Universidad Autónoma de Entre Ríos: la “nacionalización” de la Facultad de Humanidades

Escribe Brian Murphy

Las bases autoconvocadas marcan la agenda a la gestión y la burocracia.

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A principios de octubre, los docentes nos enteramos por los medios sobre un nuevo proyecto de ley de nacionalización (el tercero), esta vez no de la totalidad de la UADER (Universidad Autónoma de Entre Ríos), sino solamente de la FHAyCS (Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales). Se trata del proyecto de creación de la “Universidad Nacional Juan Laurentino Ortiz”, presentado por la diputada nacional Blanca Osuna, del Frente de Todos.

El proyecto salió a la luz sin que fuera dado a conocer a la comunidad educativa ni se propiciaran instancias previas de debate ante semejante iniciativa. Frente al creciente malestar por este ocultamiento, y a la constitución de asambleas autoconvocadas de docentes, los Consejos Directivo de la FHAyCS, y el Superior de la UADER se apuraron a reunirse y aprobarlo “entre gallos y medianoche”, en un trámite exprés vaciado de debate. Fue la culminación de un camino de omisión de cualquier instancia deliberativa previa que las bases hemos denunciado. Recordemos que los órganos de cogobierno actuales surgieron de elecciones organizadas en medio de la cuarentena, con una participación mínima o nula de las bases de los respectivos claustros.

Llamativamente, tanto la Comisión Directiva Central (provincial), como la CD de la seccional Paraná de AGMER (el sindicato que representa a la docencia de UADER), no fijaron postura pública durante un largo mes de octubre, ni convocaron oportunamente a sus bases afectadas a debatirlo. Ese silencio consintió y avaló el plan antidemocrático e inconsulto de las autoridades universitarias.

La Directiva Central recién hizo público un comunicado el pasado viernes, luego de que los principales diarios de Paraná informaran sobre una reunión ¡en la sede gremial! con la gestión nacionalizadora, y denunciaran que no recibieron declaraciones por parte del gremio a pesar de los reiterados intentos (Uno 10/11). Mientras tanto, los voceros de la opinión sindical fueron… las autoridades de la Facultad, que en un comunicado dijeron que la convocatoria a participar de la «Mesa de condiciones laborales y previsionales» fue bien recibida por el sindicato docente, que planteó una serie de preocupaciones y expresó su compromiso de participación (FHAyCS UADER 9/11).

Semanas antes, la presión iniciada por las bases de las escuelas Normal y Alberdi (dos de las escuelas pre-universitarias de la UADER), que emitieron una carta abierta y un comunicado respectivamente, forzó a la Directiva de la Seccional Paraná a convocar una “asamblea abierta” el 2/11. En un claro intento por cercenar el derecho de las bases a definir un curso de acción le dio un “carácter informativo” a la asamblea, es decir, no resolutivo.

Además, la burocracia de la seccional Paraná de Agmer, liderada por el PCR, intentó vaciar la asamblea convocándola fuera del horario laboral, a contramano de lo que exigía la docencia y tampoco le dio difusión a la convocatoria, debilitando así cualquier iniciativa de deliberación frente a un tema tan trascendente.

A pesar de la maniobra, la asamblea tuvo una nutrida concurrencia de activistas y bases docentes, tanto de las escuelas pre-universitarias como de las carreras del nivel superior, que exigieron sin vueltas la convocatoria urgente a asambleas en las escuelas y en horario laboral, y la necesidad de una gran asamblea conjunta, de carácter resolutivo.

La conducción de la Seccional Paraná, por su parte, negó toda posibilidad de votar el pliego levantado por la asamblea y se limitó a dar un informe que luego publicó, enunciando solamente la “preocupación” respecto de 4 puntos: estabilidad laboral, derecho a voz y voto de los docentes en los concejos universitarios, obra social y régimen jubilatorio (en Entre Ríos los docentes se jubilan con 25 años de aportes y 50 o 53 años de edad).

Al igual que la provincial, la conducción sindical seccional convalida el avance del proyecto de nacionalización, y sólo aspira a “discutir” con la gestión entre cuatro paredes y sin lucha las condiciones en las que se efectivice. Ha planteado que están “generando acciones permanentes tendientes a señalar los puntos que deben ser considerados en función de garantizar los derechos de los y las docentes”.

La historia del movimiento obrero “señala” que la única forma de conquistar derechos laborales y defenderlos es con la deliberación de las bases y la movilización de los trabajadores. Huelga decir que por estos días los residentes y concurrentes de la CABA nos han ofrecido un gran ejemplo a los trabajadores de todo el país, librando una lucha que logró reabrir una paritaria cerrada hace tan solo un mes por la burocracia, con el planteo de salario inicial igual a la canasta familiar (lograron 200mil de bolsillo, pero pedían 250 mil).

