Un pésimo polemista y peor difamador

Escribe Julián Asiner

Tiempo de lectura: 2 minutos

Sobre el final de su artículo, Lotito abandona el traje de polemista para probarse el de difamador. Luego de atribuirnos un “campismo pro-ruso”, cree oportuno apoyar la descalificación atribuyéndonos “acuerdos con sectores pro estalinistas rusos como Darya Mitina, miembro de la Comisión Política del Partido Comunista Unificado de Rusia (OKP, por sus siglas en ruso)”. Este mediocre polemista y deshonesto militante no mostrará ninguna evidencia de tales acuerdos, sino una cantidad de desvaríos. En La Izquierda Diario no existe la supervisión de la exactitud de los textos que publica.

Lotito alude a “(un)a lógica de hacer acuerdos por ´4 puntos´ generales como promovía la hoy extinta Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional (CRCI), impulsada por Jorge Altamira cuando aún era dirigente del Partido Obrero”. La ´extinta´ ha dejado un legado programático y de conductas, que empequeñece los macaneos académicos del PTS, ni qué decir del voto a la ratificación del tratado Netanyahu-Trump, por parte del PTS, en la legislatura porteña. Lo mismo vale para Altamira que, a diferencia del PTS, fundó una organización, la CRCI, sobre la base de un programa, discutido y votado en abril de 2004 en un Congreso en Buenos Aires, en el Teatro San Martín..

Con respecto a los cuatro puntos acordados con Mitina eran cinco, no cuatro, y sin ninguna Mitina. De Mitina no conocíamos siquiera su existencia; fueron aprobados en 1997, para dar inicio al proceso que debía culminar con el Congreso mencionado, y los asistentes no eran rusos sino italianos, griegos, norteamericanos y dinamarqueses o daneses.

El acto que menciona Lotito, al cual fue invitada Darya Mitina por organizaciones europeas de la CRCI, ocurrió en 2018, en la facultad de Sociales. En Congresos previos había habido otros invitados, por ejemplo, turcos, mexicanos, brasileños e incluso israelíes anti-sionistas. Se produjeron debates interesantes, que en algunos casos redundaron en nuevas incorporaciones y otros no. A los Congresos de la Internacional Comunista asistieron muchos invitados, con resultados diversos. Iniciar un debate con una ex stalinista, que integra un partido minoritario de oposición en la misma Rusia, es siempre interesante. Más interesante que invitar al Congreso de la Nación a una tanda de centroizquierdistas nacionales y extranjeros, que luego fueron a ver a Parrilli, con el propósito de adoptar la posición juridicista de estos a propósito de la deuda externa. Lotito: a veces es mejor no ceder al impulso de macanear.

En el acto en Sociales, se cedió la palabra a Mitina, algo que sólo hacen los partidos políticos con ideas y planteos sólidos. Al cerrar el evento, Altamira se vio obligado a polemizar con Mitina, de modo que en el partido que dirigió Altamira la democracia no sólo era interna (de aparato) sino irrestricta, es decir pública. Esto que Lotito omite y que es una prueba de su deshonestidad, puede consultarse en la web.

Cuando alguien mixtura un debate político tan importante como la guerra internacional actual con difamaciones, sólo está exhibiendo su fragilidad moral, la cual casualmente reivindica en su texto, donde también descarrila, porque la confunde con un nacionalismo reaccionario, no históricamente progresivo.

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