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Las enfermeras realizaron su primera huelga nacional en 106 años. Una masiva acción de 100.000 enfermeras de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. La acción paralizó prácticamente al 100 % del Servicio de Salud Nacional (NHS, en inglés). El sindicato Royal College of Nursing (RCN) había rechazado en las últimas horas una oferta de aumento salarial que estaba por debajo de la inflación. El gobierno alega que no puede hacer frente a tales aumentos salariales. La deuda pública británica subió al 350 % del PBI.
La huelga fue aprobada de manera casi unánime: "llegó la hora de pagar al personal de enfermería de forma justa", “paramos en defensa del NHS (pateemos a los tories)” (Clarín, 15/12).
El gobierno denuncia que la huelga afecta a 70.000 turnos y revisiones médicas. Sin embargo, los bajos salarios producen una fuga de trabajadores hacia otras profesiones. Se calcula que, en la actualidad, existen cerca de 47.000 puestos vacantes. “Responsables de la sanidad pública británica aseguraron en septiembre que algunas enfermeras comenzaron a saltearse comidas para alimentar y vestir a sus hijos” (idem). El RCN denuncia una pérdida del 20 % del salario real desde 2010. En 1 de cada 4 hospitales se han creado bancos de alimentos para sus trabajadores.
Dentro del NHS, otros sindicatos, como los paramédicos, asistentes de atención de emergencia, manejadores de llamadas, ambulancieros y médicos, han definido acciones gremiales para antes y después de Navidad. Fuera del servicio de salud, se suman el correo, policías de aduana, ferroviarios y una larga lista de otros sindicatos.
Andy Prendergast, el secretario nacional de GMB (ambulancieros), advierte, en una entrevista a Sky News, la posibilidad de huelgas coordinadas entre los sindicatos de la salud para paralizar todo el sistema de atención. El objetivo de la dirección sindical no es quebrar la resistencia del gobierno, sino “acelerar las negociaciones" (Clarín, 1/12). 10.000 trabajadores de ambulancias votaron ir a la huelga por aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo. Existen en todo el sistema de salud más de 135.000 vacantes. La burocracia de todos los sindicatos está empeñada en poner fin a estas luchas por medio de acuerdos ruinosos. La inflación en Gran Bretaña obedece a los enormes rescates ofrecidos a las empresas y bancos por parte del gobierno.
En el sector del transporte también se han coordinado acciones gremiales conjuntas entre los diversos sindicatos. El gobierno los acusa de de querer sabotear la navidad, cuando sabe bien que las direcciones están dispuestas a entregar las luchas a cambio de una oferta acordada.