La asamblea gremial del miércoles 2 de noviembre, en la sede de AGMER Paraná, fue una conquista de la organización independiente de la docencia de las pre-universitarias, que hicimos público nuestros planteos y la exigencia de instancias gremiales de deliberación. Este es el camino que debemos profundizar.

Mesa de Condiciones laborales y previsionales

Luego de la reunión entre la gestión de la facultad y la burocracia de AGMER, se puso en marcha la "Mesa de Condiciones laborales y previsionales", creada por la resolución 2022/22 (por la cual el CD Superior de la UADER había adherido al proyecto de nacionalización). El diario Uno tituló: “Autoridades de la Facultad sumaron al gremio a trabajar por la Nacionalización” (10/11).

La mesa reunirá el jueves 24 a la gestión nacionalizadora de la facultad con “representantes” de AGMER, pero también de ATE y UPCN por parte del personal no docente. Además, se prevé la participación de representantes de “los claustros, sedes, consejos de carrera, niveles pre-universitarios, centros de estudiantes y asociaciones sindicales”. La gestión insiste en meter con fórceps cualquier instancia que otorgue una pátina democrática y de consenso al proyecto inconsulto.

Un problema que surge, por ejemplo, es que los consejos directivos de las escuelas preuniversitarias tienen los mandatos vencidos desde la cuarentena. Así, la gestión apura a la comunidad educativa a elegir a sus representantes, pero sin propiciar ninguna instancia de deliberación para ello. Actúa de la misma manera que la burocracia gremial: bloqueando cualquier instancia de deliberación de las bases.

Concursos

En el marco de la avanzada nacionalizadora, durante el mes de octubre la gestión publicó el llamado a concursos en las carreras del nivel superior de la facultad. La irregularidad en la situación de revista y la precarización laboral que sufren los docentes del nivel superior de UADER es total, y se acarrea desde hace años. Los concursos que se abren ahora siguen siendo interinos, y no ordinarios, por lo que no resuelven la situación de fondo, y tampoco revierten las espantosas condiciones laborales en la facultad: muchísimos docentes seguirán a cargo de cátedras y cursos enteros con una dedicación de tan solo 3 a 6 horas cátedra.

Debemos leer esta inesperada apertura de concursos interinos como una maniobra más en el repertorio de una gestión que busca apaciguar el creciente malestar que recorre las bases autoconvocadas.

Perspectivas

La conducción del gremio sigue avanzando en reuniones con la gestión, en una clara integración para avanzar en la nacionalización, mientras da la espalda a los reclamos urgentes de la docencia y sigue sin convocar las instancias de deliberación y resolución que han sido claramente demandadas.

Las autoridades han vendido la nacionalización como un acto de “justicia fiscal federal” y como una “solución a la crisis presupuestaria” de la UADER. Pero el presupuesto de la universidad constituye el 1,1% del presupuesto provincial y el panorama de ajuste presupuestario, precarización laboral y mercantilización de la educación que arrasa en las universidades nacionales desmienten por completo esos argumentos.

Nacionalizar o no la FHACyS no es el verdadero debate que necesitamos dar, sino cuáles son las instancias a construir por los trabajadores para mejorar de manera inmediata las pésimas condiciones laborales en la que nos encontramos; cómo salimos de la miseria elevando el nivel salarial al del costo de la canasta familiar (hoy en 250 mil pesos); y de qué manera construimos una Universidad con condiciones de estudio adecuadas para la juventud.

En este último sentido, es vital poder sumar al movimiento estudiantil, todavía ausente en esta lucha, pero que ha sido protagonista en la historia de la última década de la UADER, encabezando enormes movilizaciones y tomas de edificios en torno al proceso de normalización y a la lucha por el edificio propio y el presupuesto.

Mientras burocracia sindical y gestión emprenden una y mil maniobras para vender consenso por imposición, no parece factible que lo que por ahora es sólo un proyecto de ley avance este año en la Cámara de Diputados de la nación, que se muestra más preocupada por resolver si la suspensión o no de las PASO puede ser un factor atenuante en la expresión de la crisis que recorre tanto al gobierno como la oposición.

Como siempre, quienes tenemos la última palabra somos los trabajadores, si nos organizamos y movilizamos, claro está. Veamos, si no, una vez más, el proceso de lucha autoconvocada abierto por los residentes y concurrentes de la CABA. Vayamos por la profundización de la organización y movilización autoconvocada, la coordinación de las asambleas de las distintas escuelas pre-universitarias y carreras, junto al movimiento estudiantil, para imponer ahora, sin más dilaciones, las condiciones de trabajo, estudio y el salario que necesitamos.

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