es un paso más del GCBA en la aplicación del Plan Maestro, presentado en marzo 2017 por el gobierno porteño.

El articulado del Plan Maestro se sustenta en la Ley de Educación Nacional (LEN) de 2006 -bajo el kirchnerismo, con apoyo de la burocracia ceterista- la cual profundiza la Ley Federal de Educación menemista. La LEN -junto a la Ley de Escuelas Técnicas- habilita este tipo de prácticas en su artículo 33, lo que fue saludado por Techint en su oportunidad. Otro legado que dejó el menemismo es la Ley de Enseñanza Superior.

Secundaria del Futuro

La “Secundaria del Futuro”, que promueve el Plan Maestro, parte de la premisa de que “la sociedad cambia a un ritmo más acelerado que el sistema educativo”. Un resultado de ese cambio que no se define, es que “el 65 por ciento de los niños que ingresan a primaria van a trabajar en puestos de trabajo que aún no fueron creados”. Un mundo “en el cual el 50 por ciento de los trabajos desaparecerán y los nuevos exigirán nuevas combinaciones de capacidades”. Aquí se define a la desocupación en masa como un resultado del progreso tecnológico y no como consecuencia de la tendencia del capital a una mayor explotación de la fuerza de trabajo. El desempleo que traería aparejado el trabajo aun no creado, puede ser resuelto por medio de una disminución de la jornada laboral, lo que demuestra que la cuestión del trabajo es, como no podría ser de otro modo, es social en su esencia misma. Toda sociedad se funda en el trabajo.

Como reclama históricamente la OCDE, se trata de adiestrar a los futuros trabajadores en "habilidades blandas". De fuerza de progreso, históricamente compulsiva, la educación es convertida en reaccionaria, compulsivamente. Eliminar el “aprendizaje de contenidos”, como propone el Plan Maestro, significa dar de baja a 14 asignaturas que tiene la actual secundaria según su orientación.

Esta contrarreforma educativa es parte complementaria de la reforma laboral que impulsan los organismos internacionales de crédito como el FMI. El propósito es dar forma al trabajador descartable, lo cual supone atribuir a la “cuarta revolución industrial” la deshumanización completa de la sociedad. En realidad, esa “revolución” desarrolla más intensamente la premisa de la revolución socialista, porque pone fin a la subordinación del ser humano a las necesidades y pone a estas bajo el control de los seres humanos mismos. La educación debe condicionar al trabajo y no el trabajo asalariado a la educación. Los trabajos que aún no han sido creados serán, en las condiciones capitalistas, el producto de un conocimiento adaptado a la mayor explotación de las mayorías. En lugar de reproducir estas condiciones, es necesario abolirlas.

La juventud, bajo el régimen capitalista declinante, se enfrenta a un gigantesco escenario de desempleo, mucho antes del que le espera con los trabajos que aún no han sido creados. La pretensión de que la educación remedie la tendencia a la desocupación en masa, bajo el capitalismo, es una expresión de ignorancia interesada. Mientras Larreta hace sus anuncios el presupuesto educativo de la ciudad cae en picada, las vacantes en la escuela pública escasean, y se reducen las escuelas de educación especial.

En base a estas premisas llamamos a luchar y a organizarnos contra la Secundaria del Futuro de Larreta. Primero, por la distribución del trabajo disponible entre toda la población activa, con un salario mínimo igual a la canasta familiar. Segundo, mediante la requisición de los espacios desocupados para habilitar escuelas y colegios y garantizar todas las vacantes. Tercero, mediante la elevación en un ciento por ciento del salario docente, sin rubros no remunerativos (o sea en negro), y un salario inicial igual al costo de la canasta familiar.

Desde Tribuna Docente Tendencia llamamos a impulsar la deliberación y la toma de resoluciones mediante asambleas por escuelas y distritos, en los centros de estudiantes, así como luchar por la generación de centros de estudiantes donde no los haya, con el norte de combatir estratégicamente esta política. Llamamos a un Congreso de los Trabajadores de la Educación, con delegados electos en escuelas y colegios, para oponer a los Planes Maestros de Techint y el FMI, un Plan de Educación por la emancipación social, y la abolición de la miseria y de las guerras.

Suscribite a Política Obrera