Escribe Javiera Sarraz
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Nuevos gremios iraníes se han unido al llamado a huelga de los petroquímicos en apoyo a las movilizaciones de las mujeres y la juventud.
El Consejo para la Organización de Protestas de Trabajadores de los Contratos del Petróleo ha informado que los conductores de camiones cisterna de combustible se han sumado masivamente a este llamado ya no sólo por sus reivindicaciones, sino llamando al derrocamiento del gobierno.
Esto se debe a que, durante las primeras huelgas convocadas por los petroleros, el gobierno ha detenido y encarcelado a más de 250 camioneros y conductores. El rol de los camioneros en el levantamiento de Irán ha sido fundamental, puesto que ante el sabotaje de las telecomunicaciones por parte del régimen, éstos se han transformado en un instrumento de información, coordinación y propaganda entre las ciudades.
Los trabajadores tercerizados del petróleo han bloqueado las entradas a las centrales petroleras; estáan en huelga los petroleros de las refinerías privadas con salarios devaluados producto de la inflación, los empleados del complejo de gas de South Pars, los empleados de comercio, los siderúrgicos y más recientemente los trabajadores de la caña de azúcar en Juzestán.
Las huelgas obreras, especialmente las de los petroquímicos, se han extendido por todas las provincias del Golfo Pérsico y las provincias limítrofes con Irak. Ahora, junto con el reclamo de contratación en planta de los tercerizados y el aumento de los salarios, reclaman la apertura pública de los informes de ganancias de las compañías. Las patronales denuncian además el ‘riesgo’ de la coordinación entre ocupados, tercerizados y desocupados de las ciudades de Asalouye y Bandar Abbas.
Las manifestaciones y protestas, especialmente de las mujeres y estudiantes secundarias y universitarias, se extienden por todo el país desde la provincia del Kurdistán iraní pasando por Teherán hasta la provincia de Jorasán Razaví, en el límite con Afganistán.
Las mujeres asisten a sus escuelas y facultades sin el hiyab, y las estudiantes secundarias en Arak y Sanandaj protagonizan diariamente ‘sentadas’ en el patio de sus escuelas en forma de protesta. En Bukan, las adolescentes denuncian que las fuerzas represivas entran con vehículos blindados en sus escuelas y les lanzan bombas lacrimógenas a quemarropa. También son atacadas en las calles con granadas de sonidos.
Frente a esto, el Consejo Coordinador Sindical de Organizaciones Culturales de Irán anunció 3 días de paro y duelo por las estudiantes detenidas, desaparecidas y asesinadas. Las docentes también anunciaron paros en sus establecimientos permitiendo la entrada de las estudiantes para protestar en su interior, pero sin dar clases.
También la comunidad médica de Mashhad han protestado a las fueras de sus hospitales exigiendo el cese de la represión y la no injerencia del régimen en los tratamientos médicos de los detenidos, los que son sacados de los centros de salud para llevarlos a las cárceles.
La agencia Harana, especializada en derechos humanos en Irán, calcula que sólo en las últimas 4 semanas han sido detenidos y encarcelados más de 12.000 manifestantes. Las cárceles se encuentran totalmente hacinadas. En Teherán hay cuatro manifestantes procesados por ‘delitos de guerra’ por lo que se encuentran en riesgo de ser condenados a pena de muerte.
Las protestas en las provincias de Isfahan (zona centro del país), Chahar, Azerbaiyán occidental y oriental, Kurdistán y Teherán se han intensificado significativamente. En las ciudades más grandes del país, las movilizaciones están convocando entre 70.000 y 200.000 personas.
Frente a la imposibilidad de detener los levantamientos, la llamada ‘policía de la moral’ ha endurecido sus ataques ya no sólo contra las mujeres movilizadas y sin hiyab, sino que especialmente contra las madres. La policía ha comenzado a arrebatar y secuestrar a los hijos e hijas de las mujeres que organizan y participan de las protestas.
En ciudades como Tabriz, Azerbaiyán oriental, las mujeres han comenzado a organizar asambleas por barrios para discutir mecanismos de resistencia a los ataques relámpago de la policía contra las mujeres que no usen la hiyab y las madres que protestan con sus hijos en brazos.
La intensificación de las protestas y huelgas en Irán ahora juegan un rol en el escenario de la guerra mundial. Irán ha entrado en la guerra entregando drones de alto alcance a Rusia y enviando altos mandos de la Guardia iraní para el entrenamiento en el uso de estos drones en Crimea. El régimen de Irán entra en la guerra y con ello, las mujeres, estudiantes y obreros iraníes abren con su lucha una perspectiva revolucionaria para Medio Oriente y el mundo.