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Las calles peruanas vuelven a estar colmadas de manifestantes exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Desde la destitución de Pedro Castillo una mayoría de la población reclama por la libertad del ex presidente, nuevas elecciones, una Asamblea Constituyente y el juicio a los responsables de la represión, que ya arroja más de 40 muertos. Las protestas en el sur del país incluyen paros por tiempo indefinido y cortes de rutas. En la región de Puno, el gobierno impuso el toque de queda, mientras el conjunto del país se mantiene bajo “estado de emergencia” desde diciembre.
La represión en Juliaca, con un saldo de 18 muertos, volvió a encender la mecha de las protestas: 53 piquetes en seis regiones: Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Madre de Dios y Amazonas. Diversos aeropuertos se encuentran cerrados. Se han instalado ollas populares. Desde las regiones más alejadas, numerosas movilizaciones marchan a la capital del país. El primer ministro Alberto Otárola declaró que “no vamos a permitir que esta asonada llegue a Lima y debilite al Gobierno”.
Organizaciones barriales y sindicales lanzaron la convocatoria a una huelga general por tiempo indeterminado, que se está haciendo efectiva en Arequipa, Puno, Cusco, Moquegua, Apurímac, Tacna, Madre de Dios, Pucallpa y diversos sindicatos de Ayacucho. La Central General de Trabajadores de Perú (CGTP) se limitó a expresar su “solidaridad” con las manifestaciones y un repudio a la represión. Desde su cuenta de Twitter, informó que no participarán de la “mesa de diálogo” que fue convocada por el gobierno de cara a un Acuerdo Nacional.
Las fuerzas de centroizquierda y las que responden a Pedro Castillo no han impulsado ningún tipo de convocatoria. Han presentado una denuncia constitucional contra Dina Boluarte por las muertes de la represión. La Fiscalía de la Nación ya formalizó recientemente la investigación contra la presidenta y varios de sus ministros por delitos de “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves” por las 46 muertes y cientos de heridos en las protestas de diciembre y enero.
En el Congreso, la fuerza de Castillo, Perú Libre, intentará interpelar a diversos ministros del gobierno de Boluarte. Sin embargo, la mayoría de las bancadas están en manos de la derecha. Otárola acaba de recibir en el Congreso un voto de confianza para ser ratificado en el cargo. En su discurso, saludó el “honor y gloria para la Policía y las Fuerzas Armadas” y atacó a “quienes son los responsables de la toma de instituciones públicas”. La ratificación del gobierno responde a una exigencia del alto mando militar fujimorista. Boluarte es una presidenta golpista.
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