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El jueves 20 de octubre la policía reprimió y desalojó a más de 400 familias del barrio “La Resistencia” de Merlo. En la provincia de Buenos Aires, el déficit habitacional es enorme, con una desocupación creciente y con una pobreza que supera el 40% de la población, en el caso de los niños y adolescentes la pobreza llega al 60%. En este marco, un sector significativo de la clase obrera ocupa terreros ociosos para poder construir su casa, un derecho humano elemental que toda persona tiene y el régimen social niega. Ante esta carencia de cientos de personas, la respuesta del Intendente kirchnerista Gustavo Menendez y de Kicillof fue la represión feroz al igual que en el desalojo de Villa Mascardi, Bariloche. Decenas de mujeres, niños y hombres fueron heridos. En la comisaría 5º de Pontevedra hay tres mujeres detenidas.
Los vecinos están organizando una movilización este viernes 21/10 a las 8am a los Tribunales de Morón. Concentran en la plaza La Roche, frente a la estación de Morón.
La política de la represión y la carencia de viviendas sociales es una continuidad del intendente pejotista. En el 2015 debutó con una represión en el barrio de la ruta 1003 con la complicidad de Vidal (gobernadora en ese período). Prometió a los vecinos viviendas sociales que jamás llegaron. En 2020, estalló un escándalo de corrupción en torno a la venta de tierras fiscales por parte del Subsecretario de Tierras y Vivienda, mano derecha de Menéndez.
La política kirchnerista de la represión se agudiza en sintonía con la crisis.
Libertad a las compañeras. Cese de todas las causas judiciales. Plan de urbanización y viviendas sociales a cargo de Estado.
