Escribe Diego Carrazán
Tiempo de lectura: 3 minutos
Las elecciones del sindicato docente ATEP se realizarán el 15 de mayo. En la misma se elegirán la comisión directiva, congresales provinciales y nacionales a Ctera y delegados departamentales.
Para poder presentar una lista los obstáculos son inmensos. Se necesita el 3% de avales exclusivos para que sean válidos, sobre un padrón aproximado de 11.000 afiliados, o sea, unos 330 avales. Se exige lista completa, que la componen unos 120 candidatos que deben estar afiliados, tener la antigüedad y ser de todos los departamentos de la provincia, aparte de 15 candidatos jubilados.
A finales del año pasado, la burocracia de ATEP realizó un congreso extraordinario con congresales oficialistas donde aprobaron, por una parte, una memoria y balance “trucha” y por la otra, eligieron una Junta Electoral adicta, una carta clave que la burocracia va a usar para asegurarse la reelección si tiene que apelar al fraude.
El proceso electoral estará marcado, en esta primera fase, por las negociaciones salariales con el gobierno y el regreso a las clases presenciales en pandemia.
En lo salarial, el gobierno tuvo su primera reunión con el Frente Gremial Docente (integrado por ATEP, Apemys y Amet). Fue una reunión protocolar, donde la burocracia se limitó a escuchar al gobierno. En los medios, Toledo, secretario General de Atep, sostuvo que seguirían los lineamientos de la paritaria nacional.
En cuanto a la presencialidad plena, el gobierno tucumano ha planteado que van a seguir las pautas fijadas por el gobierno nacional, invocando diversas medidas que conforman un protocolo que son imposibles de cumplir. El gobierno apuesta al reflujo de los contagios y a la vacunación. Como indica la experiencia internacional, el retorno presencial pleno a las clases ha sido un motor multiplicador de contagios y nuevos brotes.
Todas estas cuestiones van a ser temas de debate a partir del miércoles 9, cuando la docencia está convocada a retornar a las escuelas, aunque las clases comiencen el 2 de marzo.
Quienes ya han anunciado su candidatura a secretario General por Atep son:
Toledo, quien ocupa la conducción desde hace 12 años; tuvo una relación privilegiada con Alperovich, luego con Manzur y ahora se ha acomodado con Jaldo. Es la cabeza del bloque burocrático que conduce el Frente Gremial Docente.
Brito, referente de la lista Dorada, es un burócrata que se separó hace unos años del aparato que conduce ATEP. Ahora compite con Toledo en ganarse los favores de Jaldo y de varios intendentes del interior. Brito fue el impulsor de la llamada “Mesa de unidad y coordinación docente” que reunió a principio del 2021 a unos 20 agrupamientos, incluidos a los del FIT.U, defendiendo la “presencialidad cuidada”, haciendo eje no en enfrentar la política del gobierno, sino en bloquear las iniciativas del movimiento autoconvocado. Ahora, varios de esos agrupamientos, incluidos el PCR, rodean a Brito y en los medios se presenta como el representante de la unidad de la oposición a Toledo.
Zelarayán, sobrino de quien durante 20 años dirigió ATEP, viene de integrar la actual comisión directiva, y rompió a fines del año pasado sin dar ninguna explicación pública. Actualmente es concejal radical en la ciudad de Concepción, donde el intendente Sánchez de Juntos por el Cambio fue electo diputado nacional en la última elección. Zelarayán impulsaría una lista de cuño radical-macrista.
Desde el movimiento Docentes Autoconvocados, donde milita Tribuna Docente, ya nos hemos lanzado a la tarea de conformar una lista de los luchadores y delegados de escuela que emergieron durante 2020, impulsando movilizaciones autoconvocadas en defensa del salario y luego en la lucha, cuando estalló la pandemia, en defensa de la salud y la vida.
En los últimos dos años, este agrupamiento ha logrado sostener una actividad a escala provincial, reflejada en dos congresos de delegados de base y en numerosos pronunciamientos sobre los más diversos problemas relativos a las políticas educativas y las reivindicaciones de la docencia.
Vamos a una lucha por la recuperación de ATEP, por un sindicato democrático, combativo e independiente de los gobiernos de turno.