Escriben Patricia Urones y Julio Gudiño
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En el día de ayer se realizó una importante movilización de docentes, estudiantes, ex estudiantes y padres de la EES 17 (Ex Nacional Manuel Belgrano). La misma fue acompañada por vecinos y transeúntes. Se protestó contra la venta del predio y se exigió su expropiación inmediata e inicio de las obras de infraestructura necesaria para que allí siga funcionando la EES 17. La columna partió de la escuela y marchó hacia el consejo escolar, el concejo deliberante y la municipalidad de Merlo, para finalizar con un acto nuevamente en las puertas de la escuela. Participaron de la movilización los Centros de Estudiantes de las Escuelas Secundarias 15, 16 y la misma 17 y las distintas agrupaciones que integran la Multicolor, entre ellas Tribuna Docente Tendencia. La gran ausente fue la conducción del FUDB, en particular Suteba.
El Nacional Manuel Belgrano comenzó a funcionar en Av Libertador 472 en la década del 60. Desde su inicio, el predio fue alquilado a la familia Landaburu. Esta condición de inquilinato nunca se resolvió y con el crecimiento demográfico, en las décadas siguientes, el distrito necesito aumentar la oferta educativa agregando edificios escolares, creándose la EES 17 y trasladando el viejo Nacional Belgrano, ahora EES 16, a un nuevo edificio a cuadras de Av Libertador.
La EES 17, además de poseer una estratégica ubicación en el centro de Merlo, con fácil acceso para las familias trabajadoras de la periferia, es una referencia cultural. Por un lado, dispone de una importante trayectoria educativa a la que han abonado generaciones de docentes y estudiantes. Por otro lado, el inmueble tiene una historia que la une indisolublemente a la historia de Merlo y a nuestra clase obrera. En ella han estudiado importantes camadas de luchadores de los cuales algunos fueron desaparecidos por la dictadura de 1976. Un ejemplo de ello es Alejandro Fabián Aibar, trabajador de Bonafide al momento de su desaparición y estudiante del ex Nacional. La madre de Alejandro, fallecida a principios de este año, Sergia Aibar, fue militante y organizadora de Familiares y luego de Madres de Plaza de Mayo.
En el año 2013, con organización y lucha la comunidad educativa de la 17 logró que la legislatura de la Provincia de Buenos Aires votara la ley de expropiación del edificio, con plazo de 5 años para ejecutarse. Tanto el gobierno Daniel Scioli, luego candidato a enfrentar al macrismo elegido en ese entonces por el kirchnerismo, como luego María Eugenia Vidal, dejaron vencer el plazo para comprar el edificio. Durante la pandemia sucedieron dos hechos políticos que dejaron la mesa servida para el negocio inmobiliario. Por un lado, en plena pandemia, la Dirección General de Cultura y Educación clausuró el edificio aduciendo “problemas de seguridad”. Esta posición de la DGCyE fue rabiosamente apoyada por la Celeste de Suteba que hizo la vista gorda a los problemas de seguridad edilicia que acechan a la abrumadora mayoría de las instituciones educativas de Merlo. Por otro lado, a fines del año pasado, el Concejo Deliberante votó la rezonificación en el distrito que habilitó, entre otras cuestiones, la construir edificios de hasta 10 pisos o 25 metros de altura en los cascos céntricos y sobre la traza de avenida Rivadavia. La ordenanza de rezonificación (ver aquí) causó lo previsible: la suba de precios de los lotes en los cuales ahora se pueden construir torres.
Tanto el FdT como JxC votaron esta ordenanza porque inmobiliarias, escribanías y contratistas amigas de ambos lados de la grieta se benefician con esta iniciativa. La responsabilidad es, ante todo, del gobierno provincial, por haber dejado morir la expropiación y del gobierno municipal que con la ordenanza 5801 votada en diciembre de 2020, entre gallos y medianoches, impulsó que los Landaburu desistieran de continuar alquilando el histórico inmueble.
El concejal de JxC y ´martillero´, Pablo Cocuzza, fue uno de los concejales de ambos lados de la “grieta” que votó con todas sus fuerzas la ordenanza 5801. Cocuzza, en un claro acto de provocación es el encargado de tramitar la venta del inmueble arguyendo un conjunto de mentiras como por ejemplo que “toda la documentación está en orden” cuando conoce perfectamente que la ordenanza 2971 declara al edificio que pretende vender como “Patrimonio histórico” (Merlohoy.com, 07/12).
En la movilización de ayer, se mostró una gran disposición de lucha por parte de los estudiantes que se han solidarizado, siendo de otra escuela, con la lucha de la 17. La comunidad educativa defiende mucho más que el patrimonio histórico y cultural del distrito, defiende la educación pública de calidad e irrestricta. Sucede que con el traslado de la EES 17 a Ruta 200 la matrícula estudiantil cayó un 50% y el colectivo de alumnos y docentes está desmembrado porque los 6º años cursan en otro edificio al igual que el CENS 467. De continuar esta tendencia vamos a un proceso de vaciamiento de la 17.
El camino a seguir y profundizar es el abierto por los estudiantes, docentes y padres: auto-convocatorias, plan de lucha y movilización para ganar a todo el pueblo de Merlo al planteo de expropiación del inmueble e inmediata reconstrucción del edificio para poder enseñar y aprender como se hizo en los últimos 60 años.
La comunidad educativa de Merlo cerró la movilización el día de ayer con una asamblea en la que se mocionó impulsar una nueva movilización para la semana que viene que coincidirá con la huelga general lanzada por el Sutna contra los despidos arbitrarios en el gremio del neumático.