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El sábado 4 de abril, Camila Tarocco de 26 años, salió a las 6 am de su casa, en el barrio Rififi, de Moreno, rumbo al centro. Camila es mamá de dos niños y ese día iba al banco. Desde el sábado su familia no tiene noticias de ella. Ya se hicieron las denuncias correspondientes en la comisaría y la familia, amigos y organizaciones de mujeres y políticas la buscan intensamente.
Según fuentes periodísticas, la mamá de Camila, Claudia Sánchez, denunció en la comisaría 1° de Moreno que las últimas personas que habían estado con su hija fueron una vecina, su actual pareja (que estuvo con ella hasta las 22) y el ex marido, de profesión gendarme, que la habría llevado a la parada a tomar el colectivo el 4 de abril.
La violencia hacia la mujer trabajadora no da tregua durante la cuarentena. A las calles desiertas que son un peligro real para las mujeres que deben salir al mercado, hospital o a realizar cualquier tarea de urgencia, se le suman todo tipo de denuncias de violencia de género que llegan hasta a los medios de comunicación. El miércoles 8 se dio a conocer el caso de una mujer, también en el distrito de Moreno, que fue secuestrada por su ex pareja un día antes del inicio de la cuarentena obligatoria, y bajo amenaza de muerte (le decía que la iba a acuchillar) permaneció en la casa del violento, en el barrio Las Catonas. Gracias a que la mujer escribió en un billete un pedido de auxilio, una vecina, kioskera, llamó a la policía, que detuvo al hombre y la liberó.
En lo que va del año, debemos contar más de 70 femicidios. Ni la creación del Ministerio de la Mujer, ni el resto de las políticas de género han podido garantizar un freno a esta realidad.
Mientras vivimos una pandemia que amenaza principalmente la vida de la clase obrera, las mujeres debemos sobrevivir también a la violencia doméstica.
Frente a los casos de violencia en los barrios obreros vamos por la organización de comités de mujeres (bajo las mayores condiciones de seguridad y distancia) que elaboren un protocolo de comunicación y seguridad durante la cuarentena, en auxilio de las mujeres víctimas de violencia.
Exigimos casas refugio en buenas condiciones, seguridad para ellas y sus hijos, un trabajo en blanco y un salario igual a la canasta familiar.
Exigimos la aparición con vida inmediata de Camila.
Ni una menos. Basta de violencia hacia la mujer trabajadora. El Estado es Responsable.