Escribe Mocha Soria
Tiempo de lectura: 2 minutos
El gobierno tucumano anunció que por decreto iba a proceder a otorgar a los trabajadores estatales de la provincia -incluidos los de la Salud- un aumento del 30% en tres cuotas (10% en noviembre, 10% en enero, 10% en febrero) y junto con ello una bonificación no remunerativa de 25 mil pesos para noviembre, 25 mil para diciembre y 10 mil para enero.
En el caso del sindicato de la Salud, la conducción del Sitas, que venía apostando a las “mesas de diálogo” con el gobierno, planteó que estos anuncios salariales eran insuficiente pero no llamó a movilizarse y confluir con las acciones de lucha que SADOP y la docencia autoconvocada llamaron para el día siguiente, y que se tradujeron en una movilización que reunió a más de 1.000 docentes. Esta movilización educativa causó un fuerte impacto entre los trabajadores de la Salud. En los hospitales se debatía qué hacer en relación al reclamo salarial del sector. Este clima cobró una primera expresión de protesta cuando los delegados del Hospital de Niños, vinculados al SITAS, convocaron a un abrazo simbólico del hospital al que se sumaron masivamente los trabajadores de ese hospital y de otros establecimientos cercanos
Esta acción generó un efecto dominó, reflejado en ´abrazos´ simbólicos y cortes frente a los hospitales Kirchner, Carmen, Eva Perón, Avellaneda y Centro de Salud, durante los días 14 y 15 de noviembre. En todas estas acciones se denunció que los anuncios salariales del gobierno de Jaldo no constituyen un aumento porque no contemplan la pérdida salarial. Por supuesto, hubo señalamientos relativos a la lucha de residentes y concurrentes de CABA como un norte a seguir.
El ministro de Salud de la provincia, Medina Ruiz, salió con los tapones de punta a atacar los “abrazos”, diciendo que “no era momento” para realizar ese tipo de protesta “y menos en horario de trabajo”.
Para el jueves 17 de noviembre, el SITAS ha convocado a un “paro interno”, o sea con concurrencia al lugar de trabajo y sin movilización, procurando poner un freno bajo su control al proceso de movilización que se ha abierto.
Esta planteado aprovechar el paro del 17 para autoconvocarnos en asambleas en todos los hospitales y centros de salud. Necesitamos una interhospitalaria de delgados con mandatos para resolver una lucha a fondo por el salario y otras reivindicaciones pendientes relativas a las condiciones laborales. Como ya ocurrió en la provincia con la gran lucha en el 2009-10, de la misma manera en el 2020, antes de la pandemia, y como está ocurriendo ahora, con la huelga por tiempo indefinido de los residentes y concurrentes de CABA, ese es el rumbo a seguir.