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Hace una semana, el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan puso en marcha la “Operación Aérea Garra-Espada”. Consiste en el bombardeo de las tropas nacionalistas kurdas tanto en Irak como en Siria. Según el ministerio de Defensa de Turquía, fueron alcanzadas varias ciudades por la artillería turca, entre ellas, Qandil, Asos y Hakurk, en el norte de Irak; y Kobane, Tel Rifaat, Cizire y Derik, en el norte de Siria. Por la cantidad de ciudades atacadas, es una operación de alto alcance.
Según el gobierno turco, el bombardeo tuvo como objetivo “refugios, búnkeres, cuevas, túneles, depósitos de municiones y los llamados cuarteles generales y campos de entrenamiento”, pertenecientes al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG). Sin embargo, fueron bombardeados hospitales, estaciones eléctricas, escuelas, entre otros objetivos civiles. Desde el 17 de abril, el gobierno turco mantiene ataques contra guerrilleros kurdos, en Kurdistán del Sur, utilizando armas químicas.
Erdoğan presentó la operación como respuesta al ataque terrorista en Estambul. El gobierno turco responsabiliza al PKK y al YPG por el ataque terrorista, aun cuando estos se han desvinculado públicamente del hecho en cuestión. Todo indica que Estambul ha manipulado políticamente el atentado para iniciar una operación en Siria contra las milicias kurdas. Después del atentado, más de 100 personas han sido detenidas por protestar contra los ataques transfronterizos, en una persecución en todos los terrenos contra los que apoyan la causa kurda.
Además, Erdoğan, anunció que los ataques aéreos contra las milicias kurdas "son solo el principio" e insistió en "su determinación" de ordenar una operación terrestre para asegurar su frontera sur. En otras palabras, el Estado turco amenaza con una intervención militar en Siria y desatar un mar de sangre sobre el Kurdistán.
Durante el conflicto de Siria, las tropas kurdas se mostraron altamente eficaces en el combate contra el Estado Islámico, asesoradas y pertrechadas por Estados Unidos, lo que llevó a Erdogan a tejer un acuerdo con Putin. Luego del retiro de los norteamericanos y de la derrota de EI, los kurdos quedaron a merced de Erdogan. Para Turquía, la cuestión kurda es un asunto estratégico.
No es casual que faltando siete meses para las elecciones presidenciales, se produzca esta escalada bélica. Turquía atraviesa una crisis económica extraordinaria y la reelección para la alianza oficialista se ha complicado. Erdoğan, que mantiene a Turquía dentro de la OTAN, busca explotar en el electorado turco la veta nacionalista y bélica. En anteriores elecciones apeló a la misma estrategia.
Informes hablan de que los aviones de combate turcos están utilizando el espacio aéreo sirio para bombardear a los kurdos. Ese espacio aéreo está controlado por Rusia. El gobierno de Vladímir Putin hizo un silencio atroz sobre la situación. La operación turca se produce en medio de la guerra imperialista de la OTAN en Ucrania –el gobierno turco rechazó las condolencias de la Casa Blanca luego del atentado y acusó a EE. UU de “alimentar terroristas”. El problema kurdo ha traído un gran resquebrajamiento diplomático entre Estados Unidos y Turquía, aprovechado por Rusia. Turquía es el segundo ejército más grande de la OTAN. En esa perspectiva, Putin busca aunque sea asegurarse la neutralidad del gobierno turco en la guerra. Por su parte, Turquía ha tratado de mediar, dados sus fuertes lazos tanto con Rusia como con Ucrania, entre Washington y Moscú. Busca el apoyo de Putin, que respalda a Bashar Al-Assad, el presidente sirio. Para lograr su cometido, ha amenazado con vetar la membresía de Suecia y Finlandia en la OTAN si la OTAN no les da vía libre en Siria e Irak para liquidar a los separatistas kurdos. También está tratando de normalizar las relaciones con Al-Assad, después de trabajar durante años para destruir su régimen, contra los kurdos.
Una ofensiva del ejército turco contra las fuerzas kurdas amenaza con desatar un conflicto a gran escala, desplazando a masas de personas a la barbarie misma. Denunciemos la masacre que busca perpetrar Turquía contra el pueblo kurdo.