Tucumán: la docencia vuelve a la lucha

Escribe Raquel Grassino

Crisis de la burocracia de ATEP.

Tiempo de lectura: 3 minutos

La docencia tucumana nuevamente vuelve a ocupar la escena de la lucha reivindicativa, en un marco de crisis de dirección del sindicato ATEP, que aún no ha sido resuelta. La agrupación que encabeza Hugo Brito, que hoy se presenta como conducción del gremio y es reconocido por el gobierno de Manzur-Jaldo, sólo tiene el aval del Ministerio de Trabajo, que consideró válidas unas elecciones realizadas a finales del 2022, con una Junta Electoral cuestionada, que proscribió a la lista de la docencia Autoconvocada, y avaló numerosas irregularidades. Como resultado de todo ello, hubo múltiples impugnaciones que llegaron a la Justicia que aún no dio una resolución definitiva. Brito explotó a su favor el apoyo del gobierno, pero también que el núcleo duro de la anterior conducción burocrática encabezada por David Toledo explotó desapareciendo de la escena sindical.

En ese marco, a principio de enero se produjo una autoconvocatoria en la que convergieron centenares de docentes de diversas agrupaciones y en asamblea pasaron a definir un pliego reivindicativo y la necesidad de una lucha independiente para conquistarlo.

Brito, sin mandato, se hizo presente en la reunión paritaria y, para evitar que el proceso que emergía de los sectores autoconvocados se extendiera, convocó a que se realicen asambleas en las escuelas, se designen delegados y montó una serie de plenarios departamentales de delegados escolares. El más importante, con casi 150 delegados fue el de la Capital. Allí, la postura de Brito fue de ir a una paritaria para que ningún docente esté por debajo de los índices de pobreza, o sea reclamar un salario básico de 160 mil pesos, el reclamo adaptado al techo impuesto por el gobierno y el FMI, y que quedó consagrado en el presupuesto aprobados por el FdT y JxC en el Congreso Nacional, fijando el objetivo inflacionario de un 60 %, propósito que ya en estos primeros dos meses se ha hecho trizas. Unos tras otros, los delegados fueron informando que el mandato que llevaban era de un salario básico inicial de 250 mil pesos, se rechazó que los aumentos sean en cuotas o bajo la forma de adicionales. Hubo intervenciones que plantearon el paro y el no inicio de las clases para conquistarlo. En las intervenciones se expusieron otros reclamos, pero el salarial es el que motoriza y unifica de conjunto a la docencia. Otros plenarios similares en departamentos del interior provincial (Monteros, Alberdi, etc.), aprobaron reclamos similares.

El único sector que planteó una postura diferente fue el de quienes se presentan como conducción, que no vacilaron en maniobrar y decir que lo que se planteaba en esos plenarios departamentales eran sugerencias y que es el congreso de ATEP, que está conformado previamente y responden en un 80% a quienes conducen el sindicato, en este caso a Brito, los que van a tomar la decisión final de que reclamo se lleva a la paritaria y si se acepta o no la oferta del gobierno.

Ha quedado planteada una enorme crisis. Brito y el gobierno no van a sacar los pies del plato de la política salarial pautada por el gobierno nacional y el FMI, Un acuerdo que se aproxime a lo que reclamaron las asambleas de base de la docencia, empujaría a todos los empleados públicos y en especial a los trabajadores de la Salud que están llevando adelante un paro por tiempo indefinido precisamente levantando reclamos similares a los que ahora levanta la docencia desde las bases.

Brito no va a volver a convocar a los plenarios de delegados escolares, pero son más necesarios que nunca, incluso un plenario de delegados provincial. La gran tarea de la hora para todo el activismo docentes es el de coordinar una autoconvocatoria de un plenario provincial de delegados de base que ratifique el pliego de reclamos de un salario básico inicial de 250 mil pesos indexados mensualmente de acuerdo al costo de la vida, no al pago en cuotas, no a los adicionales en negro, no a la 5º hora, presupuesto para acondicionar todos los establecimientos escolares. Y junto con ello votar a fondo, de conjunto, el no inicio, o sea la huelga indefinida hasta conquistar los reclamos que necesitamos y nos merecemos.

LEER MÁS:

Tucumán: preparemos la lucha por el salario docente Por Raquel Grassino, 13/01/2023.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera