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La docencia tucumana, como en todo el país, tiene los salarios por el piso. La burocracia de ATEP, como Ctera a nivel nacional, en las paritarias 2022, arregló un aumento en cuotas muy por debajo de la inflación. A fin de de año aceptó un bono de $60.000 a pagarse en tres partes (diciembre, enero y febrero). Sin embargo, la inflación incesante, los tarifazos, el carácter no remunerativo de los bonos, que mantiene planchado el básico, han caldeado los ánimos de la docencia.
Frente a este clima, y buscando frenar cualquier proceso de lucha que haga olas en las próximas elecciones provinciales que serán en mayo, el gobierno busca normalizar la situación de ATEP. El sindicato quedó acéfalo luego de un proceso eleccionario fraudulento.
La junta electoral proscribió la lista de autoconvocados, entre otras, y solo permitió que participen las variantes burocráticas. Estas tenían numerosas irregularidades. La lista apadrinada por el vicegobernador Jaldo y encabezada por Hugo Brito en este escenario proscriptivo resultó ganadora, desplazando a David Toledo, el burócrata que contaba con el respaldo de Manzur. Frente a este resultado, la Junta Electoral, obedeciendo órdenes de Toledo, anuló las elecciones y convocó a votar nuevamente. Brito y su lista fueron impedidos de asumir. Esto dio lugar a presentaciones ante el Ministerio de Trabajo y la Justicia, y a una pelea sobre la jurisdicción del conflicto. Sin una resolución de fondo, el sindicato fue ocupado en diciembre por la lista de Brito que se proclama como la nueva conducción. Cuentan con la venia del gobierno, que parece haberle soltado la mano a Toledo.
Con la expectativa que pueda generar este recambio en las bases docentes, buscan descomprimir el descontento y que le depositen confianza para las negociaciones paritarias. El gobierno buscará cerrar rápido la paritaria para tener el terreno allanado en las elecciones.
Desde docentes autoconvocados tenemos que advertir al conjunto de la docencia de esta maniobra y plantear la necesidad de poner en pie las asambleas una vez que se retorne a las escuelas. Nuestro pliego de reivindicaciones debe incluir el reclamo de un aumento salarial que cubra la canasta familiar, por el blanqueo de todas las cifras no remunerativas, por una indexación salarial mensual, por mayor presupuesto para educación. La preparación del no inicio de clases es clave para derrotar al gobierno y su política de ataque al salario y de brutal ajuste sobre la educación y de otras áreas vitales.
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