Un balance de la gran huelga de municipales de Berazategui

Escriben El Colo y Sergio Salgado

Movimiento Evita-Ctep-Uep oficiaron de rompehuelgas

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El 30/12/21, por supuestas “fallas del sistema informático del área de personal”, según adujo a la prensa distrital un sector de funcionarios del Ejecutivo, el intendente peronista Juan José Mussi procedió a echar a 140 obreros contratados. Muchos de ellos con años de antigüedad en tal condición, violando toda la legislación provincial acerca del empleo público municipal. Luego, desde su Facebook personal, en una transmisión en directo, Mussi argumentó que los despidos no eran tales, sino “meras recisiones de contratos a ñoquis que no trabajaban, que faltaban luego de cobrar los sueldos”. La mentira quedó refutada por la acumulación de basura domiciliaria en las calles de Berazategui , como consecuencia de los despidos.

El 65% del plantel del personal municipal es contratado, decenas de empleados llegan a jubilarse en tal condición, sin jamás ser efectivizados. Los dos sindicatos municipales del distrito (dirigidos por Carril Campusano y Baez (STMB y UOEMB, respectivamente, ambos en la Federación del “Cholo” García) nunca hicieron nada contra esta violación a los derechos laborales ni contra los despidos. Se llamaron a silencio antes, durante, y después del conflicto, y vienen tolerando por años este tipo de prácticas precarizadoras y antilaborales. La UOEMB reclamó “reincorporaciones” sólo “mediáticamente”, pero sin sumarse a la lucha ni organizar los sectores donde tiene representación. Hasta el mismísimo Intendente en sus declaraciones los reconoció como “sindicatos amigos”, suerte de escribanías del Ejecutivo, que ninguno desmintió.

Un sindicato de reciente creación y normalización, la UPMB (Unión del Personal Municipal de Berazategui) salió en defensa de los despedidos de las diferentes áreas de trabajo, dio cobertura legal y gremial a las medidas de fuerza y organizó una dura resistencia. Por medio de asambleas determinó llevar adelante un paro por tiempo indeterminado a partir del día 2/1/2022, en el que participaría Higiene Urbana, un sector clave de los trabajadores municipales, donde el paro por la huelga nació con un 100% de acatamiento.

El conflicto, que tuvo en vilo durante siete días al régimen político municipal, culminó el domingo 9/1 por decisión de una asamblea muy disputada, donde la medida de levantar se resolvió ajustadamente. Todo el aparato estatal y paraestatal del Municipio organizó aprietes, amenazas y mayores persecuciones sobre el personal y sus familias: los recursos utilizados por el gobierno de Mussi.

A medida que se desarrollaba el conflicto, los concejales de la oposición (Cambiemos) jamás se pronunciaron, ni movieron un dedo, sólo los consabidos “pedidos de informes”. Mussi, en cambio, intentó militarizar la base de Av. Rocha y calle 19. Porque “detrás del paro están Quebracho y la izquierda que no saca votos”. No logró vulnerar la adhesión de los vecinos, que dieron múltiples muestras de solidaridad popular: donaron víveres a los huelguistas, acompañaron cortes, piquetes y movilizaciones. Varias organizaciones políticas y sociales nos hicimos presente en el conflicto, entre ellas Política Obrera y el Polo Obrero Tendencia. En las redes sociales arreciaban las convocatorias a arrojar la basura en el playón del Palacio Municipal, insultaban a Mussi por dejar familias en la calle sin trabajo, convocaban a no pagar las tasas y a organizar “cortes y piquetes de basura” en distintos barrios. Los “memes” se mofaban del barón de Berazategui.

La propia política de Mussi en el distrito fue suficiente para echar por tierra sus difamaciones. La falta de luz, de agua de red, de acceso a la vivienda para la clase trabajadora, de privatización del suelo con curros inmobiliarios (megatorres en el casco céntrico, y countries y barrios cerrados destruyendo humedales y deteriorando el medioambiente zonal), vaciamiento de la salud pública municipal, y etcétera.

