El Congreso convocado por el Polo Tendencia en Mendoza

Escribe Esteban Garro

Tiempo de lectura: 3 minutos

La realización del plenario regional del Polo Obrero Tendencia de la provincia de Mendoza fue la culminación de una intensa campaña de agitación política de la regional. Esta agitación nos permitió entrar en contacto con distintos sectores del movimiento obrero, como trabajadores de salud, docentes de escuelas e instituto, obreros del ajo y de frutas, y trabajadores de los distintos barrios de la provincia.

Para el día 18 de junio las asambleas del Polo Tendencia de Mendoza convocaron al conjunto del movimiento obrero a concentrarse en el municipio de Guaymallén para llevar adelante nuestro Congreso regional. Allí participaron delegaciones de los departamentos más poblados de la provincia, como Maipú, de Godoy Cruz y Las Heras, además de las asambleas de Guaymallén. A eso se sumaron distintos sectores obreros que se acercaron a participar, como trabajadores de la construcción, del ajo, estudiantes, jubilados y luchadoras del movimiento de mujeres.

En total contamos con una participación de más de 150 compañeros ocupados y desocupados que deliberaron durante más de cinco horas sobre los problemas del movimiento obrero y cómo intervenimos en la crisis. Rosario Gómez destacó las denuncias de corrupción que pesan sobre la dirigencia política provincial, en relación al subsidio de $9 millones que el gobierno de Mendoza le entregó al pastor evangélico Héctor Bonarrio a cambio de dar de baja su candidatura. Los manejos millonarios de dinero entre las distintas fuerzas políticas patronales contrasta con la más que limitada política asistencial del gobierno, frente al cual nos movilizamos sistemáticamente para arrancar alguna conquista. Con esa lucha, desde el Polo Tendencia de Mendoza hemos conseguido algunos módulos de alimentos, así como colchones y nylon, y algunos kilos de verdura por única vez.

David, obrero de la construcción denunció la miseria salarial que pagan las patronales en la provincia. Se llega a pagar un jornal de hasta $2000 por 8 horas de trabajo, es decir, $250 la hora. Esto sin los elementos de seguridad mínimos necesarios (guantes, fajas, gafas, etc). Lo mismo sucede con otros sectores, como lo relató, Esteban, obrero del ajo, quien trabaja con temperaturas bajo cero en invierno y verano con más de 40 grados, en condiciones precarias y sin ningún tipo de protección. También señaló la preocupación por los agro-tóxicos y elementos contaminantes que terminan perjudicando la salud de los obreros, los cuales no cuentan con elementos de seguridad y protección.

Ambos denunciaron la ausencia de un sindicato que los organice o represente, lo cual deja las manos libres a las patonales para despedir libremente al primer reclamo por salario o mejores condiciones laborales. “Nosotros somos los trabajadores más super explotados. Basta que sigan avasallando nuestros derechos”, señaló Esteban.

Desde los sectores desocupados se remarcó la preparación de un plan de lucha para conseguir un trabajo genuino, donde se presentará un padrón con las especialidades de todos los obreros desocupados o semi-ocupados (gasistas, plomeros, torneros, electricista, pintores, cosechadores, etc) y se exigirá inmediatamente un aumento en el jornal bajo convenio de trabajo en blanco con obra social , ART, aportes jubilatorios y demás derechos laborales.

Micaela, estudiante de una tecnicatura en higiene laboral denunció el manejo empresarial en materia de seguridad e higiene en las empresas, para ahorrar dinero a costa del trabajador. “Cuando te recibís es muy difícil encontrar trabajo porque la patronal quiere en su mayoría que le hagas la habilitación y nada más. Incluso con nuestra carrera cobrás una miseria y no tenés las condiciones laborales que corresponde”.

Nazarena, compañera el Polo Tendencia y organizadora de un merendero destacó las dificultades que sortean día a día para poder organizarse y luchar por una vida mejor. “No tengo tiempo pero me lo hago. Trabajo, estudio y soy responsable de un merendero donde asisten más de 100 familias. Las necesidades son inmensas, todo lo hago con cariño y amor. Para que no se vulneren mas los derechos de las familias trabajadoras luchemos por la educación, por una vivienda o tierra, y que se pueda comer dignamente (respetar la nutrición que necesitamos todos). ¡Basta de pasar hambre!”.

Jennifer Riquelme y Silvia del Pla plantearon los problemas de la doble opresión que sufre la mujer trabajadora y la necesidad de organizarse. Destacaron que los la violencia hacia la mujer no es un problema cultural, sino que reproduce las relaciones de poder en esta estructuras social de explotación y opresión. Votamos seguir organizadas para intervenir de manera independiente. Ni la justicia ni la policía son garantía a la hora de preservar la integridad de las compañeras que sufren la violencia. También apareció la preocupación por la vulnerabilidad de los niños en estas situaciones, que podemos detectar de los merenderos. La autoestima y la acción grupal para superar las situaciones de violencia son claves y la organización es la herramienta de superación.

Del congreso participó Eduardo Molina, dirigente nacional del Polo Obrero Tendencia, quien se conectó desde la provincia de Buenos Aires de manera virtual.

El 16, vamos a un gran congreso nacional.

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