Escribe Mariano Hermida
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El gobierno de la Provincia de Buenos Aires y los sindicatos del FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense), que integra a SUTEBA, SADOP, AMET, UDA y FEB, continúan con el proceso de desvalorización del salario docente.
De la última reunión paritaria el SUTEBA (29/12) informó que el FUDB aceptó un “incremento adicional del 7% promedio” (que se aplica sobre sueldos de Diciembre de 2021), que se cobrará los primeros días del mes de Febrero. El básico de un preceptor, el cargo testigo de secundaria, era de $22.575. Como es habitual esconden la composición de ese 7% “promedio”, que la docencia observa cómo en su gran mayoría se suma a cifras por fuera del salario básico golpeando a los jubilados y a las escalas salariales. El gobierno rechazó, por otro lado, el otorgamiento de cualquier tipo de bono. Según reconoce la propia burocracia sindical en su texto, un maestro de grado de jornada simple cobrará en el mes de Enero la suma de $115.000, cuando la canasta familiar más que duplica esa cifra. Kicillof y Baradel culminan el año 2022 dejando a los salarios docentes por debajo de la canasta de pobreza (según el INDEC en $139.000)
Para intentar confundir a incautos los dirigentes sindicales postulan que el aumento anual ha sido del 103,2% promedio y que el salario docente provincial quedaría conformado “con un 7% promedio por arriba de la inflación” (Suteba 29/12). La trampa ya es conocida, porque como los aumentos se cobran en cómodas cuotas, la inflación hace el trabajo implacable de devorarse el “aumento” antes de ser cobrado. Ningún docente de a pie que realice las compras en cualquier supermercado se come el verso de que las "paritarias le ganaron a la inflación", como pretenden vender los dirigentes. Baradel y cía son cómplices de esta política de destrucción de los salarios y jubilaciones, que el gobierno nacional y provincial ejecutan de la mano del plan del FMI. A partir de enero se aplicarán tarifazos en una serie de servicios públicos, que incluyen aumento en los servicios de telefonía, el cable y la TV. Mientras se produce este descomunal ajuste sobre los trabajadores, el Estado está rescatando a los tenedores de la deuda interna y externa, mediante la emisión de bonos que continúan vaciando las arcas del Banco Central en función de asegurar las ganancias de un grupo de parásitos.
Para culminar, el comunicado del FUDB informa que en febrero se “iniciará el tratamiento en la comisión de negociaciones colectivas del convenio colectivo de trabajo de los trabajadores y las trabajadoras de la educación de la provincia de Buenos Aires”, o sea un nuevo convenio colectivo de trabajo, que la burocracia presenta como un “logro muy importante para la docencia bonaerense”, pero no explican por qué. El Estado y los sindicatos están negociando de espaldas a la docencia una reforma del Estatuto del Docente, sin que ningún maestro tome partida en el asunto.
El ciclo lectivo ha culminado con una serie de paros que partieron de 3 seccionales opositoras a la conducción provincial, que se extendieron de manera autoconvocada al resto de la provincia de Buenos Aires, desautorizando a la dirección de Baradel.
La defensa del salario y las condiciones laborales sólo podrá ser realizada mediante una intervención enérgica de la docencia que se saque de encima el lastre que representa la burocracia de Baradel y cía, que apuestan todas sus fichas a llegar a las elecciones de Octubre de 2023 sin ponerles “palos en la rueda” al gobierno fondomonetarista.
La preparación del no inicio de clases 2023 (huelga por tiempo indefinido), mediante asambleas autoconvocadas y plenarios de delegados con mandato de escuela, se encuentran planteados para la próxima etapa.