Subte: suben los contagios y las provocaciones patronales

Escribe Matías Cisneros

El 23% de los positivos de toda la pandemia se dieron en las últimas 2 semanas. Emova continúa con provocaciones.

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Según el informe de la secretaría de salud de la AGTSYP, en los últimos 14 días se han contagiado 205 compañeros. En toda la pandemia el número de contagiados llega a 1083, y 15 compañeros fallecidos. Pero estos números podrían ser superiores, ya que la empresa no hace pública la información que maneja el servicio médico.

Frente al alza de contagios de estos días, la empresa ha sacado un comunicado anunciando en forma difusa medidas de resguardo, sin especificar en qué consisten. Es claro que un esquema en tráfico que restaurara las burbujas y un régimen de vueltas continuas limitaría la exposición. Pero la empresa busca defender lo que le ha arrancado a los trabajadores recientemente, a saber, un mayor de tiempo de exposición al túnel. La empresa se empeña en que los trabajadores realicen la mayor cantidad de vueltas sin descanso alguno. Además, somete al hacinamiento a los trabajadores en sus cuartos de descanso.

Algo similar pasa en los talleres, donde la empresa niega la conformación de burbujas. A cambio, ofrece un franco mensual para reducir la exposición. Mientras tanto, sigue vigente el pedido de incorporación de personal de limpieza, que es escaso en este sector.

Las medidas no sólo son insuficientes para la magnitud de los contagios. Además son inferiores a las aplicadas en otras fases de la pandemia. Además, Emova obstaculiza el reconocimiento de los contactos estrechos.

Provocaciones

Mientras retacea las medidas de protección sanitaria, la empresa no escatima provocaciones, que tienen lugar en medio de la tensión que recorre las líneas y talleres por la cuestión sanitaria, y que se expresó recientemente en dos paros parciales. Por ejemplo, ha corrido en un día la fecha de cobro habitual del salario, algo que acostumbraba hacer sólo en épocas de conflicto. Además, realizó descuentos arbitrarios de salario de hasta el 50% a delegados y activistas, y mandó vía telegrama pedidos de desafueros y suspensiones a delegados.

Para abordar el reclamo de los descuentos, la empresa ha planteado la revisión “caso por caso” de la lista que confeccionó el sindicato. Una clara provocación, que apunta a introducir una cuña entre los trabajadores.

Emova busca sostener la “nueva normalidad” –que supone una superación de la pandemia, que no existe- a fuerza de sanciones y pedidos de desafueros. La salud obrera entra en contradicción con el aperturismo. Es muy claro, a esta altura, que una escalada de este alcance exige una respuesta de todo el subte. La “normalidad” patronal, en pandemia y con 250 trabajadores menos de los que había antes del Covid, deja sentadas las bases para una regresión general de nuestras conquistas laborales. El plenario de delegados del subte debe reunirse de urgencia y resolver una medida de lucha general de tráfico y talleres: ni una sola sanción; por el retorno al régimen de diagramas reducidos; respeto de licencias por contacto estrecho; reposición de los puestos de trabajo caídos.

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