Cisjordania: entre el KKK sionista y el “polvorín al borde de la explosión”

Escribe Norberto Malaj

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El martes 8 pasado, “miles de palestinos se manifestaron en varias ciudades palestinas de Cisjordania, informa el diario Haaretz, por el aumento del precio de los productos básicos. El martes (próximo), se planea otra protesta en Belén, que se espera que atraiga a miles de personas que piden a la Autoridad Palestina en Ramallah que intervenga para bajar los precios” (Jack Khoury, ídem, 8/2).

Otro periodista, Amos Harel, caracteriza que “Cisjordania está al borde de la explosión”.

De todas las afrentas que sufre el pueblo palestino, en Cisjordania, la más perversa es la que llevan adelante los colonos sionistas que ocupan las mejores tierras de la región. Michael Sfard, líder de Yesh Din, una organización israelí de defensa de los derechos humanos, sostiene que “los violentos colonos israelíes comienzan a parecerse al KKK”. Existe una conexión evidente entre la expansión confiscatoria de los colonos sionistas y el desarrollo de una suerte de Ku Klux Klan israelí –la guardia armada de los colonos. Las denuncias contra los atropellos que sufren los palestinos no son receptadas -“Cada año, el 92 por ciento de las denuncias se cerraron sin ninguna acusación”-, incluso si se amparan en las normas jurídicas del Estado israelí.

Sfard señala “que los colonos en la oscuridad de la noche, atacan al estilo del Ku Klux Klan. Tiran piedras, rompen ventanas y provocan incendios. De los casi 1.500 casos que hemos atendido en estos años, casi la mitad fueron delitos de daño a la propiedad, un tercio fueron delitos de violencia y casi todo el resto, el 12 por ciento, consistieron en tomas de tierra. Y estas son solo las quejas que llegaron a Yesh Din. Sin duda hay miles de casos que no nos llegaron”. “Vergonzosamente, la actitud de las autoridades israelíes -todas las autoridades, bajo todos los gobiernos- hacia esta criminalidad racista e ideológica es puramente instrumental”. “La evidencia de cómo el gobierno israelí instiga la criminalidad de los colonos es amplia e inequívoca”, concluye Sfard.

Lo notable es que la Autoridad Palestina ha aprobado 3.300 nuevas unidades en los asentamientos. La construcción de unidades habitacionales en Cisjordania ha sido de 1.300 viviendas solamente. Hace mucho que la AP ha llegado a la conclusión de que es necesario ensamblar económicamente a los territorios bajo su jurisdicción con Israel, y de un modo general con el capital extranjero. En esta línea legaliza la penetración de los colonos sionistas.

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