Pero sí logró que todo su aparato punteril, nucleado en torno a las “sociedades de fomento” y “organizaciones sociales” oficialistas como el Movimiento Evita-CTEP-UTEP del funcionario, Matías Aguirre, oficiaran durante las medidas de fuerza como rompehuelgas, utilizando camiones no habilitados, de otras reparticiones, y contratados por el Municipio al efecto, desarrollaran un operativo de limpieza de “puntos críticos” (los barrios privados y el centro comercial de la cabecera del Municipio) e inauguraran basurales a cielo abierto en predios no habilitados por el CEAMSE (particularmente contaminaron sectores de la localidad de El Pato, donde depositaron toneladas de basura sin tratamiento alguno).

La lucha no ha terminado

Se conquistó la reincorporación del grueso de los despedidos, pero ocho compañeros de la Directiva de la UPMB quedaron en la calle, entre ellos los secretarios General, Adjunto, Gremial y otros, todos dirigentes y destacados activistas de la huelga, cuya moral sigue alta, y están desplegando nuevas acciones. Mussi ha violado arteramente la tutela sindical, una conquista histórica de la clase obrera argentina, incluso para los sindicatos simplemente inscriptos, es decir que esta lucha también implica el esfuerzo de la clase trabajadora por la libertad y la democracia sindical y superar todo el andamiaje de unicato y regimentación estatal-burocrático. Los compañeros de la UPMB marcharon el lunes el lunes 10/1 y el miércoles 12/1 a las sedes del Ministerio de Trabajo de la PBA en Quilmes y La Plata, y ahora apuntarán sus acciones al Ministerio de Trabajo nacional, para una pronta expedición en torno al respeto al derecho de tutela sindical.

Quedaron, además, sin resolver todos los reclamos de fondo, como el pase a planta permanente de los reincorporados y de la gran masa del personal, el aumento del salario, el reconocimiento del trabajo insalubre. Después de 10 días sin recolección y con los vecinos repudiando a Mussi, se conquistó reincorporar al 94% de los despedidos, pero quedó afuera la dirección del nuevo sindicato, en un hecho gravísimo de práctica antisindical de la Intendencia.

Durante los diez primeros días del 2022, todo el pueblo y la clase trabajadora de Berazategui fuimos blanco de los punteros políticos de Mussi y su política antiobrera y de ajuste.

Mussi hizo una “puesta a punto” de la tercerización laboral que pretende llevar adelante el gobierno nacional del “Frente de Todos” y toda la clase capitalista. Utilizó el “Potenciar Trabajo” para sustituir personal efectivo y de planta transitoria, suplantando municipales por cooperativistas que reciben "sueldos" paupérrimos, sin obra social ni jubilación. En la extorsión hacia los compañeros del Evita para carnerear, Mussi ensayó la amenaza de baja de los planes (el municipio de Berazategui, junto con el Evita-CTEP-UTEP-MTE son los principales “entes ejecutores” de la llamada “Economía Popular”) a quienes recientemente Desarrollo Social de Nación habilitó las “altas por bajas”. Muchos empleados y obreros huelguistas y sus familiares que fueran beneficiarios de algún programa social, o de otro empleo municipal, recibieron amenazas directas de los punteros mussistas . A los obreros municipales les corre la misma extorsión “en suerte”: la “caída de contratos” cada 30/6 o 30/12.

Mussi no sale indemne de esta histórica lucha. Su revanchismo encenderá la mecha de nuevas luchas y mejor organizadas, que abrace al conjunto de la clase obrera.

Desde Política Obrera nos esforzaremos para que todos los sectores populares saquen conclusiones políticas de la potencia y fuerza que tendría un nuevo plan de lucha y un Congreso Obrero como factores de unidad y reagrupamiento, y para continuar la pelea en Berazategui contra uno de los barones mafiosos y su régimen de precariedad laboral y negociados capitalistas que más tiempo ha logrado sobrevivir en el conurbano.

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